EXCLUSIVO 24

¿CUÁL ES EL FUTURO POST PANDEMIA?

Entre venta de bonos desde China y la caída del dólar, Trump no puede escudarse más con la economía

Al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cada vez que le preguntan por el Coronavirus o por estallido social en rechazo al racismo, la violencia policial y la falta de diversidad, contesta hablando de la economía y de lo "grande" que es Estados Unidos. Pero la gran pregunta detrás de su discurso es: ¿hasta cuando aguantará la economía norteamericana? teniendo en cuenta que el dólar pierde valor, la venta de bonos del Tesoro de Estados Unidos continúa en todo el mundo y la caída del desempleo no es suficiente. En tanto China se sigue recuperando.

Faltan 4 meses para las elecciones generales de Estados Unidos que definirán quien es el próximo inquilino de la Casa Blanca y si bien el presidente Donald Trump parece tener múltiples problemas entre los estallidos sociales, los casos de coronavirus incontrolables, las grietas en el Partido Republicano y la economía que puede ser su único salvavidas o el piano que tiene que terminar de caer para hundir definitivamente a su mandato. 

La situación económica de los países en las elecciones siempre es algo clave teniendo en cuenta que es lo que al fin y al cabo define el escenario diario de todos los votantes a quienes al final del día lo que les importa es tener un plato de comida y un techo sobre su familia. Y en el mundo capitalista y de consumo de Estados Unidos eso es posible solamente con una economía que funcione. Nadie quiere escuchar la palabra "inflación" en el país del norte, mucho menos la Reserva Federal de Jerome Powell. 

Es por eso que es el factor clave en las elecciones al que se agarró Trump a principios de su mandato y todavía no está dispuesto a soltar. Durante su tiempo en la Casa Blanca desde finales de 2016, Trump confió en que si la economía funcionaba, tenía la reelección asegurada, aunque nunca predijo la llegada de una pandemia que pondría en peligro a la situación financiera y monetaria de todo el mundo. Aunque si empujó al caos al crear una guerra comercial con China que luego se vio obligado a frenar porque las consecuencias en su país ya no eran sostenibles.  

Es así que no solamente las cifras de desempleo que en la última semana comenzaron a demostrar signos de recuperación, serán las que salven al presidente Donald Trump de perder la elección en noviembre. Estados Unidos más de un problema y uno de ellos es que la Reserva Federal con la llegada de la pandemia dio respaldo ilimitado a la Casa Blanca, en otras palabra: se están imprimiendo muchos más billetes que antes y esto hace caer el valor del dólar y la palabra inflación alarme a la sociedad. 

La moneda que es venerada en Argentina sufre su mayor período de caídas diarias desde 2006, según explican desde Bloomberg News. Tal es así que en mayo de este año el dólar cayó 1,2%, sorprendiendo a los compradores de divisas. Claro que es un impacto directo de la pandemia del coronavirus pero no es el único factor a tener en cuenta ya que el ahorro interno nacional neto en mayo cayó al 1,4% del ingreso nacional. "Esta fue la lectura más baja desde finales de 2011 y una quinta parte del promedio del 7% entre 1960 y 2005", explica Bloomberg. 

Aunque la única razón de esa caída es el nacionalismo de Donald Trump cuyo objetivo era "Make America Great Again" y volver a ser el estado hegemón y única potencia económica que era después de la Segunda Guerra Mundial. Pero al parecer se olvidó que en el siglo XXI el mundo es globalizado y salir de las organizaciones internacionales y entrar en una guerra por dominación con la otra gran potencia económica: China, no puede traer más que problemas. 

En consecuencia, desde China, el segundo mayor tenedor de bonos del Tesoro, en el mes de mayo se vendieron bonos del Tesoro por primera vez en tres meses. "Las tenencias del país cayeron a $ 1,081 billones, desde $ 1,092 billones en febrero", explicó Reuters. Si bien esto podría ser una consecuencia del imapcto económico que están sintiendo todos los países con la llegada del virus, también es una forma de dañar la situación norteamericana, algo que al fin y al cabo pone al gobierno de Xi Jingping en una mejor posición internacional. 

Aunque no solo eso ya que a mediados de mayo, el editor del periódico estatal chino The Global Times, Hu Xijin, escribió en su cuenta de Twitter que una opción que estaban evaluando los expertos era la venta masiva de los bonos norteamericanos. Pero claro esta opción sería peligrosa para el mercado de valores ya que los inversores recibirían el mensaje como un intento de China por desestabilizar el orden mundial.  sería una opción considerable para acelerar la recuperación económica del país asiático. 

Esto nos lleva directamente a la situación actual de China que si bien fue una de las grandes potencias en sufrir las consecuencias de la pandemia, la misma está en recuperación y no parece estar dispuesta a enfrentarse al mismo futuro que Estados Unidos. Es por eso que la venta de bonos sería una opción considerable para acelerar la recuperación económica del país asiático. No olvidemos que en medio sigue existiendo un acuerdo comercial. 

Por último las malas noticias para Donald Trump siguen llegando ya que desde Rusia también van camino a la recuperación económica teniendo en cuenta que este martes 09/06 mientras las autoridades del gobierno de Vladimir Putin anuncian la flexibilización de las restricciones económicas y se preparan para la reapertura a pesar de ser el tercer país con mayor cantidad de contagiados en el mundo, German Gref, el ex  Ministro de Economía y Comercio y actual presidente de uno de los mayores bancos estatales de Rusia, espera una disminución del 4.5% en lugar de la reducción original prevista de la economía en un 7%. 

Es así que mientras todos se recuperan de la pandemia a su ritmo, Estados Unidos tiene el peor panorama por delante y eso perjudica específicamente a Donald Trump y sus planes de reelección ya que su frase de cabecera que apela a la "gran y fuerte economía" que tiene el país parece haber quedado obsoleta, por lo menos por el momento. 

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