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BALOTAJE

Steve Bannon y la Guerra Santa de Brasil 2022

El balotaje presidencial es una guerra santa en Brasil, con tácticas religiosas de guerra cultural empleadas en la política estadounidense. Steve Bannon, Donald Trump y Lula da Silva.

El 02/10, el Tribunal Superior Electoral de Brasil anunció que Luiz Inácio Lula da Silva había ganado en la 1ra. vuelta de las elecciones presidenciales, recibiendo 6 millones de votos más que el actual presidente derechista Jair Bolsonaro. Al día siguiente, la guerra santa subió un escalón y Steve Bannon, gurú de la extrema derecha global, ex estratega jefe de Donald Trump y amigo de la familia Bolsonaro, utilizó su podcast, 'Bannon's War Room' (Sala de Guerra de Bannon), para difundir acusaciones de fraude electoral en Brasil. A Bannon se le unieron

  • Matthew Tyrmand, miembro de la junta de Project Veritas, un grupo estadounidense que utiliza cámaras ocultas para supuestamente 'exponer' a los periodistas de izquierda; y
  • Darren Beattie, exredactor de discursos de Donald Trump, despedido en 2018 después de que se supiera que se había reunido con nacionalistas blancos 2 años antes. (Beattie dijo a los medios de comunicación que no había dicho "nada objetable" en aquella reunión).

En el podcast, los 3 ideólogos de la extrema derecha expresaron sus dudas sobre la victoria de Lula da Silva. “Hubo fraude”, dijo Tyrmand porque los primeros resultados habían mostrado una ventaja para Bolsonaro antes de que se contaran las papeletas de la región nororiental, el bastión de Lula.

Bannon coincidió y afirmó que una derrota de Bolsonaro era "matemáticamente imposible", ya que su partido (Partido Liberal) había ganado 8 escaños en las elecciones simultáneas al Senado, convirtiéndose en el bloque más grande.

Hubo evidencia, sugirió Tyrmand, de fraude en las boletas electrónicas para favorecer a Lula.

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Steve Bannon y Jair Bolsonaro.

Steve Bannon y Jair Bolsonaro.

Sin embargo, el Departamento de Estado deUSA considera el sistema de votación electrónica de Brasil, que nunca ha registrado fraude alguno desde su introducción en 1996, “un modelo para los países del Hemisferio (Occidental) y el mundo”.

Las misiones de observación electoral de la Organización de Estados Americanos, el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral y el Centro Carter señalaron que la votación ocurrió de manera transparente y pacífica.

De todos modos, las campañas de desinformación iniciaron un trabajo intenso en WhatsApp y Telegram. Las noticias falsas de Brasil migraron a USA, donde fueron recogidas por medios de derecha 'alternativos', como el podcast de Bannon.

En tanto, en Brasil la campaña rumbo al balotaje desplegó renovados esfuerzos entre creyentes tan militantes como religiosos. En esto, resultan notablemente similares los comicios en USA y en Brasil.

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Jair Bolsonaro y obispos brasileros en la gran fiesta católica en Belen do Pará, O Cirio de Nazaré.

Jair Bolsonaro y obispos brasileros en la gran fiesta católica en Belen do Pará, O Cirio de Nazaré.

Guerra Santa

Desde Sao Paulo, para la agencia digital Religion News Service, Eduardo Campos Lima lo relató así:

"En Brasil el domingo 29/10, 2 titanes del país se enfrentarán en una 2da. vuelta electoral presidencial que los observadores dentro del país y en todo el mundo están llamando la elección más importante en décadas para el país más grande de América Latina.

El expresidente de 2 mandatos y amado ícono de la clase trabajadora Luiz Inácio Lula da Silva, conocido como 'Lula', se enfrentará al actual presidente en ejercicio y líder derechista Jair Bolsonaro, después de que ninguno de los 2 pudo reclamar la mayoría en la 1ra. ronda de las elecciones presidenciales del 02/10.

Da Silva, quien recibió el 48% de los votos iniciales, ha perdido terreno en las semanas siguientes mientras trabaja para superar un escándalo de corrupción que lo llevó a la cárcel por más de 1 año.

Bolsonaro, quien obtuvo el 43% de la 1ra. votación, está ganando terreno a su oponente, pero se enfrenta a la frustración por el manejo de la pandemia de COVID-19 por parte de su Administración, así como por la tambaleante economía.

Si bien los temas relacionados con la economía, las altas tasas de pobreza y la protección de la selva amazónica han sido centrales durante sus campañas, ambos candidatos se han centrado en temas sociales en las semanas posteriores a la 1ra. elección.

Y la retórica de la Guerra Santa se ha intensificado a medida que los partidarios de ambos lados trabajan cada vez más para demonizar al otro.

“La mentira más grande que (Bolsonaro) dice cada día es evocar a Dios todo el tiempo. Él está mintiendo. Usa en vano el nombre de Jesús para tratar de engañar la buena fe de hombres y mujeres”, dijo Lula el 04/09, durante una reunión con empleadas domésticas en el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de São Bernardo do Campo.

Por su parte, Bolsonaro continúa insistiendo en que da Silva está conectado con regímenes comunistas antirreligiosos, tal como el de Daniel Ortega, en Nicaragua.

“Ese criminal (da Silva) en el debate no mencionó a su amigo Daniel Ortega. Su amigo cierra iglesias, arresta a sacerdotes, prohíbe las procesiones, no respeta la religión, lo mismo que quiere el PT (partido de da Silva) para Brasil”, dijo Bolsonaro durante un mitin el 18 /19 en São Gonçalo, una ciudad en el Río de Janeiro. área metropolitana de janeiro.

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Luiz Inácio Lula da Silva besa una cruz que recibió de la monja católica Hermana Rosa. 

Luiz Inácio Lula da Silva besa una cruz que recibió de la monja católica Hermana Rosa.

Cambio táctico

Si bien ambos hombres son católicos, el intercambio de lenguaje espiritual es algo desconocido para da Silva, quien siempre ha priorizado los temas sociales y económicos en sus campañas.

Aun así, su Partido de los Trabajadores (conocido como PT en Brasil) tiene vínculos históricos con el catolicismo progresista. Fundada en 1980 por líderes sindicales, activistas de izquierda y miembros de grupos católicos como las comunidades eclesiales de base (conocidas como CEB), sus esfuerzos se inspiraron en el movimiento de la Teología de la Liberación.

Pero, dado que el alcance religioso de Bolsonaro parece más efectivo, los miembros de la campaña de da Silva claramente han adoptado un cambio táctico.

Bolsonaro ha cortejado durante mucho tiempo tanto a evangélicos como a católicos de derecha, con énfasis en temas de libertad religiosa, antiaborto y anti-LGBTQ.

Su esposa, Michelle Bolsonaro, quien es miembro de una iglesia bautista, ha jugado un papel fundamental este año, pronunciando discursos durante los servicios de la iglesia evangélica en todo el país, retratando a Lula y sus aliados de izquierda como fuerzas diabólicas que solo puede derrotar Bolsonaro.

Los ataques religiosos vienen jugando un papel central en las últimas encuestas, según el experto en demografía José Eustáquio Diniz.

“Hace 6 meses, las encuestas mostraban que Lula y Bolsonaro tenían casi la misma participación del voto evangélico. Ahora, Bolsonaro tiene casi el 70% entre ellos”, dijo. Entre los católicos, da Silva tiene el 57% de su apoyo, mientras que Bolsonaro tiene el 37% .

Marcelo Vitorino, un experto en Marketing Político que ha liderado la campaña de los principales políticos de Brasil, dijo a Religion News Service que “Bolsonaro ha construido una sólida reputación entre los cristianos conservadores”, por lo que los ataques en su contra pueden no dañar mucho su imagen en los segmentos cristianos.

Pero, señaló Vitorino, cuando ambos candidatos tienen una tasa negativa tan alta entre los votantes indecisos, una campaña bélica puede llevarlos (a los indecisos) a quedarse en casa el día de las elecciones. “Ese es un riesgo real”.

Gran parte de esta guerra se está librando online, por simpatizantes, y no siguen las reglas de una lucha justa.

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Lula da Silva en un templo evangélico.

Lula da Silva en un templo evangélico.

Ocultistas

Dos días antes de la 1ra. vuelta, el 02/10, los partidarios de Bolsonaro promovieron un video viral, que luego su creador dijo que había sido sacado de contexto. El clip mostraba a la influencer digital Vicky Vanilla, una satanista, declarando su apoyo a Lula y prediciendo su victoria.

“Es una guerra espiritual”, declaró la aliada de Bolsonaro y congresista Bia Kicis, en un enlace al video en sus redes sociales.

El Nª2 de 4 puntos dice: 'Lula no tiene pacto con el Diablo ni ha hablado nunca con él'. El PT también ha estado publicitando ampliamente fotos de da Silva con el papa Francisco.

El video viral fue un intento de los partidarios de Bolsonaro de “satanizar literalmente a Lula en un país que alberga a las poblaciones pentecostal y católica más grandes del planeta”, según Andrew Chesnut, profesor y experto en estudios religiosos de la Virginia Commonwealth University.

2 días después, en un contraataque de los partidarios de da Silva, las redes sociales se inundaron de fotos y videos que mostraban a Bolsonaro en logias masónicas. Pronto la frase “Bolsonaro no es cristiano” comenzó a ser tendencia, superando las referencias a “Lula-Satanista”.

Después de eso, apareció una imagen con Bolsonaro al lado de masones frente a una imagen de Baphomet, una divinidad supuestamente asociada con los Caballeros Templarios y luego incorporada por los ocultistas. Más tarde se demostró que esa imagen era un fraude, pero durante los días siguientes se siguieron publicando publicaciones que conectaban a Bolsonaro con rituales satánicos.

“La izquierda brasileña no estaba preparada para estos ataques digitales y no tenía una estrategia para contrarrestar las noticias falsas y el pánico moral”, dijo Magali Cunha, doctora en comunicaciones y editora general del sitio de verificación de hechos Coletivo Bereia.

Eso dejó un vacío para que los partidarios compartieran información errónea. Cunha, quien también es colaborador del Consejo Mundial de Iglesias, dijo que las publicaciones sobre Bolsonaro y la masonería provenían de personas influyentes digitales conectadas con la izquierda, no exactamente del séquito de Lula.

“En esa guerra digital tiene sentido, especialmente cuando se trata de ganar votantes que aún no han tomado una decisión”, dijo.

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Fake News contra Jair Bolsonaro con los íconos masónicos.

Fake News contra Jair Bolsonaro con los íconos masónicos.

Esa no es una excusa para rebajarse tanto, argumenta el teólogo Leonardo Boff, un intelectual público del movimiento de Teología de la Liberación de América Latina y un feroz crítico de Bolsonaro.

Boff argumenta que los progresistas no deberían usar la misma lógica de la campaña de Bolsonaro, con “desmoralización, burla, desprecio por el otro y fake news”.

“Uno debe responder a esos ataques con hechos y verdad, manteniendo una actitud civil. No podemos jugar el mismo juego que ellos juegan. Tenemos que ser coherentes”, dijo a Religion News Service.

La campaña de Bolsonaro reaccionó a las fotos masónicas con más ataques religiosos. Unos días después, la pastora neopentecostal Damares Alves, exministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos de Bolsonaro, quien fue elegida para el Senado en las elecciones del 02/10, publicó un video de su testimonio durante un servicio religioso.

Ella describió una supuesta red de pederastas en la isla de Marajó, en la Amazonía, que traficaba niños brasileños hacia otros países.

En el clip, Alves dijo que a los niños de 3 y 4 años les sacan los dientes para que “no muerdan durante el sexo oral” y que solo reciben comida semisólida “para que sus intestinos estén limpios para el sexo anal”.

“Bolsonaro dijo: 'Los atraparemos a todos'. Y el infierno se levantó contra este hombre. La guerra contra Bolsonaro librada por la prensa, librada por la Corte Suprema, librada por el Congreso, créanme, no es una guerra política. Es una guerra espiritual”, continuó.

Requerida por los fiscales federales, Alves no proporcionó pruebas de lo que dijo. Los analistas señalaron las similitudes de su retórica con la teoría de la conspiración estadounidense Q'Anon.

“De hecho, es parte de la tradición evangélica brasileña. Se basa en la idea de un mundo dominado por el mal y que solo la comunidad espiritual de la iglesia puede proteger a alguien”, dijo Francisco Borba Ribeiro Neto, director del Centro de Fe y Cultura de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo.

Sin embargo, la explotación de tales ideas para obtener resultados electorales fue importada de Estados Unidos, argumentó.

Con gran efecto, según Chesnut:

En el país que podría decirse que es el epicentro del cristianismo mundial en la actualidad, no sorprende que los candidatos presidenciales se vean obligados a demostrar sus credenciales cristianas mientras demonizan a sus oponentes. l vencedor de la guerra santa electoral muy probablemente será elegido próximo presidente de Brasil en la próxima segunda vuelta de las elecciones. En el país que podría decirse que es el epicentro del cristianismo mundial en la actualidad, no sorprende que los candidatos presidenciales se vean obligados a demostrar sus credenciales cristianas mientras demonizan a sus oponentes. l vencedor de la guerra santa electoral muy probablemente será elegido próximo presidente de Brasil en la próxima segunda vuelta de las elecciones.

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