El lunes 10 de junio de 2023 130 reclusas con enfermedades graves y terminales o con delitos menores fueron puestas en libertad por el propio presidente de Ecuador Guillermo Lasso como parte de un plan para reducir la sobrepoblación en las violentas cárceles del país, escenarios de motines y batalles campales narcos.
SUPERPOBLACIÓN PENITENCIARIA
Polémica en Ecuador: Lasso indulta a 130 reclusas y va por más
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, liberó de prisión a varias mujeres en su plan de reducir la superpoblación en las violentas cárceles del país.
En Twitter, explicó:
“Esta mañana presentamos el trabajo de muchos meses, con el cual se ha logrado el indulto a 130 mujeres, algunas de ellas con enfermedades catastróficas, terminales o raras; y otras, criando a sus hijos en las cárceles. No es justo ni aceptable que la prisión también sea para los niños”.
“Vamos a hacer seguimiento para que puedan reinsertarse en la sociedad. Ellas podrán acceder a un crédito de BanEcuador y sacar adelante un emprendimiento propio. Debemos evitar que vuelvan a delinquir y para eso necesitan oportunidades y las estaremos generando hasta el último día de mi gestión”.
El mandatario justificó la medida en su proyecto por formular políticas adecuadas para las personas privadas de su libertad en los centros penitenciarios que, según él, están sumidos en la violencia y el abandono que se reflejan en el “hacinamiento, los hechos de violencia y la falta de un efectivo sistema de rehabilitación” en base los datos del “Censo penitenciario 2023”.
Una medida muy polémica porque pone en peligro el orden público. Sin duda a nadie le gustaría habitar en ese ambiente inhóspito, pero ¿a qué llama el presidente delitos menores? ¿Quién es esta gente que volverá a sentir la luz del día y gozará de créditos de un banco público?
Supuestamente las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad buscan la reinserción social, pero si las cárceles fallaron en esa tarea, ¿la solución es volver a arrojarlas en la misma sociedad donde cometieron los delitos?
¿Cómo controlar la efectiva reinserción a la sociedad de aquellas personas que estuvieron por años sumergidas en ese ambiente tan caótico y violento? ¿No habrán guardado algún tipo de resentimiento contra las instituciones y autoridades que las descuidaron?
Crisis penitenciaria
El Ejecutivo de Lasso tildó en 2022 a las prisiones ecuatorianas de "bodegas de seres humanos y centros de tortura" al considerar la superpoblación que alcanzó los 39.000 presos en 2021.
En 2022 diversos medios locales comunicaron que la situación ya se había cobrado más de 400 vidas en 5 masacres carcelarias del país.
Los motines continúan estallando, casos tan violentos como en la provincia de Cotopaxi, y otro en una del puerto ecuatoriano de Guayaquil, dejaron al menos 21 muertos y 66 heridos en total.
En febrero el mandatario ecuatoriano suscribió un decreto con el propósito de ir concediendo indultos hasta llegar a una meta de 5.000 presos liberados siempre con la condición de que hayan sido condenados por delitos menores.
Según datos del censo, en 36 centros carcelarios, con capacidad para 30.134 personas, hay 31.321 internos. De ellos, 29.356 son hombres y 1965 mujeres (ahora serán 1835). cuya edad promedio ronda los 34 años y educación es básica.
"Luego del análisis individual, caso por caso, medir los riesgos, (vamos a) escoger a algunas de las personas detenidas para indultarlas", señaló el gobernante.
Expertos ecuatorianos explicaron que el estado carcelario es un reflejo del estado de corrupción ecuatoriano desde las más altas capas del Gobierno y la crisis institucional. También argumentan que “el uso excesivo de la prisión preventiva, una y “ la situación de pobreza".
Fernando Carrión, académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), opina que el pésimo estado carcelario se debe a la presencia narco en las cárceles que terminan convirtiendo a la prisión en un lugar de disputa entre bandas criminales, aunque la crisis también ha desnudado los problemas de hacinamiento, falta de presupuesto, escasa infraestructura, corrupción y deficiencias en la administración de justicia, entre otros factores.
“Las estructuras llegan al espacio carcelario. Las personas no son clasificadas allí según el delito cometido, sino por su afinidad con una organización. El caso más complejo es la penitenciaría del Litoral, que está cerca de Guayaquil, donde hay 12 pabellones. En cada uno, tiene hegemonía una de estas organizaciones. Entonces, cuando se busca reubicar a esas personas, se producen los amotinamientos".
Guillermo Lasso protagonizó otra polémica en abril cuando en medio de la irrefrenable violencia callejera en Ecuador, que incluye sicariatos, asesinatos, asaltos a bancos, promovidos por el crimen organizado y el narcotráfico, autorizó la tenencia y porte de armas de uso civil y el uso de aerosoles de gas pimienta "para defensa personal”, aunque aclaró que se prohíbe la fabricación, registro y tenencia de armas de fabricación artesanal.
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