Aunque la empresa logró gestionar la escasez de chips el año pasado, logrando entregas mayores a las esperadas, vaticinó que los problemas en la cadena de suministro continuarían y su advertencia le pesó una caída de 13% la semana pasada después de publicar el reporte, cuando el precio de los títulos pasó de US$970 el miércoles a US$846 al cierre del viernes.
Frente a este escenario, la inversionista Cathie Wood, aprovechó el precio y compró 30 millones de dólares en acciones desde la compañía que dirige Ark Invest, según indicó informe de Insider. Es la primera vez que lo hace desde hace 8 meses, luego de haber optado como estrategia vender las acciones de la fabricante, pese a ser una de sus más fieles inversionistas durante bastante tiempo.
A diferencia de Wood, el mercado se sintió angustiado ante las expectativas de Tesla para este año por las declaraciones de la empresa en cuanto a la situación de los suministros:
advertía Tesla en su reporte.
Además, la empresa informó que no introduciría nuevos modelos en 2022 y que tampoco esperaba desarrollar un vehículo eléctrico de US$25.000. Pero Wood se enfocó más en los números reportados por la fabricante.
A pesar de los llamados cuellos de botella, Tesla superó las expectativas de entregas el año pasado, y aseguró que en el cuarto trimestre entregó 308.600 vehículos y su producción alcanzó los 305.840 autos.
señaló la inversionista.