Los cambios previsionales en Europa no han caído bien a los trabajadores. En Francia la impopular reforma jubilatoria que incrementó de 62 a 64 años la edad mínima (y 43 años de aportes para pensión completa), provocó multitudinarias movilizaciones y huelgas.
RESONANCIAS
Efecto Francia: Los checos furiosos contra reforma previsional
Miles de trabajadores checos se manifestaron contra el posible aumento de la edad jubilatoria. Amenazan con protestas masivas, como las que ocurren en Francia.
Ahora en República Checa, más de 2000 trabajadores salieron a la calle para mostrar su desacuerdo con los planes de su gobierno. Criticaron principalmente el posible aumento de la edad jubilatoria a los 68 años, 4 años más que en Francia.
Los sindicatos, que exigen jubilación anticipada para profesiones exigentes, aumentos salariales para trabajadores del sector público y privado en labores que requieren especialización y una reforma tributaria, esperan que el gobierno dé marcha atrás con el revuelo.
De lo contrario, es decir si no logran llegar a algún acuerdo, comenzarán con protestas masivas y virulentas en todo el país como en el país administrador por Emmanuel Macron.
A modo de presión, los manifestantes coparon las calles de Praga, capital de República Checa, frente a la sede del Gobierno y apuntaron contra aquel proyecto de reforma de las pensiones .
En ese país, la parte básica de la pensión se determina según las posibilidades económicas del estado considerando la esperanza de vida y la duración e intensidad del trabajo.
Según las autoridades, la reforma busca combatir los déficit en el presupuesto general. De acuerdo con el proyecto, el aumento de la edad de jubilación afectará a los checos que cumplen este año 43 años y menos y busca establecer el límite a los 65 años a partir de 2027.
El líder de la Confederación de Sindicatos Checo-Moravos, Josef Stredula confió en que esta protesta servirá para que no “aumente la edad de jubilación". "Me alegraría mucho si tales protestas no se llevaran a cabo. Me gustaría ver estas cosas resueltas en un debate. Si no lo hacemos, el problema será aún mayor".
Caos en Francia
Desde que hace casi dos semanas de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aprobara por decreto haciendo uso de la 49.3, la impopular reforma jubilatoria que incrementó de 62 a 64 años la edad mínima, multitudinarias movilizaciones y huelgas no paran de sucederse.
Según cifras oficiales del Ministerio de Interior, en la protesta del jueves (23/03/23) participaron 1,09 millones de franceses.
Sorprendió la cantidad de jóvenes que salieron a manifestarse. Uno podría pensar que para ellos la edad jubilatoria es una idea lejana si tienen en cuenta los problemas en cuales aquellos están inmersos como el calentamiento global y el desempleo.
Y aunque podría responder a una preocupación general por su situación social futura, todo indica que la explosión de furia supera la reforma.
Lo que más molestó fue su modo de aprobación. El presidente Emmanuel Macron eludió al Parlamento, recurriendo al artículo 49.3 de la constitución francesa y hizo uso del decreto. Los opositores consideraron la medida como una amenaza para la democracia.
Más de 500 instituciones educativas, cien de las cuales están de paro desde el jueves 23 de febrero, aún siguen en huelga, tal como Sciences Po París, la Sorbona, la Universidad de Nanterre, Dauphine, la facultad de Lille 1, Lyon 2 y Toulouse 2.
A raíz del involucramiento de tantos jóvenes y la magnitud de su enfado contra el gobierno francés, algunos ya están trazando un paralelismo con el 'Mayo del 68'. El analista político Philippe Moreau-Chevrolet sostiene, en ese sentido, que Macron “es el presidente de los viejos" como De Gaulle, que tenía importancia para una ‘generación mayor’, pero no para la ‘generación joven’.
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