Reino Unido estaría cerca de alcanzar su primer reloj cuántico en medio de una carrera global por el dominio de esa tecnología. El proyecto, llevado a cabo bajo estricto secreto, podría tener aplicaciones militares importantes pensando en las nuevas “reglas de juego”.
DESARROLLO
Reino Unido y el reloj cuántico militar: Para qué lo usará
El país europeo avanza en el desarrollo de la precisión extrema. La aplicación militar estratégica que podría tener el aparato.
20 de enero de 2025 - 14:12
El reloj cuántico usa un láser de alta precisión para tomar el movimiento de las particulas.
En ese sentido, fuentes cercanas al desarrollo aseguraron que las aplicaciones de dicha tecnología serían múltiples a nivel de defensa. Sobre todo en lo que hace a las técnicas de posicionamiento y precisión, dos factores clave a la hora de desplegar acciones bélicas minimizando los daños colaterales.
Un ejemplo de aplicación de Tiqker, como es llamado el reloj en cuestión, serían los sistemas de defensa ante ataques de enjambres de drones y otras aeronaves no tripuladas. Al respecto, la compañía contratista del proyecto británico Infleqtion UK admitió a la empresa de asesoría bélica Janes que el proyecto está dirigido a mejorar las capacidades balísticas.
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En Reino Unido esperan poder comenzar a usar la tecnología del reloj cuántico en los próximos cinco años, lo que daría lugar al ingreso del aparato al escenario bélico contemporáneo. Sobre todo pensando en una posible extensión de las tensiones entre Rusia y Ucrania o un agravamiento de la puja en el Sudeste asiático (Taiwán).
Qué es un reloj cuántico
Entre otras aplicaciones, el reloj cuántico también será implementado a nivel de ciberseguridad y vigilancia. Todos campos relacionados a redes militares encriptadas.
El reloj cuántico es un artefacto capaz de medir el tiempo con una precisión única. De hecho, supera a los actuales relojes atómicos, los aparatos activos más precisos disponibles en la actualidad.
A diferencia de su variante atómica, un reloj cuántico no pierde precisión con el paso del tiempo, retrasando tan solo un segundo en 3400 millones de años. Su funcionamiento se basa en la vibración de partículas que atraviesan un campo óptico.