CÓRDOBA. Una de las políticas de campaña más fuertes que Martín Llaryora implementó para sostener al oficialismo provincial en el poder fue la apertura para integrar a dirigentes de otros espacios al “partido cordobés”. En ese orden, el gobernador electo sumó a gente de la oposición provincial, poniendo inclusive a una radical como candidata a vicegobernadora, como lo fue Myrian Prunotto.
CÓRDOBA
Juntos nada: Martín Llaryora apunta ambulancia al PRO
Martín Llaryora sostuvo una reunión con un alto dirigente del PRO en Córdoba. El gobernador electo le da continuidad a la apertura del oficialismo.
Si bien parecía que esa política podía quedar como foto de la campaña provincial, Llaryora confirmó en las últimas horas que sostendrá su apertura a sumar dirigentes de experiencia que aporten a su futura gestión sin importar la procedencia. Algo que, naturalmente, encendió la alarma opositora hace rato ya que muchos dirigentes ven con buenos ojos sumarse a la nueva administración que se va a inaugurar en diciembre próximo.
En ese orden, y luego de una reunión masiva con intendentes radicales de Córdoba, Martín Llaryora ofició un nuevo encuentro. Aunque, esta vez fue personal.
El gobernador electo se encontró con Gustavo Santos, uno de los referentes del macrismo en Córdoba y director regional para las Américas de la Organización Mundial de Turismo (OMT). El referente del PRO fue hasta el Palacio 6 de Julio, donde el intendente transita sus últimas horas antes de saltar a la gobernación.
El encuentro, que tuvo motivos oficiales, también tuvo tintes políticos. Como dos viejos conocidos, Santos y Llaryora celebraron un diálogo con el foco puesto en diciembre, cuando el nuevo escenario nacional ya esté determinado.
Cabe recordar que Gustavo Santos fue parte de la administración de Juan Schiaretti años atrás. En la misma, se desempeñó como presidente de la Agencia Córdoba Turismo, antes de saltar a Juntos por el Cambio, lugar que lo llevó a ser diputado por un breve período.
Con ese nexo en común, ambos renovaron el contacto y Llaryora aprovechó para dar otra seña aperturista. Conociendo a Santos y su capacidad de gestión, no sería extraño que el gobernador electo haya intentado acercar las partes con el referente del PRO.
Para las aspiraciones de Martín Llaryora, un hombre como Gustavo Santos podría resultar clave. Sobre todo en lo que respecta a la política exterior de la provincia, un área que incrementará su actividad para generar lazos con otros estados y de manera independiente.
En ese sentido, Llaryora considera que la conectividad internacional es clave. Y el hombre del PRO en Córdoba sabe que botones tocar para llegar a las esferas más altas a nivel mundial.
Por su parte, Santos podría encontrar en la nueva gestión de Llaryora el lugar que no le fue cedido en Juntos por el Cambio Córdoba. El hombre intentó ser protagonista en dos periodos, pero el eje Luis Juez-Rodrigo De Loredo se quedó con todo el capital político opositor.
Marginado de ese juego por su bajo impacto electoral y a la luz de las derrotas de sus competidores, Santos encontraría el ansiado protagonismo que tanto le fue postergado por su alto nivel de desconocimiento entre los votantes. Algo similar a lo que le pasó a Javier Pretto, ex presidente del PRO y actual viceintendente electo de Hacemos Unidos Por Córdoba.
Con esas dos necesidades convergiendo potencialmente, las conversaciones que se produjeron en el Palacio 6 de Julio no habrían pasado por alto el futuro cercano. Todo ello a pesar de que, a nivel nacional, cada uno seguirá apoyando fuerte a su espacio actual.
Por fuera, el encuentro fue leído como un grave síntoma en Juntos por el Cambio. Si bien Gustavo Santos nunca fue altamente valorado en el arco opositor, en la coalición comienzan a ver como la estructura que se generó en 2015 está en peligro de derrumbe.
De la capacidad evolutiva de los dirigentes locales dependerá la continuidad de una sociedad que no supo dar respuesta electoral a nivel local. Casi todos los éxitos de Juntos por el Cambio en Córdoba fueron nacionales.
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