EXCLUSIVO 24

MÁXIMO, HORACIO Y LA CSJN

Se ha formado un triángulo

Tal como la unidad de los argentinos fue el discurso del aislamiento social en la pandemia, el enfrentamiento indica que las sucesivas cuarentenas han terminado. En el oficialismo, Alberto Fernández fue la imagen de la 1ra. etapa y Máximo Kirchner intente emerger como la imagen de la 2da. etapa. De todos modos, el maltrato para con Horacio Rodríguez Larreta ya lo había comenzado Alberto, y ahora Máximo lo profundiza. Pero Rodríguez Larreta deberá agradecerles, con veneración, el espaldarazo que le han dado, quemando todas las etapas previas que podrían bloquearlo como líder de Juntos por el Cambio. Evaluado desde este punto de vista, un disparate lo que hizo el FdT.

Máximo Kirchner, diputado nacional (Frente de Todos - Provincia de Buenos Aires), le dijo a sus colegas de la Cámara Baja que lo escuchaban:

Es preocupante que haya sectores sociales que se creen superiores al resto. Un diputado decía que quienes le respondían no eran abogadas y abogados. (Fernando) De la Rúa era abogado y volcó el país en 2 años. Y un tornero que perdió el dedo laburando en Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva) lo sacó para adelante."

Máximo es hijo de 2 abogados (Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner) y nunca fue tornero pero su reconstrucción histórica requiere algunas consideraciones.

Es posible encontrar algunas similitudes entre De la Rúa y Lula da Silva. Por ejemplo:

** No heredaron un país 'en llamas': el argentino lo recibió de Carlos Menem y el brasilero de Fernando Henrique Cardoso.

** Ambos protagonizaron ocasos muy traumáticos: De la Rúa, por el abandono de su propia coalición que lo había llevado al gobierno -la Alianza UCR Frepaso- y al final el golpe de Estado civil liderado por la Provincia de Buenos Aires; Lula da Silva, por la traición de su aliado, Michel Temer, quien derribó con mentiras a Dilma Rousseff y luego entregó a Lula a los promotores de la Operación Lava Jato, quienes le impidieron regresar al gobierno, llevándolo primero a la prisión, y ahora a una precaria libertad condicional.

Pero lo interesante de Máximo Kirchner -o de quien le haya ayudado con su discurso- es la alusión a Lula, horas después de la 2da. vuelta en las elecciones de medio término en Brasil, que ha resultado un colapso para el ex Presidente: por 1ra. vez desde 1985, el Partido dos Trabalhadores no gobernará ninguna ciudad importante del país. En general, hay coincidencia en que 

** la votación fue "ni Lula ni Bolsonaro". Al presidente Jair Bolsonaro, que ni siquiera tiene partido político, también le fue mal. Pareciera que los brasileros se han cansado del antagonismo que en la Argentina lo llaman 'grieta';
** hay un acelerado proceso de construcción de una coalición de centro, más de centroderecha que de centroizquierda.

Es un enfoque bastante similar al de Horacio Rodríguez Larreta, el político que recibe tanta atención de parte de la familia que controla el Frente de Todos.

Rodríguez Larreta ha decidido 'saltar la grieta' y su discurso político vuelve, una y otra vez, a la necesidad de unidad nacional, diálogo y consenso. Acaba de reiterarlo, pese a la quita, muy cuestionable, de una cantidad extraordinaria de recursos, quizás $65.000 millones anuales.

En la extenuante sesión legislativa del lunes 01/12 y el martes 02/12, abundaron las críticas a Rodríguez Larreta de parte del oficialismo en la Nación, que pretendió justificar su ataque en la opulencia porteña y una injusta asignación de parte de Mauricio Macri.

En cambio, en su conferencia de prensa, Rodríguez Larreta enfatizó que no transitará la 'grieta', refugiándose en una victimización que apuesta por obtener la solidaridad de millones de ciudadanos.

Los estilos son bien diferentes. Posibles presidenciables 2023, ambos son exponentes no sólo de discursos opuestos sino de apelaciones distintas a la opinión pública.

En Máximo Kirchner hay una necesidad de presentarse como un justiciero que le quita a la millonaria Ciudad Autónoma, recursos que le asignaron en forma injusta, y redistribuirlos entre los territorios carenciados.

Es la 2da. vez consecutiva que Máximo Kirchner busca ese posicionamiento. Ya lo habia hecho con el Impuesto a las Grandes Fortunas. Pero puede resultar un discurso fuera de época. Quizás sea un mal consejero quien le insiste en que intente asimilar reivindicaciones como las del papa Jorge Bergoglio.

La redistribución de la riqueza de otros es el sueño permanente del populismo, siempre frágil en sus propuestas de generación / acumulación de riqueza.

En Rodríguez Larreta hay una decisión de apelar a lo emocional. No habló demasiado de números, apenas expuso las cifras emblemáticas. Él prefirió lo conceptual. Formuló su reivindicación de la unidad de los argentinos, pero antes agradeció a los integrantes de Juntos por el Cambio y algunos aliados que votaron contra la iniciativa oficialista.

Rodríguez Larreta volvió al agradecimiento en el momento de las preguntas y respuestas del periodismo, y concluyó mencionando a un par de aliados que había omitido en su mención inicial.

Resultó evidente que, mientras Máximo intenta emerger como líder del oficialismo que comanda su madre, Rodríguez Larreta -nominado por los Kirchner como líder opositor- le dedicó una porción considerable de su esfuerzo a buscar el respaldo de los suyos y proponerles una construcción política más participativa que la que ejerció Mauricio Macri.

Tanto Máximo Kirchner como Rodríguez Larreta reclaman un reconocimiento de sus liderazgos pero son jefaturas bien diferentes en sus diagnósticos y propuestas para el presente y futuro de la sociedad argentina.

Rodríguez Larreta exhibió, además, una marcada diferenciación de los otros líderes del espacio Juntos por el Cambio, en especial de Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

Sin duda hay espacio ciudadano para la propuesta de Rodríguez Larreta. Hoy existen más sufragios disponibles para la unidad nacional que para la reivindicación de la grieta. 

Es extraño que Máximo Kirchner haya decidido transitar el espacio de la grieta cuando su madre, Cristina Fernández, tuvo que buscar a Alberto Fernández para conseguir los sufragios que le faltaban porque no le alcanzaba con sus votos de la grieta.

Enorme desafío pero gran oportunidad la de Rodríguez Larreta para demostrar que es posible un ajuste racional. Él será un espejo contra el que comparar el otro ajuste que ejecutará la Nación. Sucede que el FMI presiona por un ajuste de la Nación, con consecuencias provinciales y municipales.

Es otra curiosidad del momento: luego de haber resultado espejo tanto de Nación como Provincia de Buenos Aires en el abordaje sanitario de la pandemia y en la salida del aislamiento social preventivo obligatorio -fundamento de su reconocimiento positivo nacional-, Rodríguez Larreta tiene la oportunidad -ofrecida por el kirchnerismo- de volver a marcar diferencias.

Mientras tanto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación es invitada a integrar el  triángulo y no tiene cómo evitarlo. El triángulo es entre Máximo Kirchner, Rodríguez Larreta y la CSJN.

Cuando en muchos expedientes el kirchnerismo querría que la CSJN ofreciera fallos expeditivos, en este caso espera / necesita que lo postergue en todo lo posible. Al revés, Rodríguez Larreta reclama que la CSJN se pronuncie cuanto antes.

Así el electoral 2021 echó a rodar, con un dato: no habrá chance alguna para el FdT en Ciudad de Buenos Aires.

Dejá tu comentario