Estaba compuesto por Winston Churchill (Inglaterra), Konrad Adenauer y Walter Hallstein (Alemania), Charles De Gaulle y Robert Schuman (Francia), Paul Spaak (Bélgica), Alcide De Gasperi y Altiero Spinelli (Italia).
DECADENCIA DEL VIEJO CONTINENTE
De Churchill, De Gaulle y Adenauer a un gobierno de burócratas: irrelevancia europea en Munich
Los padres fundadores de la Unión Europea fueron un grupo que se unió tras una Segunda Guerra Mundial que había dejado más de 50 millones de muertos.
Adenauer lideró a su país desde las ruinas hasta a los germanos en una nación productiva. Lo mismo ocurrió con los referentes franceses, italianos y británicos. Consiguieron democracia, estabilidad, respeto internacional y prosperidad económica.
Sin embargo, en el presente Siglo, la confederación de 27 países se muestra debilitada. Europa ya no produce líderes globales y sus empresas van siendo desplazadas del mapa económico mundial.
Los ejemplos de una supremacía es hoy solamente un desvaído recuerdo, pues las instituciones de la Europa Unida están gestionadas por funcionarios que no son referencias para los ciudadanos comunes.
¿Cómo sabemos que la Unión Europea está en decadencia?
Actualmente, las diez compañías más valiosas del planeta son norteamericanas.
Las otrora todo poderosas de Francia, Alemania, Gran Bretaña o Italia han quedado postergadas.
Lo mismo ocurre con los mayores multimillonarios: casi todos residen en USA. Según Bloomberg, estos son los principales magnates:
-Jeff Bezos, fundador de Amazon
-Bill Gates, creador de Microsoft
-Mark Zuckerberg, dueño de Meta (Facebook, Instagram, Whatsapp)
-Larry Page y Sergey Brin, CEOs de Alphabet/Google
-Larry Ellison, fundador y accionista principal de Oracle
-Apple, creada por Steve Jobs, es la marca más valiosa del mundo
-Elon Musk, dueño de Tesla y Space X, residen en Texas
-la excepción es Bernard Arnault, dueño de Louis Vuitton y mayor fabricante de bienes de lujo del mundo. Su explosión, tal vez, sea temporaria ya que luego de la pandemia muchos millonarios decidieron “darse los gustos en vida” y por ello su holding tuvo ganancias extraordinarias.
Lo mismo ocurre con las universidades. Casi todas las mejores casas de altos estudios (que tradicionalmente estaban en el viejo continente) ahora tienen sede en la Unión:
La última lista elaborada por QS World University Rankings 2024 confirma el predominio de los estadounidenses.
El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Boston, aseguró la primera posición por décimo segundo año consecutivo.
Los resultados se basaron en el análisis de 17,5 millones de artículos académicos y las opiniones de más de 240 000 profesores académicos y empleadores de todo el mundo.
Harvard pelea mano a mano el segundo lugar con dos de las viejas líderes Cambridge y Oxford.
Stanford, San Francisco, ocupa el quinto lugar.
Si habláramos de Premios Nobel ocurriría lo mismo:
Estados Unidos tiene 400 y deberíamos sumar a casi toda Europa para llegar a un guarismo parecido: Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, España, Finlandia, Países Bajos, Polonia, Irlanda, Noruega, Hungría, Dinamarca, República Checa, Suiza y Bélgica.
¿Por qué se retrasó tanto Europa?
Existen muchas teorías sobre lo ocurrido. Una de ellas plantea que la necesidad de consensuar cada día políticas continentales diferentes entre los estados miembros no ha hecho más que quitarle fuerzas a los emprendedores locales.
Se repite a menudo una broma que señala: “ Estados Unidos lo fabrica, China lo copia y Europa lo regula”.
La desconfianza de los votantes de las antiguas naciones empieza a notarse en las urnas.
-se radicalizan hacia la derecha los votos en las democracias escandinavas,
-el nacionalista AFD gana terreno en Alemania y podría llegar al gobierno federal
-Marine Le Pen es una amenaza seria para Francia
-Vox tiene consenso en grandes espacios del pensamiento español
-los conservadores Georgia Meloni (Italia) y Víctor Orbán (Hungría) ya han ganado con amplitud los comicios nacionales
-los populistas han tenido éxito en los Países Bajos y Eslovaquia
La excesiva burocracia de Bruselas lleva a que la Unión Europea sea tricéfala.
Existe actualmente:
-la presidencia de la Comisión Europea ocupada por la alemana Úrsula Von del Leyen
-la presidencia del Consejo Europeo, desempeñada por el belga Charles Michel
-la presidencia del Parlamento Europeo que recae en el italiano David Sassoli.
¿Europa funcionaría mejor si se fusionaran tantos cargos distintos?
Esta farragosa organización resulta mucho menos dinámica que la que plantean los colosos de Washington y Pekin.
La irrelevancia de Europa quedó de manifiesto en la cumbre de seguridad de Munich donde el continente define qué hacer ante un proceso de paz en Ucrania donde Rusia podría salir favorecida y quedar instalada a las puertas de las potencias de la OTAN.
Para dimensionar lo que está ocurriendo basta decir con que la reunión no cuenta con la presencia de Donald Trump quien prefiere un diálogo bilateral con su par Vladimir Putin.
En el mundo el poder político y económico se concentra con un dramatismo nunca visto.
Una fila de millonarios asistentes a la asunción de Donald Trump lo dejaba claro: sumando la cartera de cada uno de ellos se superaba el PBI de cualquier potencia planetaria.
Europa vivió siglos de guerra hasta la mitad del Siglo XX. Luego, llegarían décadas de convivencia hasta la actualidad. Ahora, si quisieran dejar la intrascendencia, deberían prepararse para tiempos de liderazgos fuertes y competencia sana entre los estados miembros de la UE.