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Ni peronistas, ni kichneristas ni macristas: este domingo la "grieta" será la gran sobreviviente

Los kirchneristas lograron perdurar pese a la derrota en 2015 ante el macrismo, o más bien, la alianza Cambiemos. Sin embargo, no lo hicieron sólo por "mérito propio", sin también porque el nuevo oficialismo se encargó de que así fuera. Por eso, no podría extrañar que la "grieta" se eleve este domingo como la verdadera sobreviviente.

De los datos conocidos al 02/08 se entiende que este domingo la fórmula Fernández-Fernández, del Frente de Todos, podrá festejar más allá de los márgenes de error. 

La pelea, de todas maneras, no será fácil puesto que la diferencia, en promedio, no alcanza los dos dígitos. Fueron hasta entonces pocas las consultoras que colocan al oficialismo apenas 3 o 4 puntos por debajo del candidato de la expresidente. En cambio, son más de una decena las que lo dejan 10 puntos abajo.

De todas maneras y a diferencia de lo sucedido en otras elecciones, fueron varias las consultoras tradicionales que decidieron no difundir sus datos. 

Muchas porque están trabajando para uno u otro candidato y tienen instrucciones de reservar la información o porque le va bien al candidato y no quieren anticipar un clima triunfalista ni que aflojen los últimos esfuerzos o porque, al revés, no le va bien y no conviene exponerlo.

En tanto, la dupla Ricardo Lavagna-Juan Manuel Urtubey se ubicará en un claro tercer lugar, muchos puntos por detrás de los 2 principales candidatos, sin llegar incluso a los 2 dígitos. 

Más atrás aún, José Luis Espert rondaría un 4% por delante del Frente de Izquierda, con Nicolás Del Caño y Romina Del Plá, por debajo de un promedio del 3%.

De esta manera, reafirman la tan mentada "grieta", que por ahora, es la única certeza.

A diferencia de 2015 cuando la Alianza por Una Nueva Argentina (UNA), consiguió el 19,5% de los votos con la candidatura de Sergio Massa, ahora no habrá tanto por repartir: los puntos de Lavagna, de Espert o de la izquierda son pocos, y difícilmente alguien que vote a los Fernández en agosto termine apoyando a Macri en octubre, y viceversa. 

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