MUNDO Taiwán > ONU > República Popular China

ENOJO DE CHINA

Taiwán pide volver a la ONU 50 años después

Con creciente apoyo de Occidente, Taiwán quiere un protagonismo global que saca de quicio a China. La nueva Guerra Fría puede cambiarlo todo.

Hoy 25/10 se cumplen 50 años que la República de China, el nombre oficial de Taiwán, fue expulsada de la Organización de Naciones Unidas ( ONU) por votación de la Asamblea General, y reemplazada por la República Popular China, que había tomado el poder en Beijing al final de la guerra civil, en 1949

Erin Hale recordó en Al Jazeera:

El gobierno de la República de China había huido a la isla de Taiwán con millones de refugiados cuando los comunistas tomaron el poder, pero seguía ocupando la sede de “China” en la ONU y era miembro permanente del Consejo de Seguridad con poder de veto. A pesar de estar exiliados, los funcionarios de Taipei contaron con el apoyo de Estados Unidos gracias a los temores en Occidente de que el comunismo se extendiera por Asia. El gobierno de la República de China había huido a la isla de Taiwán con millones de refugiados cuando los comunistas tomaron el poder, pero seguía ocupando la sede de “China” en la ONU y era miembro permanente del Consejo de Seguridad con poder de veto. A pesar de estar exiliados, los funcionarios de Taipei contaron con el apoyo de Estados Unidos gracias a los temores en Occidente de que el comunismo se extendiera por Asia.

La República de China había prometido regresar a la ONU en la década de 1970, pero para entonces USA tenía otras prioridades, en el marco de la agenda que Henry Kissinger le había impuesto a Richard Nixon, para capturar un mercado de millones de consumidores.

En octubre de 1971, la República de China fue expulsada de la ONU y 8 años más tarde Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas mientras reforzaba su alianza militar: esquizofrenia en estado puro en el marco de la seducción de Beijing.

La "Resolución sobre la admisión de Beijing", impulsada año tras año por la maoista Albania, y también conocida como Resolución 2758, pidió a los estados miembros que "restauren" los derechos de la República Popular China como "únicos representantes legales de China ante las Naciones Unidas". Finalmente fue aprobada en la Asamblea General.

Washington DC mantuvo su alianza militar con Taiwán, cuya economía electrónica tuvo un crecimiento extraordinario en los años siguientes, y el gobierno de la isla pudo subsistir más allá del creciente crecimiento geopolítico de China.

taiwan2.png
Taiwán es la isla de Formosa, frente a China continental.

Taiwán es la isla de Formosa, frente a China continental.

La historia

Margaret Lewis, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Seton Hall, USA, especializada en China y Taiwán:

El gobierno de la República Popular China, en la práctica, ha sido eficaz en bloquear la participación de Taiwán en las entidades afiliadas a la ONU, pero esto no está dictado por la Resolución 2758: la resolución se trata de representación, no de participación. La participación significativa de Taiwán en las entidades afiliadas a la ONU es consistente con la letra y el espíritu de la Resolución 2758. El gobierno de la República Popular China, en la práctica, ha sido eficaz en bloquear la participación de Taiwán en las entidades afiliadas a la ONU, pero esto no está dictado por la Resolución 2758: la resolución se trata de representación, no de participación. La participación significativa de Taiwán en las entidades afiliadas a la ONU es consistente con la letra y el espíritu de la Resolución 2758.

A Taiwán solo le quedan 15 aliados diplomáticos, cuando eran 22 al asumir la presidenta pro Taiwán, Tsai Ing-wen, elegida en 2016, y reelegida en 2020.

La presidencia de Tsai también coincidió con la pérdida de Taiwán de su condición de observador en organismos afiliados a la ONU como la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), organismo rector de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

También fue excluido de la Organización de Aviación Civil Internacional desde 2013, por la presión de Beijing, que no menciona ni las palabras “Taiwán” ni “República de China” sino "los representantes de Chiang Kai-shek”, referencia al líder supremo de la República de China que gobernó en China y luego en Taiwán desde 1928 hasta su muerte en 1976.

Pero eso fue hace mucho tiempo. Los ciudadanos de Taiwán se ven a sí mismos como "taiwaneses" y no como exiliados chinos, según todas las encuestas.

Luego, Taiwán ya no pretende representar a la China territorial, eje del discurso derrotado en la ONU hace 50 años, explicó Julian Ku, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Hofstra en Nueva York.

Es la gran diferencia respecto de 1971 cuando la República de China afirmó que iba a ser el gobierno legítimo de toda China. Es por eso que había muy poca simpatía por la República de China en ese momento porque parecía que estaban haciendo afirmaciones increíblemente ridículas y excluyendo a 1.000 millones de personas de la ONU. Es la gran diferencia respecto de 1971 cuando la República de China afirmó que iba a ser el gobierno legítimo de toda China. Es por eso que había muy poca simpatía por la República de China en ese momento porque parecía que estaban haciendo afirmaciones increíblemente ridículas y excluyendo a 1.000 millones de personas de la ONU.

“A medida que pasaron los años, más y más países simpatizaron (con Beijing) y hubo diferentes razones para ello. La realidad política muy obvia era que la República Popular China tenía la mayoría de China y Estados Unidos era el único poder que estaba presionando a todos para que se adhirieran a la República de China. Después de un tiempo, estaba librando una batalla perdida”, dijo James Lin, profesor asistente adjunto de Historia de Taiwán en la Universidad de Washington.

En la década de 1950, los países no alineados y terceros más neutrales reconocieron inmediatamente a la República Popular China. Algunos aliados de Estados Unidos resistieron un poco. El gran cambio fue Francia en 1964 y muchas de sus antiguas colonias en África, particularmente África Occidental, siguieron el ejemplo francés. Estaban en la categoría 'No' en 1963 y luego en la categoría 'Sí' en 1965. En la década de 1950, los países no alineados y terceros más neutrales reconocieron inmediatamente a la República Popular China. Algunos aliados de Estados Unidos resistieron un poco. El gran cambio fue Francia en 1964 y muchas de sus antiguas colonias en África, particularmente África Occidental, siguieron el ejemplo francés. Estaban en la categoría 'No' en 1963 y luego en la categoría 'Sí' en 1965.

El regreso

Erin Hale recuerda que la ONU ha luchado por el reconocimiento de los gobiernos exiliados, llegando incluso a mantener el reconocimiento del régimen genocida del Khmer Rouge de Camboya en la década de 1990. En estos días se está debatiendo si reconocer al gobierno exiliado de Myanmar o al Talibán en Afganistán.

taipei.png
Moderna Taipei, capital de Taiwán.

Moderna Taipei, capital de Taiwán.

Uno de los paralelos más cercanos a Taiwán, el ahora reconocido estado de Palestina, tenía una ventaja: se le permitía elegir su propio nombre y constitución. Taiwán no puede postularse con un nombre como “República de Taiwán” o “República de Formosa” debido a su compleja relación con Beijing.

Bajo el llamado “Consenso de 1992”, Beijing y Taipei llegaron a una especie de compromiso que sostenía que hay una China pero no define quién la gobierna. Si Taiwán se libera del legado del gobierno de la República de China, Beijing lo consideraría una provincia separatista y desencadenaría un conflicto militar.

Por este motivo, las encuestas muestran que la mayoría de los taiwaneses están contentos con el inquietante statu-quo en el que son independientes en todo menos en el nombre.

El liderazgo de la ONU, por su parte, parece haberse puesto del lado de Beijing por ahora.

Pero la pandemia de COVID-19 puede haber cambiado algo a favor de Taiwán, al menos en el ámbito de las agencias relacionadas con la salud como la WHA y la OMS.

Reconociendo el éxito de Taiwán en la lucha contra el virus, recibió un apoyo significativamente mayor para regresar a la AMS como observador, incluso ganando el respaldo de las poderosas naciones del G7 para tener un asiento en la mesa.

Los problemas relacionados con COVID-19 también han llevado a Taiwán a encontrar nuevos aliados y cimentar las relaciones emergentes en lugares como Europa, donde su presencia antes de 2019 era limitada.

El canciller Joseph Wu viaja a Europa en estas horas, a visitar Eslovaquia y la República Checa y hablar en un foro en Roma. Lituania y Taiwán abrirán embajadas en sus capitales antes de fin de año.

Durante el fin de semana, el Departamento de Estado reveló que funcionarios de USA y Taiwán debatieron "apoyar la capacidad de Taiwán para participar de manera significativa en la ONU", incluidas "formas de resaltar la capacidad de Taiwán para contribuir a los esfuerzos en una amplia gama de temas".

China ha reaccionado con enojo, intensificando la presión política y militar contra la isla; en octubre, ejecutó un número récord de incursiones en su zona de identificación de defensa aérea.

El fin de semana, Beijing reiteró nuevamente su interpretación de la Resolución 2758, que reconoce explícitamente a “una China” y al gobierno de Beijing como el único representante de toda China.

La influencia de China en la Asamblea General de la ONU vuelve improbable muchos avances pero la nueva Guerra Fría puede hacer posible mañana lo que ayer parecía inviable.

Dejá tu comentario