MUNDO Latinoamérica > democracia > The Economist

ÚLTIMA EN LA ESCALA

The Economist preocupado por la democracia en Latinoamérica

Un nuevo reporte que compara índices de calidad revela que la democracia en Latinoamérica se encuentra en la última escala a nivel mundial.

En el día de ayer se publicó la última edición del reporte de Índice de Democracia de The Economist Intelligence Unit. Este reporte comprende una medición en los niveles democráticos globales, los cuales continúan en declive en relación a las mediciones del 2021. Demostrando una vez mas como Latinoamérica deja mucho que desear en la calidad democrática de sus países.

Comprendiendo como índices principales los procesos electorales, el nivel de pluralismo, el funcionamiento del gobierno, la participación política, las libertades civiles y la cultura en política democrática que comprenden todos los regímenes democráticos en el mundo, se reveló principalmente que mas de un tercio de la población mundial se encuentra bajo mando autoritario, cuando solamente un 6,4% disfruta de un régimen totalmente democrático.

En rasgos generales, el puntaje democrático global bajó desde 5,37 a 5,28. Estos resultados representan una caída récord desde el año 2010, luego de que la crisis financiera iniciada en el año 2008 diera a flote sus resultados más severos.

La encuesta global realizada a lo largo de 167 países demuestra que por segundo año consecutivo, la pandemia es el fenómeno que más demostró distorsiones a las libertades democráticas. Teniendo en cuenta las restricciones que golpearon tanto a los países desarrollados como los que están en vías de desarrollo, muchos de ellos en Latinoamérica: desde las cuarentenas estrictas impuestas por muchos gobiernos, contando también con las múltiples protestas anti cuarentena, la obligatoriedad en las vacunaciones y hasta las reducciones en cualquier tipo de libertad individual, entre otros.

A principios de 2021 ya se habían realizado manifestaciones relacionadas con la pandemia en al menos 86 países; a finales de año, las protestas que se unían en torno al movimiento antivacunas se extendían desde Austria hasta Australia.

Latinoamérica en situación critica

Múltiples golpes de estado e instauraciones de gobiernos autoritarios se han dado a lo largo del globo, como por ejemplo, el golpe de estado en Myanmar el año pasado, el regreso de los Talibanes a Afganistán, y en muchos países de África.

Sin embargo, es en Latinoamérica donde mas se registro el descenso importante en la calidad de sus democracias. Mas allá de las típicas restricciones de la pandemia que mencionamos anteriormente, también se han proliferado las irregularidades en los procesos electorales, c omo la polémica victoria de Pedro Castillo en Perú que fue impugnada por varias semanas por su contrincante, Keiko Fujimori, la farsa de las elecciones en Nicaragua, la mísera participación electoral en Chile, declarada como una democracia defectuosa, y la todavía durable crisis política de Haití luego del asesinato del presidente, Jovenel Moïse el julio pasado.

Argentina, sorpresivamente para muchos debido a que mas del 50% de argentinos no cree en la democracia en el país, se encuentra en el puesto 6 entre los mejores países con calidad democrática en Latinoamérica, apenas superado por Chile y aproximadamente en el mismo nivel que Brasil, siendo Uruguay el puesto N.º 1 y Venezuela ubicado en el final de la tabla del total de los 33 países en el continente.

Los resultados reflejan el impacto negativo de la pandemia en la democracia y en la libertad en el mundo por segundo año consecutivo, con la extensión considerable del poder del Estado y la erosión de las libertades individuales", según el referido estudio. Los resultados reflejan el impacto negativo de la pandemia en la democracia y en la libertad en el mundo por segundo año consecutivo, con la extensión considerable del poder del Estado y la erosión de las libertades individuales", según el referido estudio.

Suecia, Luxemburgo y el Reino Unido (que pierde dos posiciones y se acerca a las democracias deficientes) están en la primera categoría de la clasificación de The Economist, igual que Costa Rica, Uruguay, Corea del Sur, Japón y Mauricio.

Para The Economist los "regímenes autoritarios" se encuentran en Nicaragua, Cuba, Venezuela, Argelia, Egipto, Rusia, Ruanda, Vietnam y China.

USA y Canadá tampoco se salvan

Después de los disturbios en el Capitolio de USA y los intentos de Donald Trump de deslegitimar la elección presidencial donde fue vencido por Joe Biden, USA solo cayo un 0,07 puntos respecto al año pasado.

Según el documento, España retrocedió el año pasado de tener el estatus de "democracia plena" a "democracia deficiente", un grupo en el que también ubican a Francia, USA, Israel y Sudáfrica.

Mas al norte, en Canadá, se cayo aún mas este puntaje, con una caída de 0.37 puntos. Las restricciones debido a la pandemia, como por ejemplo, el actual bloqueo de los camioneros no vacunados debido a la prohibición del cruce de la frontera con los USA, son la principal razón de dicha caída en los puntajes. Aún peor, se ha reflejado en ello el descontento popular con el status quo y una consideración importante de alternativas no democráticas, donde un 13,5% expresó una preferencia por un gobierno militar en la Encuesta Mundial de Valor, frente a un 10,4% de los canadienses que sentían poseer libertad de elección y control.

El verdadero desafío

Sin embargo, para muchos analistas, el verdadero desafío a la democracia occidental podría provenir de China: la reciente ausencia de China en la cumbre por la democracia convocada por el presidente de USA, Joe Biden es un punto alarmante, considerando que luego de 4 décadas de rápido crecimiento y la previsión de que China efectivamente superará a USA como potencia económica y militar. China, por su parte, se justificó declarando que el estado democrático de los USA es “alarmante”.

Mucho de esto tendrá que tener en cuenta Latinoamérica en su futuro relacionamiento con los USA y también con China, tal como están profundizando muchos países, principalmente la Argentina, y la manera que esto impacta en Washington.

De todas maneras, el muerto no se asusta del degollado: desde la tercera ola de democratización en Latinoamérica, la calidad de la democracia no ha ido más que en caída estrepitosa los últimos años, manteniendo la historia tendencia de inestabilidad política del continente. La única oportunidad de envisionar un cambio sería mediante múltiples reformas estructurales, políticas y económicas, que como sabemos, ni China ni USA estarían dispuestos a financiar si se trata de Latinoamérica.

FUENTE: The Economist

Dejá tu comentario