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LAZARD ACERCARÁ PROPUESTAS DE ACREEDORES

Canje voluntario, un as bajo la manga con el que cuenta Guzmán, según el cristinismo

El presidente Alberto Fernández defendió la estrategia del equipo económico de la Casa Rosada y volvió a insistir en que su principal desafío es evitar el default: "En lugar de pagar 7 puntos de interés, les estamos proponiendo pagar 2 puntos. Efectivamente, están dejando de ganar 5 puntos, pero en un mundo que está pagando cero de interés", dijo al aire del canal de noticias por cable TN.

En línea con el comunicado de ayer (4/05), el gobierno nacional autorizó al banco de inversiones Lazard -contratado como asesor para la renegociación de la deuda externa- contactarse con acreedores para hacer de puente a fin de que estos acerquen su propuesta a la Casa Rosada.

En tanto, Centro de Economía Política Argentina, institución cristinista, detalló en un informe que el gobierno tiene un as bajo la manga, por lo que a los acreedores tampoco les convendría el default:

Si bien durante la primera semana de vigencia de la oferta argentina a los acreedores extranjeros se habló mucho respecto de los resultados posibles de la negociación, poco se exploró en las condiciones legales de la oferta y el amplio abanico de posibilidades que abre la presentación ante la Security Exchange Commission.

Para empezar, existen dos canastas de bonos a canjear/reestructurar: 2005 Indenture Eligible Bonds (los resultantes de los canjes 2005-2010) y 2016 Indenture Eligible Bonds (Globales emitidos en la gestión de Cambiemos). La principal diferencia entre ambas canastas es que cada grupo tiene una Clausula de Acción Colectiva distinta. Esto es, para que el canje sea compulsivo y haya reestructuración hay que cumplir determinadas condiciones. Dichas condiciones son ampliamente más agresivas (difíciles de lograr) en los bonos 2005, que en los 2016.

Sin embargo, producto de la presentación que realizó el Gobierno argentino, la imposibilidad de llegar a cumplir dichos requisitos no invalida la posibilidad de un canje (que, en este caso, sería voluntario). Aquí es donde la oferta argentina guarda un “as bajo la manga”: si no se alcanzan los niveles de aceptación requeridos por las CACs el Gobierno tiene potestad de convertir la reestructuración en un canje voluntario. Incluso podría tomar esa postura sólo para los bonos 2005 y avanzar con una reestructuración de los 2016 (esto es por el tipo de cross-default entre los distintos grupos y entre las distintas series).

Por otro lado, el Gobierno también se guardó la posibilidad de definir los bonos que van a canjearse efectivamente sobre esa lista de “elegibles”. Esto que parece un detalle, es algo clave: dado que le permite al país sacar de la negociación bonos en los que tenga bajo nivel de aceptación y mejorar el denominador para cumplir las CAC (asimismo, puede tomar el total sumando ambas canastas). Pese a aún no conocer el camino que tomará la negociación es claro que, en todos los casos, la oferta del Gobierno apunta a “aplanar la curva” de vencimientos para hacerlos más sustentables.

Finalmente, la oferta tiene un sesgo hacia la mejora de los niveles de liquidez, pero no es tan efectiva para mejorar los indicadores de solvencia en el mediano plazo. En algún punto, la oferta argentina trabaja con el supuesto de que el país volvería a los mercados internacionales de financiamiento voluntario luego del período de gracia (el nuevo perfil de vencimientos a partir de 2026 así lo exige). En esta línea, la oferta es un buen instrumento para comprar tiempo en el marco de una coyuntura financiera global sumamente apremiante.

En tanto, Infobae accedió a una presentación de acreedores privados: “Ir a juicio no le conviene ni al Gobierno ni a nosotros. No tenemos nada que ver con los fondos buitre que aparecieron en el anterior canje de deuda, nuestra postura es constructiva”, aseguraron a dicho medio.

“Los bonistas que acepten entrar en el canje recibirán un título con menor protección al actual y reducirá las chances para que llevemos adelante una negociación de buena fe con el Gobierno argentino”, expresaron.

Entrevistado para el canal de noticias por cable TN, el presidente Alberto Fernández habló sobre la renegociación de la deuda: "En lugar de pagar 7 puntos de interés les estamos proponiendo pagar 2 puntos, efectivamente están dejando de ganar 5 puntos, en un mundo que está pagando cero de interés".

El mandatario reconoció que "la solución de la deuda todavía es un problema para la Argentina", pero adelantó que el gobierno tiene pensado cómo será "el día después" según si eso se resuelve de una manera u otra.

Afirmó que la Argentina "no quiere entrar en default", aseveró que la oferta del gobierno para el pago de la deuda con acreedores privados es "sostenible" y aseguró que "nosotros hemos hecho una propuesta muy sostenible y los acreedores no están perdiendo dinero, están ganando menos".

"Quiero resolver de una vez y para siempre el problema de la deuda", dijo luego de insistir en que "el FMI avaló" la propuesta del Estado argentino para hacer sustentable la deuda externa.

"Nos hemos fijado el 8 de mayo para que se solucione el tema de la deuda y ya veremos cómo se soluciona si aceptan o no la propuesta que hemos hecho", cerró.

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