El aumento de las personas sin hogar en USA( homeless) es un problema socioeconómico y un fenómeno sociocultural gravemente incrementado por y durante la pandemia del nuevo coronavirus. Tal vez el pasaporte a "la Libertad" para algunos, es la cárcel de muchos otros en un escenario de declinación de la movilidad social ascendente. Las calles de Manhattan son testimonio del 'cambio de época' poco satisfactorio.
LADO B
La otra epidemia de USA: Homeless invaden Manhattan
Familias enteras viven en la intemperie de USA, siendo California, San Francisco, Nueva York, Texas y Florida los lugares de mayor pauperización.
Cada año la población de personas sin hogar va en aumento en el país norteamericano y para los próximos 4 años se vaticinan que un 49% se quedará sin techo. Los motivos de esta tenencia son múltiples, pero las cifras son sumamente abrumadoras.
Reportes del Departamento de Viviendas y Desarrollo Urbano (HUD, por sus sigas en inglés) del año 2020 afirmó "que ya habían 580.466 personas sin hogar en USA".
El conteo que se efectúa para determinar la cantidad de indigentes se realiza anualmente, esto es para diagnosticar la cantidad de fondos federales que cada estado y sus ciudades necesitaran para estos fines.
Entre las variables que van de la mano de esta problemática se encuentran las malas políticas económicas, estereotipos sociales, violencia, alto costo de las viviendas, políticas bancarias y problemas de salubridad.
Pese a la existencia de recursos destinados a suplir las necesidades de estas personas en "shelters" o centros de acogida, USA no ha dispuesto recursos suficientes en ninguna de las administraciones demócratas o republicana para eliminar esta problemática que se visualiza como "la crisis de los países ricos" y que se agudizó luego de que explotara la burbuja inmobiliaria en el 2008.
Muchos desamparados son estigmatizados por su raza, sexo, orientación sexual, también lo son aquellas personas con diferentes problemas mentales, drogas, alcohol, las víctimas de violencia y son quienes deambulan por las calles. Categorización social que no excluye ni siquiera a los veteranos de guerra.
Familias enteras viven desafortunadamente en la intemperie, siendo California, San Francisco, Nueva York, Texas y Florida los lugares de mayor pauperización.
Argentinos que han viajado y estado en la 5ta Avenida afirmaron que es impresionante la cantidad de personas que duermen en la intemperie y que es peor, incluso, que la calle Florida de Buenos Aires.
Anthony Lewis, de 62 años, es un indigente de Nueva York y diabético que debe inyectarse insulina a sí mismo. Entre la enfermedad y la calle, sus pies son una fuente de dolor constante.
Lewis le cuenta al diario The City de Nueva York que hace meses que está esperando una vivienda de Safe Haven, que la ciudad proporciona a las personas que no se quedan en refugios. Sin embargo, según relata, "no fue observado por los trabajadores humanitarios sin hogar en la calle el tiempo suficiente para calificar".
Para poder acceder a una de estas viviendas, una persona debe pasar al menos un año viviendo en la calle para poder convertirse en candidato. Tema aparte la demás complicada burocracia. "Eso es una locura", dice Lewis.
California es el hogar del 28% de la población sin hogar de USA y el 51% de la población desamparada.
La otra cara de la moneda
En San Francisco, otro epicentro de la indigencia, los vecinos viven con miedo. Willow Street, entre Van Ness y Polk, tiene actualmente la mayor concentración de carpas en la ciudad, según los últimos datos.
Los residentes dicen que tienen miedo de conducir por Willow Street y la mayoría no se anima a caminar por ella de día o de noche. Dicen que el problema se ha disparado exponencialmente desde el coronavirus.
Lamentablemente, la indigencia trae consigo varias consecuencias. Hoy Willow Street es un espacio seguro para la droga. La basura acumulada en las calles trae problemas de salud y varios roedores enfermos.
Una persona que vive en una casa de la ciudad le dijo al diario CBS de San Francisco:
Otro problema es la violencia. La inseguridad ha aumentado, al igual que las amenazas a los residentes del lugar.
"He visto a gente pelear físicamente, y yo mismo me estaba yendo una vez y un hombre se acercó a mi auto y gritó obscenidades y me amenazó, lo cual fue realmente aterrador", dijo una residente anónima al diario local.
La gran cantidad de personas en las calles, está provocando un tema de salubridad pública, ya que muchos de los estados no cuenta con la cantidad de baños portátiles para que esas personas puedan hacer sus necesidades, llevándolos a usar patios, aceras y contenes para sus necesidades.
Los vecinos compartieron imágenes de una persona que orina y tira sus heces en la vereda. Otra foto muestra a un hombre que intenta entrar al garaje de una casa usando una botella para evitar que se cierre.
Toda esta situación, que no sólo sucede en San Francisco, afecta a los negocios de todos los lugares. El aumento de las compras telefónicas y el delivery han incrementado la crisis de los comerciantes. Las personas prefieren esperar la comida en sus casas que atravesar una calle con olor a pis y con miedo a que te amenacen y roben. Pese a la economía en alza de USA, muchos locales han cerrado sus puertas.
¿Por qué le dicen NO a los refugios?
La mayoría de las personas que viven en situación de calle prefiere dormir en el frío estadounidense antes que pisar un refugio y estar bajo un techo.
Esto se debe a que en muchos de estos lugares, el personal no está capacitado para hacer frente a las problemáticas que se generan. Muchos indigentes han denunciado robos dentro de los refugios mientras duermen por parte de otros indigentes.
Personas con discapacidades que se encuentran en la calle son blancos fáciles de estos delitos.
La violencia dentro de los refugios también es un problema. Muchas personas que acuden a dormir allí terminan golpeadas y amenazadas de muerte.