Santa Fe. Durante las últimas horas del domingo (15/12) una mujer de 24 años, identificada como Jésica Fossati, llegó a la Clínica San Roque, ubicada en la ciudad de Vera, con su bebé recién nacido muerto con varias apuñaladas en su cuerpo. La joven quedó internada con custodia policial y se investiga en qué circunstancias ocurrió el asesinato.
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Una mujer mató a su bebé recién nacido: La Justicia investiga psicosis o amenaza
Una mujer llegó el domingo a una clínica con su bebé recién nacido muerto de varias apuñaladas. La Justicia investiga si tuvo una psicosis o fue amenazada.
16 de diciembre de 2024 - 17:20
Una mujer mató a su bebé recién nacido: La Justicia investiga cómo sucedió.
Según información de los medios locales, Jésica Fossati cursaba el sexto o el séptimo mes de embarazo y tuvo un parto prematuro inducido en su propio hogar. El médico de guardia advirtió que el bebé tenía siete heridas punzocortantes que le provocaron la muerte, por lo que la joven quedó bajo sospecha de filicidio.
El fiscal Alejandro Rodríguez ordenó la autopsia del cuerpo, la cual reveló "que hay una muerte provocada por agresión” contó el funcionario. La Justicia ordenó un allanamiento en la propiedad de la joven, donde agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) secuestraron un teléfono móvil, ropa y cuchillos que serán peritados.
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La audiencia imputativa y la medida cautelar contra Fossati, quien continuará detenida, será este martes (16/12) en los Tribunales de Vera. Rodríguez indicó que la mujer sería acusada por "homicidio agravado por el vínculo", pero agregó: "estamos investigando porque no sabemos si existió algún tercero que intervino o algo".
Sixto González, el abogado que asumió la defensa de la joven, indicó que Fossati indujo su propio parto casero porque estudia enfermería y que cuando el bebé nació "lo mató a puñaladas". Aun así, el abogado explicó que "puede tratarse de una psicosis puerperal (trastorno mental grave que puede aparecer en mujeres después de dar a luz)” o “un factor externo de un padre que no quiso tener el bebé y la amenazó”.
González argumentó que “la chica quería tener la criatura, la ocultaba, pero quería tenerla, de hecho llegó a siete meses, habiendo todos los medios para interrumpir un embarazo, hasta inclusive legal. Un factor externo hubo, pero también no descartemos que el padre haya sido alguien poderoso, que la ha amenazado o algo así, lo cual no le exime de nada a ella, pero se puede atenuar en algo su situación procesal”.
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