¿Cuáles fueron las reacciones dentro del Mercosur? Uruguay ya recibió apoyo de Brasil mientras que Paraguay procede con cautela. Argentina no aprueba esta negociación bilateral entre Uruguay y China. Ahora bien, ¿Cómo reaccionó la política uruguaya ante este anuncio?
Claramente a primera vista, la visión de un TLC con China es muy positiva por los beneficios que conlleva y toda la elite dirigente se manifestó a favor, pero con algunas disidencias entre la oposición y el oficialismo.
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado (PC) consideró “sumamente positiva para nuestro país la decisión del gobierno chino, adoptada en respuesta a un planteamiento del gobierno uruguayo, de iniciar estudios de factibilidad con vistas a la celebración de un TLC”. Además considera que Uruguay debería solicitar su ingreso al al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, conocido como TPP 11, que hoy preside Japón.
Como vemos, la voluntad de Uruguay es expandir sus acuerdos de beneficios económicos más allá de China. Ya lo dijo el canciller Francisco Bustillo: “ya hay otros países que han manifestado su interés en firmar un TLC con Uruguay”.
El TPP11 es un tratado de integración económica plurilateral en Asia. Este ambicioso acuerdo comercial involucra a 11 países y su objetivo es contribuir al crecimiento económico y crear nuevas oportunidades para empresas, trabajadores, agricultores y consumidores. Mediante la firma de este acuerdo, Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, manifiestan la convicción de que una economía abierta es beneficiosa para nuestros países y generará mayor crecimiento económico, empleo, reducción de la pobreza y bienestar para todos. Así describe el organismo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
El Partido Colorado considera que “no es necesario irse del Mercosur ” para poder negociar TLC por fuera del bloque: “Si el Mercosur se pone de acuerdo y entiende que debe aplicarle a Uruguay algún tipo de observación o sanción, seremos pasibles de ello. Pero irse golpeando la puerta no es la solución. Pegar el portazo es un error.”
Pero esta postura no es igual dentro de todo el Partido Colorado, como bien menciona el diario La Diaria, el exsenador colorado Pedro Bordaberry escribió una columna en el diario El País, publicada el domingo, titulada “Uruexit”, en la que empieza señalando que “ un tal [Matías] Kulfas, ministro argentino, acaba de decir que si Uruguay negocia un TLC con China no puede seguir en el Mercosur”. Ante esto, Bordaberry sostuvo que “el Mercosur es el 20% del destino de nuestras exportaciones, pero Brasil se lleva alrededor del 60% de ellas, por lo que es con quien importa estar bien”. “Llegó el momento de dejar el Mercosur. Con cuidado, en forma respetuosa, sin renunciar al regionalismo y siendo conscientes [de] que tiene un costo”, agregó.
¿Qué dicen desde el Frente Amplio?
Dos de los referentes del Frente Amplio (FA), Lucía Topolansky y José Mujica, coinciden que un TLC de Uruguay con China es un anuncio prometedor, pero que es aún más importante cuidar las relaciones con el Mercosur.
Mujica ya había advertido que hay que tener en cuenta que las negociaciones no son impulsadas por “carmelitas descalzas” sino por “grupos de intereses”: “Seguramente hay sectores como ciertas agroindustrias que se pueden ver favorecidas en Uruguay, pero hay otros que se pueden sentir muy perjudicados”.
Por su parte, Topolasky dijo a En Perspectiva, que el Frente Amplio ve con buenos ojos esta negociación con China pero que no sea a costa de la fractura con el Mercosur. Tanto ella como Mujica consideran que el interés de China está en entrar en América Latina y no en Uruguay en particular.
La intención de un acuerdo con China es parte de una política de continuidad de Uruguay, desde la visita oficial que hiciera el entonces presidente Tabaré Vazquez en octubre de 2016, así lo explica Marcos Soto en su columna en La Diaria. Es probablemente por esa razón por la cual la dirigencia uruguaya celebra un TLC con China, sin distinguir a qué partido político pertenecen.