EXCLUSIVO 24

LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN 2020

Incompetencia

Los sucesos en Plaza de Mayo durante el jueves 26/11 no fueron una nimiedad. Resultaron gravísimos desde diferentes puntos de vista pero, en especial, colapsó el dispositivo de seguridad dentro de la Casa Rosada, jurisdicción de la Nación, no de la Ciudad de Buenos Aires, porque es un espacio federal, no del ex municipio. Y puso en riesgo el dispositivo militar previsto por el Regimiento de Granaderos de Caballo para defensa de la seguridad del Presidente. El ministro Eduardo De Pedro puede escribir los tuits que prefiera pero quienes tienen la información saben qué ocurrió, y la ministra Sabina Fredric vuelve a estar expuesta al debate acerca de su idoneidad para desempeñar la responsabilidad encomendada.

En la tarde del jueves 26/11, intentando minimizar el fiasco, el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, decidió seguir al pie de la letra -al fin de cuentas, él es un militante- el discurso de moda en el Frente para la Victoria, vertiente La Cámpora, desde que Cristina Fernández de Kirchner enfocó a Horacio Rodríguez Larreta como probable rival 2023. 

Pero dentro de la Casa Rosada, la fuerza de seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires carece de jurisdicción. En ese territorio federal, se habían dispuesto, en forma alternativa, efectivos de Gendarmería Nacional, Policía Federal y Policia de Seguridad Aeroportuaria

En el Patio de las Palmeras, un terreno dentro de la Casa Rosada, que rebalsó de gente desalojada para que Cristina Fernández de Kirchner pudiera despedirse a solas de Diego Armando Maradona, ocurrieron incidentes que obligaron a una respuesta lacrimógena de parte de Gendarmería Nacional cuando el presidente Alberto Fernández y su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, solicitaban desde un balcón calma a exaltados asistentes instalados en la Plaza.

Sin embargo, De Pedro insistió en apuntar contra Rodríguez Larreta y su adjunto, Diego Santilli a causa de otros incidentes que sucedieron afuera de la Casa Rosada, y que la Ciudad atribuyó a una orden y contraorden de parte de la coordinación de seguridad que ejercía Nación acerca de no dejar pasar más personas desde la avenida 9 de Julio hacia Plaza de Mayo, que se superpuso con la extensión del horario del velatorio de Maradona, a su  vez modificada por el corte abrupto de esa ceremonia. 3 decisiones casi coincidentes pero simultáneas.

Tal como lo explicó por la noche la periodista Rosario Ayerdi (No Va Más, FM Milenium), quien llegaba de Casa Rosada, "todos los que estábamos en Casa Rosada conocíamos la verdad. Que en el Patio de las Palmeras intervino Gendarmería Nacional".

Así fue como la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, volvió a ubicarse bajo la lupa.

Un responsable del comando de las fuerzas de seguridad debe conocer de Seguridad lo suficiente como para ordenar a los oficiales a su mando y no solamente pedir opiniones acerca de qué sería lo más conveniente, y menos cuando se trata de varias fuerzas concurrentes.

Cuando las fuerzas de Gendarmería y de la Policía Federal establecieron el doble anillo de protección fuera de Casa Rosada, en el momento que algunos asistentes intentaban escalar la reja de protección, ya era tarde, los incidentes habían terminado.

En el año que está por cumplir en el cargo, Frederic es la integrante del gabinete cuya capacidad para el cargo que le encomendó el Presidente más se ha debatido. Mucho más que la de María Eugenia Bielsa, quien sin embargo sí fue relevada. 

Pero no es Frederic la responsable de su postulación a esa responsabilidad sino el Presidente, quien además la ha mantenido en funciones, probablemente por capricho antes que por convicción. O quizás ocurrió que él confió en que el aislamiento social preventivo obligatorio convertía la seguridad en capítulo secundario ante la crisis sanitaria.

Sin embargo, el resultado se encuentra delante de todos: primer evento colectivo pos aislamiento, y la situación se convierte en un caos... dentro de la Casa Rosada.

Esto va más allá de la decisión de romper el aislamiento social para una ceremonia fúnebre, la convocatoria gubernamental a la asistencia -realidad que vuelve mentirosa la afirmación del Presidente acerca de que "si no hacíamos esto, hubiese sido peor"-, y toda la irresponsabilidad oficial para intentar aprovechar desde la política la muerte de una figura pública muy cercana al Frente de Todos.

En términos estrictos de la seguridad pública, el comando de la operación fue un fracaso. Y cabe preguntarse cuáles serán las consecuencias de lo sucedido. El Presidente puede ahorrarse las consecuencias e intentar, una vez más, negar lo obvio; o redefinir algunas cuestiones al cumplirse 1 año de su mandato.

Precisamente el aniversario de los 12 meses iniciales de su gestión resultaría un momento adecuado, no traumático, para revisar algo así como un relanzamiento pos pandemia.

Ahora bien, es muy llamativo que el Presidente haya declarado la pospandemia antes del arribo de las vacunas contra covid-19. El Presidente declaró la pospandemia en ocasión de un evento paragubernamental que, creía él, le permitiría un rédito en términos de repercusión en la opinión pública, para lo cual avanzó en la organización de un festejo fúnebre.

En definitiva, la pospandemia fue declarada en el disparo de inicio del año político 2021, y la seguridad salió pésimo. Es cierto que en el Frente de Todos cae mal la palabra "meritocracia", que se la asocia al discurso político de la derecha, una cuestión muy insólita, tal como lo es que la palabra "progresismo" se asocie a la izquierda. Pero de alguna manera hay que ubicar en tiempo y espacio el premio a quienes cumplen con su tarea y quienes fracasan. Por ejemplo, Frederic no da la talla, y nuevamente acaba de quedar demostrado.

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