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09/07, GENTE DE LA INDEPENDENCIA (1)

Carlos de Alvear, absolutista cuyo fracaso llevó a Tucumán

Carlos de Alvear intentó concentrar todo el poder en el Virreynato del Río de la Plata. Su fracaso permitió el Congreso de Tucumán.

Carlos de Alvear nació Carlos Antonio del Santo Ángel Guardián Alvear, hijo del noble español Diego de Alvear y Ponce de León y de la porteña María Balbastro. Él nació en la reducción jesuítica de Misiones Orientales o El Tapé, hoy Santo Ângelo, Río Grande do Sul.

Otra curiosidad es que falleció en Nueva York, USA.

Y otra curiosidad más: de niño viajó a España en un buque separado del que iban su madre y sus hermanos, que ardió cuando estalló el polvorín o santa bárbara por un disparo de advertencia de un buque de bandera inglesa, no obstante lo cual Alvear participó de logias masónicas que tuvieron referencia en Londres.

Luego de educarse, entrenarse y capacitarse en España, al igual que José Francisco de San Martín, regresó al Virreynato del Río de la Plata donde, además de integrar la Logia Lautaro, promovió el 1er. golpe de Estado, junto a San Martín: la destitución del 1er. Triunvirato, el 08/10/1812 para designar el 2do. Triunvirato, que convocó a la Asamblea del año XIII, de la que fue el 1er. presidente.

Alvear militaba en el centralismo, fue un promotor de la creación de la institución del Directorio, a cargo de un Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cargo al que impulsó a su tío materno, Gervasio Antonio de Posadas.

Alvear confrontó con San Martín, a quien hizo enviar al frente del Ejército del Norte, en lugar de Manuel Belgrano; y junto a Juan Larrea, en 1814, promovió la creación de una escuadra naval cuya comandante fue Guillermo Brown, a quien ayudó a superar importantes obstáculos iniciales.

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José Francisco de San Martín.

José Francisco de San Martín.

Absolutismo porteño

Posadas designó a su sobrino, Carlos María de Alvear, comandante del ejército que sitiaba Montevideo, en reemplazo de José Rondeau, a quien se envió en lugar de José de San Martín al Norte -y terminó empantanado en choques con Martín Miguel de Güemes- pero Alvear esperó para asumir la victoria de Brown, y entonces llegó y negoció la rendición. Entonces, Alvear chocó con José Gervasio Artigas.

Alvear quiso tender una emboscada a Artigas, quien envió en su lugar a Fernando Otorgués, a quien Alvear atacó en Las Piedras, y la relación quedó rota para siempre.

Alvear regresó a Buenos Aires, fue ascendido a brigadier general, recibió honores de la Asamblea Constituyente, pero tuvo que volver a la Banda Oriental porque Artigas había iniciado su propia revolución federal.

Posadas lo nombró comandante del Ejército del Norte pero una revuelta de sus oficiales le impidió hacerse cargo. Posadas renunció y la Asamblea nombró a Carlos de Alvear para que completara el mandato.

Alvear tenía 25 años y una concepción absolutista del poder.

No era el único. En su regreso al trono español, en 1814, Fernando VII lucía peor y quería castigar tanto a los firmantes de la Constitución de Cádiz en 1812 como a los de América que intentaban emanciparse.

La revolución

Pero Fernando VII había logrado, con la caída de Napoleón Bonaparte, la suma del poder mientras que Alvear no lo consiguió aún cuando organizó una red de espionaje domestico, impuso una censura de prensa y arrestó sin juicio a sus opositores. Cuando sospechó de una conspiración, dicen que sin juicio previo ordenó ejecutar a un capitán de ejército y colgarlo en la Plaza de Mayo.

Lo que consiguió Alvear fue consolidar la ruptura del contrato no escrito de solidaridad entre el Cabildo de la ciudad de Buenos Aires y los cabildos del interior. Alvear quedó aislado en el puerto de Buenos Aires.

Invocando mala salud, San Martín se negó a asistirlo y Alvear envió en su reemplazo al coronel Gregorio Perdriel, pero el Cabildo de Mendoza, capital de la provincia de Cuyo, confirmó a San Martín.

En 1815, Alvear propuso utilizar su ejército para una expedición a Chile, en un plan similar al que imaginaba San Martín, pero se lo impidió el Cabildo de Buenos Aires —en el que Antonio José de Escalada, suegro de San Martín, era Regidor y alcalde de primer voto—.

La Banda Oriental, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Córdoba y las provincias de Cuyo rechazaron a Alvear, quien llegó a firmar un bando que condenaba a muerte a quienes criticaran a su gobierno.

Su peor enemigo era Artigas, quien no recordaba la trampa que había urdido Alvear en su contra. Alvear ordenó evacuar Montevideo.

Él envió a Brown a ofrecerle a Artigas la independencia de la Banda Oriental a cambio de que abandonara Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes y Córdoba. Pero, a la vez, envió un ejército para atacar a Artigas, comandado por Francisco Javier de Viana.

Sin embargo, el coronel Ignacio Álvarez Thomas, jefe de la vanguardia del ejército, descubrió una oportunidad de construir su propio poder, se reunió con enviados de Artigas y el 03/04/1815, en la posta de Fontezuelas, cerca de lo que hoy es la bonaerense Pergamino, declaró su rebelión contra Alvear.

El motín tuvo adhesiones hasta en la ciudad de Buenos Aires y se sumó el Cabildo y el general Miguel Estanislao Soler.

Intentó una débil resistencia el coronel Enrique Paillardell, pero Alvear tuvo que renunciar. Habían transcurrido apenas 3 meses de su mandato. En una fragata de bandera inglesa se marchó a Brasil. Junto con su Directorio cayó también la Asamblea del Año XIII.

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José Gervasio de Artigas.

José Gervasio de Artigas.

San Miguel de Tucumán, 1816

El 16/04/1815, bajo la influencia de Artigas, Córdoba declaró su independencia de Buenos Aires.

Su gobernador, José Javier Díaz, propuso a otras ciudades que imitaran a Córdoba y según él, Rondeau, jefe del Ejército Auxiliar del Perú, validaba esas autonomías.

El Cabildo de Salta coincidió bastante con Córdoba.

Díaz mencionó la necesidad de un Congreso General.

El Cabildo de Salta exigió que se cumpliera en un plazo de 5 meses.

En mayo de 1815, el Cabildo de Tucumán comunicó a Díaz y a San Martín que estaba en conversaciones con Rondeau.

En tanto, el Cabildo de Buenos Aires comprendió el peligro y luego de Fontezuelas, despidió a Alvear, asumió el mando interino para cubrir la acefalía y, tal como había hecho en mayo de 1810, el 21/04/1815 envió a los cabildos de las ciudades una circular que terminó llevando a San Miguel de Tucumán meses después.

La monarquía

En tanto, la restauración absolutista en España le concedió nuevos bríos a los intentos para establecer una monarquía constitucional en el Río de la Plata.

Vinculadas a este proyecto, que apoyaban tanto San Martín como Güemes, ocurrieron las misiones diplomáticas de Manuel de Sarratea, Bernardino Rivadavia y Manuel Belgrano en Brasil y Europa.

Pero Alvear tenía un plan diferente.

Alvear llevaba 15 días como Director Supremo cuando envió a Río de Janeiro al secretario de la Asamblea, Manuel José García, para impedir, con apoyo inglés, que la expedición que proyectaba Fernando VII recibiera el apoyo de la Corte portuguesa, que incluía a su hermana.

Hay historiadores que insisten en que Alvear deseaba que las Provincias Unidas del Río de la Plata fuesen un protectorado británico, regresando a un escenario de 1806 / 1807.

De alguna manera podría afirmarse, si eso fue verdadero, que el proyecto se concretó años más tarde, aunque no fue formal sino 'de facto'. Por lo tanto, podría afirmarse que la independencia nació muy comprometida y ya no por los españoles solamente. Pero es tema para otro debate.

FUENTE: Urgente24

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