En su 1er. mandato presidencial, Donald Trump defensió las exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL) como “gas de la libertad”: al negocio de las empresas del fracking le otorgó una idea geopolítica: liberar a Europa "de la tiranía del gas ruso transportado por tuberías" (NordStream 1 y 2). Trump impuso a Angela Merkel (Alemania) que no inaugurase el NordStream 2 que estaba casi listo para comenzar sus operaciones. Luego comenzó el conflicto bélico en Ucrania, que en verdad estaba en stand-by desde 2014, cuando la Unión Europea apoyó el golpe de Estado contra el por entonces gobierno pro ruso de Kiev. Vladimir Putin interrumpió los suministrosde gas por las sanciones financieras y comerciales de Europa a Rusia, en el marco del apoyo de OTAN a Ucrania. El presidente estadounidense Joe Biden retomó el proyecto de los días de Trump de exportar GNL a Europa, que aumentaron a un nivel récord (y seguirán aumentando). Hacia 2030, los proyectos ya aprobados impulsarán las exportaciones estadounidenses 50% por arriba de las de Qatar.
OPORTUNIDADES
Trump - Biden - Trump: Vaca Muerta y el GNL de USA para Europa
Jennifer Granholm se va, llega Chris Wright: ¿Qué significa para el GNL estadounidense enfocado en exportar a Europa? Vaca Muerta lo sigue con interés.
GNL en USA. Chris Wright.
The Economist -semanario británico controlado por la familia italiana Agnelli, accionista del grupo automotriz Stellantis que contiene a la empresa estadounidense Chrysler-: "El problema comenzó cuando Biden cedió a la presión del subgrupo de ambientalistas hostiles al GNL en un año electoral. El 26/011, dio a conocer una controvertida “pausa temporal” en los proyectos pendientes de exportación de GNL para que los expertos del Departamento de Energía pudieran examinar su impacto ambiental, de seguridad y económico. Aunque no se trata de una prohibición de las exportaciones, ensombreció los proyectos propuestos a largo plazo que beneficiarían a los países que carecen de acuerdos de libre comercio con Estados Unidos (incluidos algunos importantes en Asia y Europa). La medida inquietó a los financieros de la industria y molestó a los aliados estadounidenses que importan GNL".
Vaca Muerta
La abogada nacida en Canadá y nacionalizada estadounidense Jennifer Granholm, lideró el Departamento de Energía en días de Biden, y en el informe de gestión previo a dejar el cargo -'filtrado' a The New York Times- evaluó varios escenarios de crecimiento de las exportaciones y sus posibles impactos. Según Granholm, en cualquier escenario, una mayor expansión “sin trabas” de las exportaciones de GNL, elevaría los precios al consumidor y contribuiría al calentamiento global.
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Para Urgente24, es un escenario que permite imaginar la permanencia de un nicho para las exportaciones de Vaca Muerta a Europa: las restricciones propias del mercado doméstico estadounidense van a limitar las colocaciones de su GNL al mercado global.
El análisis de Granholm sugiere que el auge "sin trabas" haría subir los precios mayoristas del gas doméstico en más de un 30% y aumentaría los costos para el hogar estadounidense promedio en más de US$ 100 el año para 2050.
Sin embargo, según The Economist, un análisis de S&P Global, publicado días atrás, examina los niveles de exportación hasta 2040, no encuentra probable un gran aumento de precios: las exportaciones de GNL y la producción total de gas se han disparado desde 2010, pero los precios reales del gas en USA han caído en 2/3. Es probable que los abundantes recursos de esquisto, extraídos por fracking, y la innovación continua ,aumenten la oferta y mantengan los precios bajo control.
El factor ambiental
De todos modos, si el gas exportado se produce de manera imprudente, tal como ya ocurrió con el 'shale gas' en USA, se libera una gran cantidad de metano, que provoca el calentamiento del clima, a través de la ventilación y la quema innecesarias, así como a través de tuberías con fugas y equipos de GNL de mala calidad.
La Administración Biden ha introducido una tasa sobre las emisiones de metano de la industria de los hidrocarburos, así como normas estrictas que restringen esas emisiones. Es probable que la Administración Trump consiga que el Congreso limite o elimine esa tasa. También es cierto que si Trump elimina las estrictas normas sobre el metano, las futuras exportaciones de GNL podrían convertirse en una gran preocupación climática.
The Economist: "Paul Bledsoe, de la American University, señala que las nuevas normas sobre metano impuestas por la Unión Europea ofrecen un incentivo a los exportadores estadounidenses interesados en ese enorme mercado para que reduzcan sus emisiones de gas. Gigantes como ExxonMobil y Chevron ya han hecho inversiones para hacerlo y apoyan esa regulación para evitar verse empañados por rivales más pequeños y más contaminantes. Además, si el GNL se produce con bajas emisiones de metano, es una alternativa mucho más limpia que la quema de carbón en el mundo en desarrollo."
Chris Wright reemplazará a Granholm, y representa al 'shale gas'. Pero mucha audacia en la materia provocará demandas judiciales de ambientalistas. Habrá que administrar la tensión.
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