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MUNDO COMPLICADO

Libertad religiosa, 26 países terribles, 4.000M de personas

El 67% de la población global vive en países con "grandes violaciones" a la libertad religiosa: Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2021.

La población mundial se estima en 5.200 millones de personas y el 67% viven en países donde se producen graves violaciones a la libertad religiosa: esos habitantes pueden ser o discriminados o marginados o perseguidos por causa de su fe.

El Informe de Libertad Religiosa en el Mundo se publica desde 1999 y cada 2 años lo realiza la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que reporta la sede vaticana de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

La libertad religiosa es un derecho fundamental (artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos) y el informe 2021 alerta que la religión es motivo de discriminación, marginación y persecución de millones de personas pertenecientes a todos los credos.

Casi 4.000 millones de personas viven en los 26 países que entran en la categoría de los que sufren las violaciones más graves de la libertad religiosa, el 51%, de la población mundial.

Sin embargo, esto no sucedió de la noche a la mañana. No.

Marcela Szymanski, de la ACN, afirmó:

Aunque la pérdida de los derechos fundamentales como el de la libertad religiosa puede producirse bruscamente, por ejemplo, en un conflicto o en una guerra, en muchos casos no es un suceso repentino; con frecuencia, es un proceso de erosión que se produce a lo largo de los años. Igual que las tejas de un tejado salen volando de una en una, o unas cuantas a la vez, arrastradas por vientos cada vez más fuertes, el observador acaba reconociendo que ya no hay cubierta, que se ha quedado a merced del viento. Estos vientos adoptan la forma de Gobiernos autoritarios, de redes terroristas transnacionales o de líderes religiosos fundamentalistas que incitan a turbas de linchadores. Aunque la pérdida de los derechos fundamentales como el de la libertad religiosa puede producirse bruscamente, por ejemplo, en un conflicto o en una guerra, en muchos casos no es un suceso repentino; con frecuencia, es un proceso de erosión que se produce a lo largo de los años. Igual que las tejas de un tejado salen volando de una en una, o unas cuantas a la vez, arrastradas por vientos cada vez más fuertes, el observador acaba reconociendo que ya no hay cubierta, que se ha quedado a merced del viento. Estos vientos adoptan la forma de Gobiernos autoritarios, de redes terroristas transnacionales o de líderes religiosos fundamentalistas que incitan a turbas de linchadores.

  • Millones de personas han huido de las regiones en conflicto, ya sea como desplazados internos o como refugiados en países vecinos.
  • Millones sufren graves violaciones de los derechos humanos de las que con frecuencia las víctimas son mujeres y niños.
  • Millones de personas del África subsahariana se enfrentan a la miseria al verse obligadas a abandonar los campos y las pequeñas empresas tradicionales.

Luego, cuando los grupos armados impiden el acceso a la ayuda humanitaria, sobreviene el hambre; esclavizan a mujeres y niños, y a los varones los reclutan por la fuerza en las filas de los extremistas.

https://twitter.com/AyudaIglesNeces/status/1443108282759979008

En observación

En este informe se ha introducido una nueva categoría, la de los países "en observación", donde se han observado factores de reciente aparición que preocupan por la repercusión que puedan tener sobre la libertad religiosa.

La forma más tangible en que se manifiestan las características que llevan a esta categoría es el incremento de los delitos de odio por prejuicios religiosos contra personas y propiedades: delitos que van

  • desde el vandalismo contra lugares de culto y símbolos religiosos, entre ellos mezquitas, sinagogas, estatuas y cementerios,
  • hasta crímenes violentos contra representantes religiosos y fieles.

Naciones Unidas lanzó en septiembre de 2019 una iniciativa para proteger los lugares de culto, pero no ha surtido efecto en violentas manifestaciones de Iberoamérica, en las que los manifestantes que protestaban contra el Gobierno atacaban y destruían símbolos y propiedades religiosas (el caso de Chile).

El papa Francisco ha dado en llamar "persecución educada" al surgimiento de nuevas normas culturales que reducen a las religiones "al silencio y la oscuridad de la conciencia de cada uno, o a la marginalidad del recinto cerrado de los templos, sinagogas o mezquitas".

Por ejemplo, en Occidente, las leyes ya no protegen de forma significativa el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales del cuidado de la salud en cuestiones relacionadas con el aborto y la eutanasia.

https://twitter.com/mund_ola/status/1444255389281832960

A quienes se gradúan en determinadas universidades confesionales se les deniega cada vez con mayor frecuencia el acceso a algunas profesiones.

También en varios países están en peligro las disposiciones sobre el derecho de los grupos religiosos a gestionar sus propios colegios conforme a su ideario.

Esta discordancia ya tiene, y seguirá teniendo, una gran repercusión sobre el 84% de la población del mundo que, según el Pew Research Center, se define como perteneciente a una religión o creencia determinada.

Extremistas

Casi la mitad de los países con casos graves están en África.

En el África subsahariana la violencia ha estallado en toda la región con una ferocidad inimaginable: agricultores vs. pastores nómadas, agravados recientemente aún más a causa

  • del cambio climático,
  • la reciente pobreza y
  • los ataques de bandas armadas de delincuentes.

Este paroxismo de conflicto liberó la frustración reprimida durante generaciones en poblaciones jóvenes marginadas que han sufrido pobreza, corrupción y escasas oportunidades educativas y laborales.

Es el origen del surgimiento de grupos armados —entre ellos, ciertas milicias islamistas locales, así como, más recientemente, grupos yihadistas transnacionales extranjeros—, que persiguen, de forma selectiva y sistemática, a musulmanes y cristianos por igual, que no aceptan la ideología islamista extremista.

En los 2 últimos años, los grupos yihadistas han consolidado su presencia en el África subsahariana y la región se ha convertido en refugio de más de 2 docenas de grupos que operan activamente en 14 países, algunos de ellos afiliados al Estado Islámico y a Al Qaeda.

El desarrollo de estas filiales se ha producido en un período de tiempo alarmantemente corto y el patrón es familiar. Los ataques de bandas criminales locales, impulsados por predicadores yihadistas salafistas, evolucionan de lo esporádico y arbitrario a lo ideológico y selectivo.

El esfuerzo criminal incluye la integración del territorio y las personas a un califato que funde como una red islamista transnacional.

A finales de 2020, en naciones como Burkina Faso, los trabajadores de ayuda humanitaria ya no podían acceder a más del 60% del territorio, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las milicias yihadistas, mejor equipadas que las fuerzas armadas locales, financian sus actividades mediante el secuestro, el saqueo y el tráfico de seres humanos, minerales preciosos y drogas.

https://twitter.com/AyudaIglesNeces/status/1443168687825965057

Marxismo maoista

En Asia la persecución de grupos religiosos proviene principalmente de dictaduras marxistas, afirma el Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2021.

Aquí aparece una situación muy interesante. La fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) reporta al Vaticano, que a la vez, y quizás en forma hasta contradictoria, tiene una política de acercamiento con China, que es cuestionada por quienes insisten en que se basa en la aceptación implícita de irregularidades del Partido Comunista Chino.

Sin embargo, el informe de la ACN afirma:

  • "En China y Corea del Norte, la libertad de religión no existe, como tampoco los derechos humanos."
  • "En Corea del Norte la persecución se dirige contra cualquier grupo que desafíe el culto al semidios Kim Jong-un, y el trato a los cristianos es especialmente duro."

En China, de los 1.400 millones de habitantes, unos 900 millones se autoidentifican como seguidores de alguna espiritualidad o religión, y por ese motivo el control estatal es implacable.

China ejecuta

  1. la vigilancia masiva, por medio de tecnología sofisticada de inteligencia artificial,
  2. un sistema social de crédito que recompensa y castiga el comportamiento individual, y
  3. la represión brutal de grupos religiosos y étnicos.

La ACN denuncia:

el Partido Comunista Chino (PCCh) cuenta con uno de los motores estatales de control religioso más invasivos y efectivos actualmente en funcionamiento en cualquier parte del mundo. el Partido Comunista Chino (PCCh) cuenta con uno de los motores estatales de control religioso más invasivos y efectivos actualmente en funcionamiento en cualquier parte del mundo.

Esto quiere decir: "programas de reeducación" coactivos que afectan a más de 1 millón de miembros de la etnia uigur, en su mayoría musulmanes, de la provincia de Sinkiang.

https://twitter.com/ecce_agnus_dei/status/1442552118749982721

En China hay 30 millones de musulmanes, entre ellos 13 millones de uigures que practican una rama suní del islam. También es curioso que algunas naciones islámicas suníes, en vez de intentar proteger a sus hermanos en la fe, cooperan con las autoridades chinas devolviendo deportados a los uigures que buscan refugio.

De todos los países miembros de las Naciones Unidas, sólo Estados Unidos y Canadá han calificado de genocidio las acciones de China.

En tanto, en Myanmar (Birmania), militares aliados de China, se ha inclinado hacia el peor crimen de lesa humanidad, el genocidio contra cristianos e hindúes en el estado de Kachin.

Es masivo el ataque en múltiples fases contra la población rohinyá, mayoritariamente musulmana, en el estado de Rakhine.

Empujados hacia la vecina Bangladés, se calcula que 1 millón de rohinyás están refugiados en campamentos sujetos a enfermedades, miseria, abusos sexuales y asesinatos.

A diferencia de China, el Tribunal Internacional de Justicia investiga al Gobierno de Myanmar.

Otro gran desafío a la libertad religiosa en Asia procede de los crecientes movimientos de corrientes de nacionalismo étnico-religioso.

Tal vez el ejemplo más explícito sea India, que alberga a una población hindú mayoritaria de cerca de 1.400 millones de personas, aunque también minorías religiosas, entre ellas musulmanes y cristianos.

El Bharatiya Janata Party para mantenerse en el poder proyecta una visión cada vez más nacionalista y afirma que India solo es hindú.

Millones de personas en Asia padecen el crecimiento del nacionalismo religioso mayoritario:

  • desde Pakistán, de mayoría musulmana;
  • a Nepal, de mayoría hindú; y
  • Sri Lanka, Myanmar, Tailandia y Bután de mayoría budista.

En Pakistán, a las mujeres y las niñas de la «religión equivocada» se las secuestra, viola y obliga a cambiar de religión en las llamadas 'conversiones forzosas'.

Los derechos de estas mujeres y niñas les son denegados de una forma tan radical que se convierten en esclavas o trabajadoras sexuales.

https://twitter.com/crdanielmolina/status/1444388928233091079

Gravísimo

En los 36 países en los que no hay una libertad religiosa plena, ni ésta está garantizada por la Constitución, viven 1.240 millones de personas, 16% de la población del mundo.

Las ilusiones de libertad resultado de la 'Primavera Árabe' (entre 2010 y 2012) se fueron desvaneciendo y los gobernantes aplicaron medidas restrictivas para controlar la ideología dominante y reforzar su intrusión sobre los líderes religiosos.

Argelia, Túnez y Turquía funcionan como "pseudodemocracias híbridas" que permiten procesos electorales pero controlan

  • quién se puede presentar para ocupar el cargo,
  • cuánto tiempo puede permanecer en él y
  • tienen la capacidad de modificar las leyes de reelección en beneficio propio.

Turquía promueve el islam en todos los aspectos de la vida pública, ha intervenido en conflictos bélicos en Libia, Siria, norte de Irak y en la guerra entre Armenia y Azerbaiyán; y ha intentado influir en Albania, Bosnia, Kosovo y Chipre.

Para casi una docena de países con relaciones amistosas con Occidente, en 2021 no ser musulmán conlleva un riesgo mayor que en el período anterior.

Estados de Oriente Medio, del sur y del centro de Asia, y antiguos países soviéticos y naciones vecinas han aprobado leyes dirigidas a evitar la expansión de lo que consideran religiones extranjeras, y a prohibir el «islam no tradicional».

  • Está garantizada la libertad de culto, pero no la libertad religiosa.
  • En algunos Estados se sanciona la apostasía de la religión del Estado con la pena capital.
  • En muchos países está prohibido hacer proselitismo entre personas que pertenecen a la religión del Estado: leyes contra la blasfemia silencian a la mayor parte de los grupos de fe.

El papa Francisco ha intentado una ofensiva por la tolerancia. En 2019 y en 2020 él se reunió con el gran imán Ahmad al-Tayib de Al Azhar, líder del mundo musulmán suní en Emiratos Árabes Unidos y firmaron una declaración sobre la fraternidad universal.

En 2021 él visitó Irak con similar propósito de reencuentro con el Islam chií, pese a la sindemia.

Uno de los problemas, muy evidente en países como Pakistán, fue que en la sindemia, la ayuda sanitaria se le negó o se le restringió a las minorías religiosas.