PERIODISMO

LA CSJN Y CFK

Llamativo el error del diario La Nación

Pasiones y desinformación es una mala pócima para el ejercicio de la Justicia. En horas recientes ocurrieron algunos desatinos en la ajetreada Argentina.

Por una cuestión de honestidad intelectual quiero aclarar que aun no he leído la resolución interlocutoria, significa que no causa estado, dictada por la Corte Suprema en el caso que tramita ante el Tribunal Federal oral Nº 2 en la causa conocida como “Vialidad”. 

En este sentido diría que estoy escribiendo políticamente hablando desde la posición original y detrás del velo de la ignorancia.

La Corte ha ejercido una facultad discrecional, propia de sus atribuciones que es el de tramitar un recurso de queja y con ella la posibilidad de solicitar la remisión del expediente respectivo.

La Corte no resolvió suspender la tramitación del juicio como han difundido varios medios periodísticos, tal como lo acaba de declarar el Dr. Jorge Gorini, presidente del Tribunal oral federal Nº 2 afirmando, además, que por el momento el trámite procesal no está suspendido.

Además dijo que hay nueve recursos extraordinarios de las defensas que aun no han sido resueltos. Presumo que se trata de “quejas” ya que si hubieran sido concedidas el proceso estaría condicionado a sus resultados.

La Corte si acogiera los recursos obviamente suspendería el trámite del juicio hasta tanto se resuelvan. Esto es normal. Una vez que la Corte resuelva los recursos analizaremos sus contenidos y podremos estar o no de acuerdo, pero esto ya es harina de otro costal.

Me parece grave que un diario como “La Nación” titule una nota de uno de sus editorialistas políticos afirmando “La Corte Suprema ya votó por Cristina Kirchner”, ya que ese imprudente titulo ha generado falsos debates y ha transmitido a la sociedad una suerte de parcialidad lesiva a nuestro ya débil sistema institucional. 

No existe un buen o mal fundamentalismo. Una cosa es lo fundamental que, tiene que ver con lo esencial y otra el “fundamentalismo” que no es ni más ni menos que una suerte de fanatismo o sofistica, que según Jacques Maritain es una enfermedad viciosa del espíritu. 

Tampoco se puede firmar seriamente que la Corte “….ignoró el principio constitucional de la igualdad ante la ley y creó un pésimo precedente” o que “Es necesario, para medir el tamaño de la injusticia, profundizar en el desvarío de la Corte Suprema.” 

Joaquín Morales Solá, de él se trata, está diciendo que los integrantes de la Corte han perdido la razón o cayeron en el delirio, si nos atenemos a una de las acepciones de esa palabra.

Para uno y para otros es muy difícil opinar sobre el derecho desde la objetividad posible en los seres humanos, pero diría que es impudente opinar o emitir juicios desde la posición del “lego”, máxime cuando esas posiciones responden más a deseos propios o incluso colectivos y se hacen desde uno de los bordes de la grieta.

A este juego de “legos” se sumaron muchos que opinan en base a terceras opiniones que de ningún modo conforman unanimidad. Reclamamos a otros el cultivo de las virtudes republicanas, pero no podemos negar que el enano “anti” es más peligroso que otros enanos que suelen habitar nuestro espíritu.

En todo esto hay una dosis de hipocresía y para no sumarme al coro de hipócritas, hay como un intento de mostrar virtudes que pertenecerían a unos “pocos” cuantos, los demás los que nos resistimos a quedar prisioneros de la grieta o de falsas alternativas que, por otra parte, ninguna podría calificarse como razonable vendríamos a ser los contaminados.

Este hecho ha mostrado una vez más el grosor de nuestras desmesuras y que toda polarización conduce al odio, lo opuesto al bien común. 

Ahora es probable que si el juicio se inicia normalmente, muchos se consideren los “héroes” y para ello sería mas fácil que los “legos” redacten la sentencia porque parecería que el trámite procesal es innecesario. 

La cuestión de las demoras en los trámites procesales es otro tema.

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