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MUERTE DE MARADONA

Investigan si hubo homicidio culposo, pero Luque se defiende: "No soy responsable de nada"

En la mañana de este domingo 29/11 fueron allanados el domicilio y el consultorio del médico neurocirujano de Diego Maradona en el marco de la causa en la que se lo imputó por homicidio culposo. "Estoy a disposición de la Justicia, con Diego hice lo mejor que se podía”, se defendió este domingo 29/11 Leopoldo Luque.

"Si de algo soy responsable con Diego es de amarlo, de cuidarlo, de extenderle la vida y de mejorársela hasta lo último. Yo hice lo imposible para eso: conseguí que pueda acceder al psicólogo, al psiquiatra… Conseguí lo que nadie podía", precisó el médico.

El allanamiento fue ordenado por  el juez de Garantías de San Isidro, Orlando Díaz, con el fin de recolectar información vinculada a la salud del astro mundial, fallecido el pasado 25 de noviembre. Así las cosas, la Policía bonaerense ingresó el domicilio de Luque en horas de la mañana de este domingo 29/11 y se retiró con la historia clínica de Maradona y varios dispositivos electrónicos. Asimismo, en simultáneo, fue allanado el consultorio del médico de avenida Del Libertador 5990 por la Policía Federal.

"Son procedimientos legales que desconozco y no voy a cuestionar. Yo estoy a disposición de la Justicia. Sé lo que hice y cómo lo hice con Diego y por Diego hasta último momento. Y puedo mostrar y contar todo", destacó Luque al tiempo que precisó que "les dimos toda la información que nos pidieron, incluidos discos rígidos personales que tengo desde hace 20 años".

Si bien inició la improvisada conferencia de prensa tranquilo, con el correr de los minutos fue dándole paso al enojo aunque nunca perdió claridad para dar cuenta de cuestiones inherentes al tema médico-paciente, su relación con el Diez y la personalidad del ex futbolista.

"En cuanto a las cosas que se dicen, no las puedo ni leer, porque estoy muy mal porque se murió mi amigo. Estuve en el velorio, en el entierro y vi gente que ni había visto nunca y qué se diga que no estuve con él, no lo pude creer(...) Yo no soy el responsable de todo esto", manifestó.

En relación a la salud de Maradona en sus últimos meses, el doctor reconoció: "Diego tenía muchos problemas desde antes que yo lo conozca. Pero él siempre decidió. Diego no es insano. No se lo puede invadir. Para invadirlo había que judicializarlo, y considerar un tema psiquiátrico, cosa que no se hizo porque no era necesario. No escuché desde los medios decir nada acerca de eso."

Con los minutos, también el profesional fue dando lugar a la emoción, al punto de llegar a quebrar en llanto al ser consultado si se reprochaba de algo: "No sé, pienso todo y me gustaría que esté acá. Él quería una vida, que era mala", aseveró con la voz quebrada.

"Yo traté de acompañarlo. Lo saqué a pelotear, no quiso; lo quise traer a mi casa… Era la vida de él. Extrañaba mucho a los papás. Le cambiamos la vida a lo último y él se fue… Es muy injusto, y lo volvería hacer y volvería a pasar por todo, la Policía en mi casa... No me reprocho nada, estoy orgulloso de lo que hice", añadió.

En la continuidad del diálogo con los periodistas, Luque remarcó que estará a disposición de la Justicia aunque aclaró: "Sé lo que hice con Diego, por Diego hasta el último momento, tengo todo para mostrar, y estoy absolutamente seguro de que hice lo mejor con Diego, lo mejor que se podía".

En las últimas horas, trascendió que el astro del fútbol mundial había tenido una discusión muy fuerte pocos días antes de morir con Luque, un episodio que hasta habría involucrado un empujón.

Las personas encargadas de contar dicha información fueron dos testigos que ya declararon en el expediente por la muerte del ídolo. Se trata de uno de los enfermeros que asistía a Diego y de su histórica cocinera, Romina Milagros Rodríguez, conocida como Monona. Ambos revelaron que el jueves previo a su muerte, es decir el 19 de noviembre, Maradona tuvo una pelea con Luque y que hubo un empujón en la misma.

Sobre ese cruce, el médico detalló: "Sobre el encontronazo: ese jueves yo entré a la casa. Me dicen que no quiere recibir a nadie. ¿Quién era el único que podía entrar a la habitación? Yo. ¿Por qué? Porque sabe, sabía, quien soy yo. Lo que yo le explicaba a Diego era difícil. Muchas veces me ha echado. Y después me llamaba. Lo que yo hacía era llevarlo a un clínico, un oftalmólogo, un gastroenterólogo. Porque si yo no estaba al lado, no se sacaba ni una media. Y cuando él se enoja o se pone mal, echa a todo el mundo. ¿Qué se hace cuando pasa eso? Leer las estupideces que escriben y dicen, realmente dañan su memoria.. El a lo mejor me veía llegar y me decía 'Luque, dejame tranquilo, estoy bien, la concha de tu hermana"'. Y yo le pedía que haga un esfuerzo más. En los últimos días me preguntó: '¿Hasta dónde querés llegar?' Y yo lo que quería era que se levante de la cama, que reciba a sus hijas, que camine."

"Ese jueves me echa. Y yo le digo que para que yo me vaya, él primero se tenía que levantar de la cama. Y después, agarrarme. Yo, de tonto, me distraje con el teléfono y ya lo tenía encima. Yo corro y salgo de la habitación. Me como una galletita porque no había desayunado. El sale de la habitación y me dice: ´Pero Luque sos pelotudo, te dije que te vayas', y se ríe comentándole al enfermero que en mi casa no me daban de comer. Yo corro para la puerta, veo que se me viene y me caigo. Y él se ríe. Al otro día yo voy a sacarle los puntos a Diego. Me mira y me dice: 'Ah, tenés miedo, eh'. Y nos reíamos. Así era mi relación con él", añadió al respecto.

También hubo cuestionamientos en relación a si fue un error haberle permitido abandonar la clínica Olivos. "Diego es un paciente de alta, todo lo que se logró era por de más. Necesitábamos el consentimiento de Diego. No lo pueden retener y se va. El alta lo tenía. Yo no puedo obligar al paciente a hacer una rehabilitación si él no quiere. El ya estaba de alta, pero tenía que convencerse de mejorar. Todos estábamos reunidos para ver qué era lo mejor para Diego. Todos. La función de Luque, poder lograr lo más difícil: la voluntad de Diego. Porque nada se podía hacer sin su voluntad. ¿Por qué no averiguan quién era Diego como paciente? "

"Hablan del entorno, pero el supuesto entorno hacía lo mejor para él. Diego quería una vida, pero que era mala", dijo Luque y confesó: "Yo hace rato lo veía triste y se estaba castigando, pero no lo iba a permitir porque era un amigo. Extrañaba mucho a sus papás".

"Yo voy a sacarle los puntos el viernes de la semana pasada y vuelvo el domingo. Siendo neurocirujano, mi función ya había terminado el viernes. Y en la clínica igual. Su hematoma en la cabeza era quirúrgico, había que operarlo. Te quiero ver a vos, con Diego muerto con un hematoma en la cabeza. Yo no podía dejarlo así. Su deceso no tuvo que ver con eso. Se lo operó. Salió bien. Control tomográfico bueno, alcohol no tomaba. Genial. Pero aproveché la situación para avanzar, y con la excusa de decirle que era algo vinculado al tema de la operación logramos meterle un psicólogo, un psiquiatra. Todo lo que hice fue de más. No de menos."

"Desde el primer día a mi lado hubo un equipo de salud mental detrás de esto. No es que yo daba órdenes. Pero decían: 'Necesitamos a Luque porque es el único que le llega a Diego'. Hablan de la estupidez de que yo lo externo, ¡cuando yo soy el que lo mete en la clínica!¿Quién fue el que casi se agarra a piñas para llevarlo a la clínica? ¡Yo soy un médico! ¡No soy ni policía, ni juez!".

El médico también se refirió al presunto informe sobre la necesidad de un desfibrilador y una ambulancia en la casa del barrio privado de Tigre: "Todos estuvimos reunidos para ver qué era lo mejor para Diego: familiares, Swiss Medical, psiquiatra, psicólogos, todos. ¿Función de Luque? Poder hacerle entender algo a Diego, poder lograr lo más difícil de todo, que era la voluntad de Diego, porque nada se podía hacer sin la voluntad de Diego".

Es por eso también, según explica Luque, que no se podía llevar a Maradona a un neurosiquiátrico, "porque no había criterio médico",  y tampoco a un centro de rehabilitación porque "requería la voluntad" de Maradona, que "era imposible".

"Entonces dijimos, qué podemos hacer? Vamos a intentar llevarle esto, lo otro, se firmaron papeles, firmaron muchas personas y se intentó hacer de todo. Ahora, Diego podía hacer así (chasquea los dedos) y deshacer todo y nosotros no podíamos hacer nada".

Respecto a los cuestionamientos por haberle otorgado el alta cuando quizá era necesario extender más tiempo la estadía de Maradona en la clínica Olivos luego de su operación por el hematoma subdural, precisó: "Hubo criterio médico, porque tras operar a un paciente, a las 24, 48 y a veces 72 horas, depende del paciente, está en criterio de alta. No hubo error médico, de parte de nadie", señaló.

"Diego tuvo un evento fortuito, un ataque cardíaco en un paciente que, con las características de él, es lo más normal del mundo que muera así. Lamentablemente, es un hecho que podía pasar antes o después. Se hacía todo lo posible para disminuir la chance", remarcó Luque al tiempo que sostuvo que la clínica "actuó perfecto".

"Yo extendí todo lo que pude la internación. Y lo que logramos después fue tratar de persuadir a Diego que era necesario meter gente cerca suyo. La excusa que le poníamos era que era por la cabeza. Cuando en realidad la cabeza ya estaba bien", agregó.

El día que Maradona fallece, el médico se encontraba operando en Berazategui: "Cuando me dicen 'Diego no reacciona', enseguida llamo a una ambulancia, cancelo otra operación y me voy para su casa. Mientras tanto, llamo a Swiss Medical para que manden un helicóptero, porque me dieron a entender que era algo grave".

Para concluir, apuntó sobre el curso judicial que tomó el caso: "No sé qué están buscando. ¿Un culpable? Cuando yo no lo veo en ningún lado. Porque si le quieren echar la culpa a una pobre enfermera o no sé quién... ¡Qué lo hagan, yo qué se! A veces dicen que una cabeza tiene que rodar, no sé por qué, pero con Diego se hizo lo mejor, lo mejor que se pudo".

Luque dejó en claro que "lo veía triste" hace rato a Maradona, que se "castigaba", que durante tres días no salió de la habitación y que sintió que se había entregado. "Estaba solo, él muchas veces quería estar solo. No tengo dudas de que la familia lo amaba", se sinceró angustiado.

"Yo no vi buenos y malos, el más bravo era Diego", lo describió y volvió a decir: "Diego hacía lo que quería". Y blanqueó lo que sentía: "Yo a Diego lo amaba, era un papá para mí, no era un fanático de Maradona, era un fanático de Diego, era mi paciente preferido".

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