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Alberto Fernández y Schiaretti solo posaron para la foto

Alberto Fernández pasó por Córdoba y junto a sus ministros, le acercaron una última oferta al gobernador cordobés por la unidad. Seguirán por caminos separados.

El líder de Hacemos por Córdoba y del peronismo federal acompañó a Alberto Fernández durante toda su estadía y se mostró ameno en el trato y el discurso. Así, se ciñó únicamente a la relación “institucionalmente correcta” que caracterizó los últimos meses entre el Centro Cívico de Córdoba y la Casa Rosada.

Pero tras las bambalinas, ambos líderes mantuvieron una reunión extensa para acordar ciertas situaciones de manera frontal. Alberto Fernández habría llegado a Córdoba con un último ofrecimiento para el ‘Gringo’, en pos de lograr la unidad. 

El impulsor de esto fue el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, quien sostiene la necesidad del Frente de Todos por acordar con Hacemos por Córdoba. Desde allí, se ofreció un freno al armado de las listas que encabezará el senador Carlos Caserio, a cambio de un acompañamiento en el Congreso. 

Pero la propuesta fue rechazada por Schiaretti y su equipo de trabajo. Desde el peronismo cordobés consideran que no es momento de acercarse a ningún espacio, y menos aún al kirchnerismo que Alberto Fernández se encarga de camuflar.

Si bien una quita de la lista que Caserío está edificando junto al presidente sería un gran alivio para el schiarettismo, esto no le garantiza una victoria, y menos aún teniendo en cuenta que comparte electorado antikirchnerista con la oposición. Así, tanto el Frente de Todos como Hacemos por Córdoba tendrán casi definitivamente caminos separados en el mediano plazo. 

Lo que sí prosperó fueron ciertas concordancias entre ambos espacios. Principalmente, esa reunión dejó un trato por el cual no habrá una “campaña sucia” en lo que respecta a las próximas elecciones legislativas. 

Esto implica que regirá cierta moderación desde los dos lados para con el otro, y eso deja abierta la posibilidad de un eventual acercamiento a largo plazo. Para el Frente de Todos esto implica un alivio, ya que deberá enfrentar una campaña dura desde la oposición, que tiene prácticamente ganada la provincia.

Además, para el senador Carlos Caserio se produce una reivindicación del arduo trabajo reconstructivo que viene realizando desde el 2020. Con el patrocinio del presidente, el legislador viene armando un espacio poco potente pero sólido para el kirchnerismo en Córdoba.

Caserio sostiene un profundo enfrentamiento directo con Schiaretti, ya que el último lo impulsó al Senado en su momento. Por eso, la no agresión será valiosa para el kirchnerismo.

Y también lo será para el schiarettismo, que lanzará a nuevos modelos de referentes, como Natalia De La Sota. La hija del difunto líder cordobés, José Manuel De La Sota, dará sus primeros pasos como heredera de su padre, y será importante contar con un frente de ataque menos para su debut. 

Para la diputada Alejandra Vigo también será importante no recibir fuego peronista, en una de sus incursiones más importantes. La esposa de Schiaretti iría a por el Senado con un perfil calmo y enfocándose en la gestión propia para captar votos. 

De este modo, el peronismo irá separado a las próximas legislativas en Córdoba, y se luchará por ver quien es la segunda fuerza. Lo que está casi asegurado es la victoria de Juntos por el Cambio en la provincia, aunque resta ver por cuanto.