Newell´s-Central fue una tortura: se jugó menos de la mitad del tiempo total

Newell´s-Central comenzó con todo: lesión, gol y "no se puede jugar" del árbitro

Rosario Central triunfó ante Newell´s en una nueva edición del clásico rosarino. El Canalla venció por 2 a 0 a su histórico rival, con goles de Duarte y Campaz, ambos de pelota parada. A pesar de los goles, el encuentro más importante de la ciudad fue, una vez más, un aburrimiento.

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Rosario Central y Newell´s no sorprendieron. A nadie. Lo que se especulaba en la previa, más allá de todo el color que caracteriza este histórico evento, finalmente ocurrió: el partido fue malo. La alegría de Central durará todo el domingo y seguramente toda la semana, sobre todo porque le ganó a Newell´s en su propio estadio, pero no podrá anular el hecho de que el encuentro no fue nada bueno.

Los clásicos se ganan, dicen, y eso es verdad. Pero en Rosario adeudan una profunda autocrítica sobre por qué el partido más importante de la ciudad (y la provincia) tiene desde hace rato a la chatura como característica inherente. Seguramente, esa pasión con la que se vive el clásico rosarino sea uno de los argumentos, ya que eso se traduce en presión a los futbolistas.

Ni que hablar de la incidencia barrabrava y, lógicamente, también narcotraficantes, en la vida de ambos clubes. Basta ver el atemorizante video que difundió la facción Canalla en la previa al cotejo.

Un bochorno: Newell´s y Central jugaron solo 40 minutos de tiempo neto

Lo cierto es que todo eso traduce unos números tortuosos para el espectador. El de televisión y el que se movilizó hasta el Coloso Marcelo Bielsa para alentar a la Lepra, que además tuvo que soportar el calor húmedo de la tarde rosarina sobre sus cabezas. La estadística final es inapelable: el tiempo neto de juego de Newell´s vs. Rosario Central fue apenas de 40 minutos.

Para ser más precisos, de 40:59. Es decir, casi 41. Casi 41 de 100 minutos y 57 segundos totales que tuvo el encuentro. El tiempo neto releva el tiempo en que la pelota estuvo dentro del campo, en juego, con el partido en acción. Y el tiempo neto de esta tarde resulta un bochorno.

Ya para el entretiempo los números eran malos. Apenas 14 minutos de juego en todo el 1T, que había finalizado con Rosario Central arriba en el marcador, tras un centro de Ignacio Malcorra y el gol de Duarte.

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Un partido demasiado friccionado

En el comienzo del cotejo ya hubo varias incidencias. Comenzó apenas con 25 segundos transcurridos, cuando Silvetti, de Newell´s, cargó con todo en la primera pelota del partido contra Coronel, de Central. Fue con tanta vehemencia que dejó al rival tirado, con dolor en la rodilla y obligando a los médicos a ingresar a revisarlo. La incidencia no pasó a mayores.

Luego, a los 8 minutos, el defensor del Canalla Facundo Mallo se lesionó solo al despejar una pelota, obligando a pedir el cambio inmediatamente. En su lugar entró Juan Cruz Komar, ex Boca Juniors y Talleres.

"Así no se puede jugar": el árbitro de Newell´s-Rosario Central tuvo que advertir a las autoridades policiales

No fueron las únicas dos detenciones del inicio del partido. En la jugada de córner que derivó en el gol, Malcorra demoró en patear el córner porque desde la tribuna de Newell´s le arrojaban distintos elementos peligrosos. Algunos efectivos se acercaron hasta el futbolista para cubrirlo con los escudos, pero era difícil. El árbitro, Fernando Echenique, tuvo que advertir a las autoridades policiales: "Así no se puede jugar", les dijo.

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Newell´s y Rosario Central volvieron a aburrir

Central golpeó nuevamente en el 2T y Newell´se ilusionó con un golazo de Banega

A los 63´, Campaz volvió a marcar para Central y puso el partido 2 a 0. Luego, a los 87´, Ever Banega sacó un sablazo de afuera del área y puso el 2 a 1 parcial, dándole algo de esperanza a la Lepra. Sin embargo, no fue suficiente.

Carlos Quintana, uno de los jugadores más valiosos del triunfo de Central, dijo post partido:

El equipo de entrada estuvo concentrado y sabía que quería ganar hoy. Más de la mitad de Rosario va a estar muy feliz El equipo de entrada estuvo concentrado y sabía que quería ganar hoy. Más de la mitad de Rosario va a estar muy feliz