Mientras el Gobierno busca mostrar avances en el gasoducto Néstor Kirchner, que prometió que estaría listo para junio de 2023, y recorre los trabajos en marcha, entre otros sectores, en el tramo que pasa por el yacimiento de Vaca Muerta, buscan garantizarse gas licuado para el invierno previo a las elecciones 2023.
Con el fin de blindar reservas para hacer frente al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), desde Economía resaltan desde hace tiempo que con la finalización de la obra del gasoducto (prevista para junio de 2023) el Estado se ahorraría, en principio, aproximadamente US$2200 millones entre sustitución de importaciones y la baja de subsidios.
Y en ese contexto, sigue mostrando los avances de la obra. Sin embargo, mientras tanto, según el sitio especializado EconoJournal, la empresa estatal energética Enarsa pidió a empresas internacionales que presenten por escrito cuántos barcos de gas (con un tope de 30) están dispuestas a venderle a la Argentina y a qué precio durante 2023, y recibió cinco propuestas no vinculantes de sus proveedores para comprar hasta 30 cargamentos de GNL lo que significaría el desembolso de alrededor de US$2000 millones.
La clave estaría en que el Gobierno podría llegar a abonar por adelantado los 30 cargamentos, a diferencia de lo que sucedía en épocas anteriores, que requería de una sucesión de licitaciones por cargamentos más espaciados y de menores cargas.
"La estrategia generó incredulidad entre los proveedores, que descreen que el Banco Central (BCRA) cuente con los dólares necesarios para hacer frente a una erogación de esta magnitud en pleno verano, unos meses antes de que el campo empiece a liquidar las divisas por la exportación del maíz y la soja", afirman desde el sitio.
"Estamos trabajando, pero aún no se ha definido nada. Depende de los precios (del LNG) que recibamos", aseguraron desde la secretaría de Energía que dirige Flavia Royón.
Hubo además, otra particularidad: el gobierno ofreció comprar en un bloque —es decir, todos juntos en una sola operación— los 30 cargamentos de GNL a diferencia de lo que sucedía en el pasado, cuando repartía la compra de gas en varias licitaciones (tender) de entre 7 y 12 buques.
Según una petrolera, que no mencionan, las interpretación empresaria es que con esta decisión "buscaron generar escala (con 30 barcos) y condiciones de contratación (pagar por adelantado) para que los proveedores tengan incentivos para ofrecer descuentos y mejores precios del gas". "Pero no es fácil disipar el riesgo argentino, que enfrenta una faltante estructural de dólares", advirtieron.
Según distintas fuentes, las empresas Vitol, Trafigura, BP, Shell, TotalEnergies y Cheniere, entre otras, participaron de la convocatoria de Enarsa.
Por otro lado, Enarsa habría comunicado a los proveedores invitados que prevé realizar la compra bajo la modalidad de contratación directa. Sin pasar por licitación.
Sin embargo, la mayoría descree de esa alternativa. Así lo manifestó un consultor:
En cambio, creen que lo más probable es que se haya puesto sobre la mesa esa idea para que los proveedores estén dispuestos a abrir un poco más sus números y poner a disposición precios medianamente competitivos.
Desde una petrolera habrían festejado, al menos, la anticipación:
Con el gasoducto listo, Argentina seguiría importando gas
Flavia Royón visitó este martes junto al ministro del Interior, Eduardo De Pedro, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez y el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, uno de los principales obradores del Gasoducto Néstor Kirchner, ubicado en la provincia de Río Negro. La recorrida contó con la presencia del presidente de Energía Argentina, Agustín Gerez, y el presidente de YPF, Pablo González.
Allí, Royón hizo referencia al Plan Gas y remarcó: "En línea con el gasoducto se trabajó también con el Plan Gas que tiene como principal objetivo avanzar sobre el autoabastecimiento con un gas competitivo para los argentinos y para la industria, para poder, en el mediano plazo, hablar de exportación y del proyecto de GNL, pero primero está el gas argentino", y agregó "el precio que estamos proyectando está entre 3.5 y 4 dólares".
La funcionaria no descartó que en el invierno 2023, aún con el gasoducto ya terminado, la Argentina siga importando gas para la generación energética y el abastecimiento de hogares. Incluso, este miércoles, dejó abierta la posibilidad de que retorne el buque regasificador de Bahía Blanca, que abandonó meses atrás las costas argentinas.
La meta de autoabastecimiento energético, y la posibilidad de exportar gas desde Vaca Muerta, está fijada para más largo plazo, de 2024 en adelante, admiten en el Gobierno.
Claro que entonces ya habrán pasado las elecciones...
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