José Luiz Datena del Partido Socialista Demócrata (PSDB), le arrojó una silla por la cabeza al ultraderechista Pablo Marçal del Partido Renovador Laborista (PRTB) tras acusarlo de una supuesta agresión sexual. La agresión fue capturado por las cámaras TV Cultura en vivo, que se vio obligada a interrumpir el debate, y luego viralizada en las redes sociales.
Según Globo, Marçal fue trasladado al Hospital Sírio-Libanês y, según su equipo, sufrió una fractura de costilla. El hospital, sin embargo, aún no ha publicado un informe médico. El equipo de campaña de informó que tuvo que ser sometido a pruebas, incluida una tomografía computarizada. Además, un abogado del candidato acudió a la Policía Civil para presentar una denuncia policial contra Datena.
Provocaciones
Si bien los medios brasileños apuntaron que Marcal había provocado a Datena con fuertes acusaciones, el evento es otra señal de la creciente violencia en el entorno político. Parece que ya las palabras no bastan.
El episodio recuerda a otra escena bárbara entre políticos en Parlamento de Taiwán en mayo de este año. Los legisladores recurrieron las piñas, gritos y empujones en medio de una fuerte disputa sobre las reformas a la cámara.
De acuerdo con el citado medio brasilero, el ataque se produjo después de que Pablo Marçal citara una denuncia por acoso sexual contra Datena y lo “gastara” por ello.
La denuncia por abuso sexual fue realizada por la periodista Bruna Drews, en enero de 2019, pero por falta de pruebas, el caso se cerró y viró hacia uno por calumnias y difamación.
“Los playboys de la ciudad de San Pablo no saben lo que voy a decir ahora, pero los de los barrios marginales sí saben: ‘Hombre es hombre, mujer es mujer, violador es diferente’”.
“Aquí hay alguien que es ‘jack’ (violador”). Es alguien que está acusado de acoso sexual. Esa persona da pena. Quiero que le pidas perdón a las mujere. Solo tienes que buscar en Google, quizás estés pagando millones por el silencio de esa mujer, que además es una exempleada de Band. Explicá y pedí perdón a todo el electorado femenino de Brasil. ¿Le tocaste la vagina? ¿Cómo fue ese asunto de tu acoso sexual?”.
En un principio, Datena intentó minimizar las acusaciones de Marçal limitándose a explicar algunas cuestiones: “Fue una acusación en la que la Policía no vio pruebas ni investigó y la Justicia archivó el proceso. La persona que me acusó, se retractó públicamente y me pidió disculpas a mí y a mi familia”. En realidad la víctima, en una entrevista para el portal Universa, afirmó que fue “inducida por los abogados de Datena” a firmar la carta en la que se retractaba de la acusación.
“Fue un gran desgaste para mi familia. Ser acusado de un crimen así es terrible, y Pablo Marçal sigue siendo un ladrón de bancos, debidamente acusado y condenado”, siguió Datena.
Sin embargo, Mercal, inconforme, lo alentó a que lo atacara luego de contar que Datena lo había intentado agredir durante el debate de TV Gazeta el 8 de septiembre.
"No respondiste la pregunta. Queremos saber. Eres un idiota. Pasaste por el debate estos días para abofetearme y dijiste que querías hacerlo. Ni siquiera eres un hombre para hacer eso. No eres un hombre".
Fue en ese instante, que el socialista agarró una silla cercana a su atril y lo golpeó en la cabeza. Ante el inesperado ataque, el canal de televisión fue directamente a un aviso publicitario.
Según medios locales, el conflicto entre ambos candidatos continuó fuera del aire y tuvieron que detenerlos para evitar que se agarraran a trompadas.
“Lamentablemente perdí la cabeza. ¿No debería haberla perdido? No lo creo”, admitió el periodista, locutor y presentador de televisión brasileño que golpeó a su contrincante político y que fue expulsado del lugar del debate.
“Podría simplemente haber abandonado el debate y haberme ido a casa, hubiera sido mucho mejor. Pero, así como lloro, esta fue una reacción humana que no pude contener”.
Aún el popular Pablo Marçal, de 37 años, no se ha pronunciado en sus redes en las que cosecha 13 millones de seguidores, solo por detrás del presidente Lula y del expresidente Jair Bolsonaro. Ganó notoriedad como influencer dando charlas y cursos motivacionales sobre cómo ganar dinero fácil y "desbloquear la mente".
"Yo, un celular, Dios y el pueblo" es uno de sus lemas de campaña.
El derechista que se presenta como un siervo del pueblo tiene un estilo provocador y extravagante y un profundo sentimiento antiizquierdista. Medios locales aseguran que Marcal es un outsider y una amenaza contra el sistema que rompe el paradigma Lula-Bolsonaro.
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