BM: Los emergentes también sufrirán la desaceleración
Las economías de países en desarrollo continuarán superando a las naciones más ricas y desarrolladas pero el Banco Mundial también se rebajaron las estimaciones de su expansión económica a un 5,4% en 2012 y un 6% en 2013. Argentina verá reducirse notablemente su crecimiento desde el 7,5 % registrado en 2011 al 3,7% en 2012 y el 4,4% en 2013.
18 de enero de 2012 - 10:01
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). “Los países en desarrollo deben evaluar sus vulnerabilidades y prepararse para más crisis, mientras todavía hay tiempo”, advirtió Justin Yifu Lin, primer economista y primer vicepresidente de Economía del Desarrollo del Banco Mundial al momento de presentar el ùltimo informe del Banco Mundial referente a las perspectivas de crecimiento de la economìa mundial
Este martes (17/01), el Banco Mundial advirtió que los países en desarrollo deberían prepararse para una desaceleración del crecimiento debido en parte a los problemas de deuda de Europa. Acto seguido, rebajó fuertemente sus estimaciones de expansión.
"Europa parece haber entrado en recesión, y el crecimiento en varios grandes países en desarrollo (Brasil, India y en menor medida Rusia, Sudáfrica y Turquía) se ha desacelerado", dijo el banco en una actualización de sus pronósticos hechos en junio pasado.
Añadió que la economía global se expandirá en un 2,5% en 2012 y en un 3,1% en 2013, por debajo del 3,6% que estimaba para ambos años que pronosticó en junio.
Las economías de países en desarrollo continuarán superando a las naciones más ricas y desarrolladas pero el Banco Mundial también rebajó sus estimaciones de la expansión económica para dichos países a un 5,4% en 2012 y un 6% en 2013. Eso se sitúa por debajo del 6,2% y del 6,3%, respectivamente, que preveía para el crecimiento de las economías en desarrollo.
Además, el Banco Mundial prevé que las amenazas para el crecimiento iràn en aumento.
"La recesión en Europa y un crecimiento más débil en los países en desarrollo elevan el riesgo de que los 2 fenómenos se refuerzan mutuamente, dando lugar a un resultado aún más débil", dijo en los comunicados publicados ayer (17/01).
El Banco Mundial también citó el fracaso, hasta ahora, de las negociaciones para resolver las altas deudas y déficits en Japón y USA y un lento crecimiento en otros países de grandes ingresos y advirtió de que eso podría desencadenar en crisis repentinas.
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Además, las tensiones políticas en Oriente Próximo y el Norte de África podrían afectar al suministro de petróleo y dar otro golpe a las perspectivas globales, aseguró el Banco Mundial en una evaluación de los desafíos que afronta la economía.
Agregó que si bien Europa busca una solución a largo plazo de su problema de deuda, los mercados siguen nerviosos.
"Aunque contenido por el momento, el riesgo de un congelamiento más amplio de los mercados de capitales y una crisis global similar en magnitud a la crisis de Lehman permanece", dijo el organismo, refiriéndose al banco de inversión estadounidense que quebró en 2008 y ayudó a intensificar una crisis financiera global.
En el balance, el Banco Mundial afirmó que las condiciones económicas globales eran "frágiles y se mantenía una gran incertidumbre respecto de cómo evolucionarían los mercados en el mediano plazo".
Frente a ese escenario, la institución dijo que los países en desarrollo eran incluso más vulnerables de lo que eran en 2008, porque podrían verse frente a reducidos flujos de capital y un comercio más débil. Además, muchos países en vías de desarrollo poseen finanzas más frágiles y no serían capaces de responder a una nueva crisis con fuerza. En ese contexto, la Argentina estaría incluida en los cálculos.
El Banco Mundial apuntó que la aversión al riesgo repuntó desde agosto pasado y "cambió el juego" para los países en desarrollo, que han visto escalar sus costes de endeudamiento fuertemente y decaer los flujos de capital hacia sus economías. En este contexto, la Argentina no se viene endeudando por no haber vuelto a los mercados de capitales tras el default del 2002. En cuanto a los flujos de capitales, las inversiones están paradas en la Argentina de Guillermo Moreno, como lo están las importaciones, resintiendo al comercio.
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“Aunque la crisis de deuda soberana en la zona euro ha tenido por el momento efectos limitados en América Latina y el Caribe, en la segunda mitad del año se ha visto un declive en los flujos de inversión en la zona y las bolsas de la región también han registrado descensos”, subraya el BM.
"La aversión al riesgo a partir de la crisis de la deuda en la zona del euro se ha propagado tanto a los países en desarrollo como a otras naciones de ingreso alto. La rentabilidad de la deuda soberana de los países en desarrollo se redujo en un promedio de 117 puntos base (bps) entre fines de julio de 2011 y comienzos de enero de 2012, tal como sucedió en la mayoría de los países de la zona del euro, entre ellos Francia (86 bps) y Alemania (36 bps), y en aquellos fuera de la zona del euro, como el Reino Unido (18 bps)", reza el informe
La fuga de capitales tambièn es reconocida por el Banco Mundial: "Las corrientes de capital hacia los países en desarrollo se debilitaron drásticamente producto del retiro de sumas considerables de sus mercados por parte de los inversionistas en el segundo semestre de 2011. Los flujos brutos hacia estas naciones se desplomaron hasta los US$170.000 millones, solo el 55% de los US$309.000 millones recibidos durante el mismo período de 2010".
Focalizando en América Latina, el robusto crecimiento de su economía (incluyendo el Caribe) se frenará ligeramente en 2012 hasta el 3,6% y será del 4,2% en 2013, debido al contexto creciente de incertidumbre global, la aparente ralentización de China y el débil comportamiento de Europa, indicó el Banco Mundial.
La región de América Latina y el Caribe cerró 2011 con una tasa de crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) del 4,2 %.
A estos factores se suman las políticas de ajuste tomadas por las autoridades locales ante los signos de sobrecalentamiento que han moderado la demanda interna.
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Un ejemplo es Brasil, la gran locomotora suramericana, que se espera crezca un 3,4 % en 2012, muy lejos del 7,5 % de 2010, para luego repuntar ligeramente en 2013 hasta el 4,4 %.
Argentina, por su parte, verá reducirse notablemente su crecimiento desde el 7,5 % registrado en 2011, debido a la retirada de las medidas de estímulo económico (subsidios) y al declive en el poder de compra de los consumidores, hasta el 3,7 % en 2012 y el 4,4 % en 2013. La baja del precio de los commodities se cita còmo una de las principales razones para la desaceleraciòn. De ahì, el efecto espiral es impredescible.
Un crecimiento más lento ya se manifiesta en el debilitamiento del comercio internacional y en los precios de los productos básicos. Se calcula que las exportaciones mundiales de bienes y servicios crecieron solo 6,6% en 2011 (a diferencia del 12,4% conseguido en 2010) y se prevé un aumento de solo 4,7% en 2012. Mientras tanto, los precios mundiales de la energía, metales y minerales, y de los productos agrícolas han disminuido 10,25%, y 19%, respectivamente, desde los récords registrados a comienzos de 2011. La baja en los precios de los productos básicos ha contribuido a mitigar la inflación en la mayoría de los países en desarrollo. Aunque los precios internacionales de los alimentos descendieron en los últimos meses, bajando en 14% desde el nivel máximo registrado en febrero de 2011, la seguridad alimentaria de los más pobres, incluidos quienes viven en el Cuerno de África, sigue siendo un problema alarmante.
Otro de los riesgos que se ciernen sobre la región es que, pese a la reciente moderación de la demanda interna, la inflación continúa siendo elevada, especialmente en Brasil, Argentina, Perú y Colombia.
Como conclusión, y pese a que Latinoamérica se enfrenta a la actual ralentización con relativamente fuertes fundamentos económicos, apunta como posibles recomendaciones para las autoridades locales “el empleo de medidas contracíclicas, aumentar el gasto en redes de seguridad social y proyectos de infraestructura”.
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Además, indica que sería útil aumentar “la supervisión de los sistemas financieros y realizar test de resistencia a las entidades financieras más expuestas al contagio internacional debido a la rápida expansión del crédito vivida en la región en los últimos años”.
"Ningún país y ninguna región escapará de las consecuencias de una seria recesión", dijo el Banco Mundial, agregando que ahora era el momento para que los países en desarrollo planeen cómo suavizar el impacto de una potencial crisis profunda. En este ultimo concepto, la Argentina debería empezar por reconocer la potencialidad de que la crisis golpee fuertemente por estos pagos.
“La escalada de la crisis no dejará a nadie indemne. Las tasas de crecimiento de los países desarrollados y en desarrollo podrían caer tanto o más que en 2008 y 2009”, agregó Andrew Burns, jefe del Equipo de Tendencias Macroeconómicas Mundiales y autor principal del informe. “No podemos dejar de enfatizar en la importancia de tener planes de contingencia”.
Los países ricos tienen la principal responsabilidad para prevenir la crisis, aseguró el organismo, pero "los países en desarrollo tienen la obligación de apoyar ese proceso a través del G-20 (el grupo de las 20 naciones ricas y en desarrollo) y otros foros internacionales". Y allí la Argentina, por el momento, sigue siendo parte.
El informe completo y sus respectivas bases de datos están disponibles en: www.worldbank.org/globaloutlook.