El Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) difundió un informe que demuestra el impacto de la sequía que está atravesando la provincia de Santa Fe. El documento detalla los efectos macroeconómicos del fenómeno climático y pone bajo la lupa a los principales sectores de actividad: la dinámica particular de la zona agropecuaria, las exportaciones y la industria manufacturera.
Con la incorporación de tres gráficos, se puede observar la gravedad de la situación con niveles de sequedad que encienden las alarmas. Las imágenes que se mostrarán durante el desarrollo, dan cuenta cómo fue empeorando el fenómeno.
En noviembre del 2022, el estado era austero en el centro de la bota santafesina. Sin embargo, al mes siguiente, toda la provincia pasó a estar igual, escenario que aún está vigente.
Actualmente, casi un año después, el sector sigue descolocado. Ya comenzado el mes de octubre, los productores no logran comprender que, tras tres campañas de sequía, se repita un marco de esta magnitud por la falta de agua.
Un archivo de la Bolsa de Comercio de Rosario determina que "El año pasado, septiembre terminaba con un 80% del trigo entre malo y regular por la falta de agua y las heladas tardías y se evaluaban secar 500.000 hectáreas por su mala condición. Este año, el 43% de los lotes se clasifica entre regular y malo; esto es casi la mitad del trigo sembrado en la región núcleo. El 70% del trigo está atravesando el periodo crítico, entre desplegando la hoja bandera y floración. En el oeste y norte de la región núcleo la falta de agua es crítica y el potencial de rendimiento está en caída; ya alertan de rindes de 15 qq/ha, cuando el promedio de la región de los últimos 5 años es de 38,8 qq/ha".
A raíz de eso, un 13% del trigo está en malas condiciones en el centro sur de Santa Fe. Por cada día que pasa sin agua se reduce el potencial que rinde del cultivo. Los expertos indican que "Se necesitan más de 50 milímetros de lluvia de forma urgente para detener la caída".
Por su parte, el maíz se encuentra en una disputa ya que hay un 50% de los lotes ya implantado y otro tanto que no puede ser sembrado por la escasez de aguacero. En las áreas más afectadas, oeste y norte de la zona, se pudo plantar el 15%. Si bien la situación es mejor en relación a la de hacer un año, aún falta lo esencial para el productor: poder esparcir en tiempo y forma, y contar con perfiles de suelos cargados de humedad.
Agricultura y Ganadería
Según el mensaje del IPEC, los tres principales cultivos agrícolas, trigo, soja y maíz, mostraron durante la campaña 2022/23 un importante descenso de la producción.
La siega de trigo en suelo santafesino bajó un 61,2%, cifra que equivale a 3,1 millones de toneladas menos respecto del ciclo anterior de acuerdo a datos de la Dirección Nacional de Agricultura.
En ese contexto, la cosecha de apenas algo más de 1,9 millones de toneladas de trigo en el plazo 2022/23 representó el registro más bajo de los últimos 7 ciclos anuales.
En cuanto a la fabricación de porotos de soja, cayó un 53,7% equivalente a una merma de 4,4 millones de toneladas sobre la etapa pasada. Es por eso que en Santa Fe, la elaboración de, escasamente 3,8 millones de toneladas de soja, simbolizó la inspección más disminuida desde la campaña 1988/90.
Sobre el maíz se espera un derrumbamiento de la creación nacional de un 30,6% en relación al período 2021/22. En el caso de la provincia de Santa Fe, las estimaciones privadas dan cuenta de una mayor concentración de la vendimia que alcanzaría a un 72,3%.
Exportaciones
En la fase de enero-julio de este año, las exportaciones originadas en Santa Fe, lograron un valor de 7.378,1 millones de dólares, enfrentando un difícil desplome de 37,4% en cuanto al mismo lapso del 2022, guarismo similar a 4.399 millones de dólares por debajo respecto del año anterior.
Dentro del plano nacional, y sobre ese transcurso, la disminución del valor exportado trepó a un 24,2% referente a enero-julio de 2022, simbolizando una pérdida de 12.649 millones de dólares. En consecuencia, prácticamente el 35% de la caída total del costo de las transacciones argentinas se explica por las menores colocaciones externas de la provincia santafesina.
Santa Fe graficó declives relativos de mayor intensidad en todos los grandes rubros de exportación. Las ventas de los productos primarios decayeron un 41% en el orden nacional, y un 59,6% respectivamente.
El monto de las exportaciones de productos primarios con origen provincial durante la etapa analizada fue de 691 millones de dólares. De los 6.012 millones de dólares que bajaron las expediciones nacionales en este rubro, más de 1.020 correspondieron a Santa Fe, es decir, explicó el 17% de la caída total nacional.
Las exportaciones santafesinas de semillas y frutos oleaginosos descendieron en 33 millones de dólares, mientras que la de cereales en 953. Con respecto a los productos primarios, se desmoronaron algo más de 3,5 millones de toneladas.
Exportaciones de manufacturas
Las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA) retrocedieron un 26,2% y un 30,1% en nuestro país y en Santa Fe.
En éste último, en siete meses de 2023, las salidas de cuatro importantes segmentos acusaron una fuerte caída: carnes 79 millones de dólares, productos lácteos 47 millones de dólares, harinas de soja 1.288 millones de dólares, y aceite de soja 1.025 millones de dólares.
De los 5.263 millones de dólares que se derrumbaron las exportaciones nacionales, en Santa Fe el 46,8% mostró el prolapso total nacional.
Durante los primeros meses de este año, las exportaciones totales de productos manufacturados (MOA+MOI) se redujeron en valor 3.365 millones de dólares, y 3,7 millones de toneladas en términos de peso neto, siempre en relación al mismo período del año pasado.
Santa Fe es la jurisdicción provincial que acusó la mayor disminución absoluta en el valor de sus exportaciones, observando un retroceso de 3.825 millones de dólares en relación al mismo período del año anterior.
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