EXCLUSIVO 24

MAMARRACHO COMUNICACIONAL DEL GOBIERNO

Tapar el sol con un club: la bandera no es unidad en tiempos kirchneristas

Muchas veces, por entusiasmo o desconocimiento, algunas personas o instituciones hacen un uso inadecuado de este símbolo patrio. Pero que lo haga un Presidente resulta inaceptable. La comunicación del Gobierno suele ser motivo de críticas y polémicas. Las referidas al de Alberto Fernández tienen varios capítulos, pero tapar la bandera no resiste ni a los fanáticos.

 

 

¿Habla demasiado Alberto Fernández? ¿Se expone innecesariamente a errores, contradicciones, sobreactuaciones? ¿Le sirve para generar empatía con la población? ¿O provoca más ruidos que cercanía? 

La comunicación del Gobierno de Alberto Fernández está bajo la lupa de varios analistas. Así, como en efecto, ha ocurrido con todos los gobiernos. Pero, las falencias de su breve gestión llegan a límites impensados: ¿tapar el sol de la bandera argentina con la camiseta de un club y un par de pañuelos blancos, símbolo de las Madres de Plaza de Mayo? 

El mandatario, hincha de Argentinos Juniors, club en el que debutó Maradona, puso además a disposición de la familia del astro del fútbol la sede de Gobierno para la realización de la capilla ardiente y decretó 3 días de duelo nacional.

Cierto es que muchas veces, por entusiasmo o desconocimiento, algunas personas o instituciones hacen un uso inadecuado de este símbolo patrio. Pero desde un Gobierno hace demasiado ruido, y no solo por el mal uso, sino justamente porque lo primero que destruyó fue "la unidad" que la bandera representa.

Meses, o mejor dicho, años intentando quebrar una "grieta" que permanentemente vuelve a sacar a la luz pese a su intento por "erradicarla" como él mismo declaró.

Maradona fue un visitante asiduo de la Casa Rosada. En efecto, usó el balcón como pocos, desde Raúl Alfonsín que se dio el gusto de recibir de sus manos la copa Jules Rimet y después le regaló el escenario de la plaza repleta para él y la selección, hasta Cristina Fernández que también lo hizo saludar desde allí. 

En el medio visitó a Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Néstor Kirchner, Alberto Fernández e inclusive Mauricio Macri, de quien se convirtió en un crítico feroz y al que más le esquivó fotos y encuentros.

Pese a ello, con su muerte la grieta se desvaneció ayer: Macri fue uno de los primeros en expresar sus condolencias tras el fallecimiento, e inmediatamente lo hizo Horacio Rodríguez Larreta y los porteños pudieron ver en primera persona cuando ordenó iluminar los principales edificios de la ciudad en honor a Diego.

Entonces, ¿por qué ir en sentido contrario? ¿Por qué no "aprovechar" los gestos de unidad?

Hace menos de 2 meses, el analista Artemio López casi que le advirtió al mandatario que "representar a todos en esta situación de polarización no se puede, hay un ocaso de la tercera vía en la Argentina, y ya lo intentaron (Sergio) Massa y (Florencio) Randazzo, todas experiencias en las que Alberto Fernández estuvo y en un rol protagónico, porque no paró de hacer cosas que no funcionan electoralmente. La no polarización no funciona, el negocio es mantenerla".

Parece que Alberto tomó nota, y fue más allá...

 

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