Apple TV es el hermano bastardo de las plataformas de streaming, ya que al estar asociado a la empresa homónima, es catalogada con los mismos epítetos: Caro, pretencioso, impagable, en un sinfín de largos etcéteras. Lo cierto es que los contenidos del tanque de series de la manzana son mucho más cuidados que los de sus plataformas coterráneas, sumado al precio que, con los impuestos del dolar tarjeta, la membresía no llega a 1350 pesos argentinos aproximadamente.
Si a esto se le agrega la consideración de que Netflix como competencia ya se encuentra amagando los $3000 para el usuario, es evidente que estamos perdiéndonos de una plataforma que vale la pena al menos probar. Además, Netflix se moriría por tener en el catálogo al último hito de la ciencia ficción, como sí tiene Apple TV: Estamos hablando de Fundación, la adaptación de los libros de Isaac Asimov.
La saga original de libros de Fundación se consideraba prácticamente inadaptable debido a los tremendos saltos en el tiempo que posee la narrativa, junto con el constante empeño del autor de esquivar a la acción y a las conquistas espaciales, con las que nos han malcriado franquicias como Star Wars: éstas siempre suceden en off y no son parte de la trama central.
Pero Fundación fue escrita hace ya setenta años, cuando los lectores de ciencia-ficción de la época estaban acostumbrados a las historias casi conceptuales. Sin embargo, Fundación logra romper con todo lo que supone un obstáculo televisivo, para dar paso a un contenido audiovisual exquisito.
Sería menester enterarse en que esta serie se ha convertido en un hito de la ciencia ficción otra vez (pero en el marco audiovisual) llevando a buen puerto una adaptación formidable, lo que nos demuestra es que hay vida más allá de Netflix, y vale la pena ejercer la perfidia con otras plataformas más alejadas del mainstream.
Fundación, la primer serie que todos deberían ver en Apple TV
El libro de Fundación, en realidad, es la recopilación de una serie de novelas cortas que se publicaron de forma independiente en su día. Aunque cuentan una historia común cada una se desarrolla en una época y lugar distintos. No obstante, los productores de la serie se las apañaron para hacer cómodo estos saltos excepcionales de tiempo, y no confundir a la audiencia en el proceso.
La serie trata no sólo de cómo Trántor (planeta-estado, capital del Imperio Galáctico) deberá apañárselas ante las funestas predicciones matemáticas desarrolladas en la tesis del protagonista, el profesor Hari Seldon, sino que el estudio de la psicohistoria, el campo de trabajo de Seldon, junto a los 30000 años de barbarie que se avecinan después de 12000 años de gobierno imperial, son sólo una excusa para generar una alegoría político-social de la era contemporánea.
La serie plantea temas como la distribución desigual del poder, la ética detrás de la clonación humana, los legados hacia las futuras generaciones, el impacto medioambiental, la intolerancia entre naciones por creencias religiosas, sumado a la exposición al espectador a múltiples conceptos científicos que fueron utilizados como recursos narrativos en la ambientación (como los transportes utilizando materia oscura de los agujeros negros) conceptos que luego se identificaron y comprobaron en las esferas académicas como reales o posibles.
Hay que darle cierto crédito a Asimov por plantear todo esto justamente hace 70 años, cuando todavía la sociedad se estaba empezando a plantear qué tan bueno es fumar, y a Apple TV, por llevar a cabo tamaña empresa con una de las descendientes del autor. Definitivamente, hay vida más allá de Netflix.
Más contenido en Urgente24:
Por qué no está Baby Etchecopar en su programa
Furor por el truco para ver TV, series y películas gratis
Silvina Batakis se fue a 'colisionar' a un Apple Store