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Bolivia se quedó sin fútbol, el gobierno quiere que vuelva pero decidirá la FBF

La actividad futbolística en Bolivia quedó paralizada a causa de la grave crisis política que sufre ese país a raíz del golpe de Estado que derrocó al presidente Evo Morales y que llevaron a la Federación Boliviana de Fútbol a tomar la decisión de suspender el Torneo Clausura cuando se llevaban jugadas 16 fechas, hay que sumarle la caótica situación económica que atraviesan los clubes, con deudas que van desde dos hasta cuatro meses de atraso en el pago de los sueldos. En medio de las protestas, los autoridades del estado boliviano y el máximo organismo rector del fútbol en ese país se reunieron este jueves (21/11) y el gobierno boliviano hizo saber que ve necesario que la actividad futbolística vuelva para contribuir con la pacificación del país y se comprometió a otorgar seguridad en los estadios; no obstante, dejó en manos del ente federativo la decisión de reanudar los partidos. Entretanto, Futbolistas Agremiados pone condiciones para restablecer el torneo Clausura de ese país.

Bolivia se encuentra sumergida en una terrible crisis política y social que mantiene interrumpido desde hace un mes el Torneo Clausura de fútbol de ese país. A los conflictos sociales que se desataron en todo el país a raíz del golpe de Estado que derrocó al presidente Evo Morales y que llevaron a la Federación Boliviana de Fútbol a tomar la decisión de suspender el torneo de ese país cuando se llevaban jugadas 16 fechas, hay que sumarle la caótica situación económica que atraviesan los clubes, con deudas que van desde dos hasta cuatro meses de atraso en el pago de los sueldos.

Entre los casos más emblemáticos de los dos extremos se destacan los casos de Jorge Wilstermann, el actual puntero del torneo, y el de Sport Boys, club que está peleando el descenso. Estos dos equipos cuentan con un argentino en sus filas: Cristian Díaz es el entrenador de Wilsterman, mientras que Luciano Ursino es el capitán de Sport Boys. Los dos están muy preocupados por lo que sucede en Bolivia, aunque coinciden en que nunca tuvieron miedo ni se les cruzó por la cabeza volver a Argentina, según una nota publicada en el diario Perfil. 

Ante este escenario dramático, los autoridades del estado boliviano y el máximo organismo rector del fútbol en ese país se reunieron este jueves (21/11) y el gobierno boliviano hizo saber que ve necesario que el fútbol vuelva para contribuir con la pacificación del país y se comprometió a otorgar seguridad en los estadios; no obstante, dejó en manos del ente federativo la decisión de reanudar los partidos. Entretanto, Futbolistas Agremiados pone condiciones para restablecer el torneo Clausura de ese país.

En la junta que se llevó a cabo en la casa Grande del Pueblo estuvieron presentes el ministro de Deportes, Milton Navarro; su par de la Presidencia, Jerjes Justiniano y el titular de la Federación César Salinas, según una nota publicada por el diario La Razón de Bolivia.

“La FBF tiene todo previsto para que los partidos se reanuden el fin de semana y nosotros de igual manera hemos mostrado toda nuestra predisposición, vamos a poner todo de nuestra parte en lo que es seguridad en los campos deportivos. Dejamos todo en manos de la Federación y de los clubes, llamamos a la pacificación del país porque el fútbol es unidad, es integración y por eso es necesario que el fútbol pueda retornar”, señaló Navarro a radio Fides que reprodujo La Razón de Bolivia. 

La máxima autoridad del deporte en Bolivia instó a la población a asistir a los escenarios deportivos, en caso de que el certamen se reactive, de manera pacífica y evitando la confrontación, reveló La Razón de Bolivia. 

El representante legal de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), David Paniagua, exteriorizó en una conferencia de prensa desde Santa Cruz que la premisa de sus agremiados es jugar, pero siempre y cuando se den las condiciones adecuadas, entre ellas solucionar el problema que atañe a los jugadores de Sport Boys, según lo publicado por el diario La Razón del vecino país.

“La posición es que todos queremos jugar pero que se den las condiciones para todos y eso incluye que hay que resolver el problema con Sport Boys y si el presidente lo ha resulto entonces la pelota empezará a rodar el domingo”, enfatizó Paniagua. 

Restan por disputarse diez fechas. Las rutas están cortadas por manifestantes en medio de la crisis interna tras las fallidas elecciones del 20 de octubre, denunciadas como fraudulentas.

La radicalización de las protestas por el resultado electoral y la presión de la policía y las fuerzas armadas llevaron a Evo Morales a renunciar a la presidencia el 10 de noviembre y a asilarse en México.

Los disturbios se cobraron la vida de 30 personas.

El presidente de la FBF, César Salinas, anticipó que se evalúa la posibilidad de reanudar el torneo el fin de semana. Pero aclaró que la FBF está gestionando resguardo policial en los aeropuertos y en los estadios para proteger a los jugadores.

Entre los 14 clubes que participan en la liga, Sport Boys enfrenta una situación particularmente crítica. Su presidente, el exministro de Gobierno, Carlos Romero, debió salir del país debido a la crisis y dejó los sueldos impagos de los jugadores.

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