CÓRDOBA. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, ordenó a su espacio prohibir la inclusión de dirigentes provinciales que hayan estado relacionados con el kirchnerismo en el último tiempo, dentro de su lista para convertirse en el presidente del PJ provincial. Esta medida, que sorprendió a muchos referentes locales que entablaron relaciones con Nación en el último tiempo, apunta a acentuar definitivamente su enfrentamiento con el Gobierno nacional.
OPOSICIÓN
Juan Schiaretti prohíbe kirchneristas en su lista para el PJ
Juan Schiaretti ordenó que ningún dirigente K pueda acompañarlo en la lista que presentará para ser presidente del PJ cordobés. Opositor total.
Para Juan Schiaretti, la relación con Casa Rosada terminó de quebrarse nuevamente al inicio de la campaña para las elecciones legislativas 2021. Allí, el ‘Gringo’ decidió asumir el trabajo electoral personalmente, y encaminó su discurso apuntando directamente contra las políticas nacionales, admitiendose abiertamente como un opositor más, pero dentro del peronismo.
Ahora, en la vereda del frente a la gestión de Alberto Fernández, Juan Schiaretti decide redoblar la apuesta de cara a lo que se viene. Y el control total del PJ provincial es su principal objetivo.
Si bien Juan Schiaretti se convertirá en presidente del espacio, ya que no tiene contrincantes, también intentará desterrar del control departamental a ciertos actores que congeniaron con el kirchnerismo. En ese orden, el principal apuntado será el ex senador Carlos Caserio, quien comanda los hilos K desde el departamento Punilla y es el referente cordobés del tenue kirchnerismo que aún sobrevive en la provincia.
Para Juan Schiaretti, la figura de Caserio debe quedar fuera de juego en sus intenciones de hacerse con el control total del peronismo en la provincia. Esto, en su plan de proyección nacional, es fundamental, ya que necesita tener la confianza de que “en casa” todos le responden a él.
La intención es poder proyectar el “partido cordobés” a nivel nacional, en principio como una alternativa distinta a la “grieta” que gobierna el país desde hace mucho tiempo. Aunque no se descarta que se termine sumando a la oposición.
En cualquiera de los casos, Juan Schiaretti necesita terminar con el plan elaborado por Carlos Caserio, que consiste en conseguir que dirigentes del PJ provincial se conviertan al kirchnerismo mediante la llegada del presupuesto nacional a sus zonas. Esta fue la estrategia de campaña que se desplegó por parte del Gobierno nacional y por momentos amenazó la hegemonía provincial de Hacemos por Córdoba.
Quién quedaría exceptuado de la medida sería, en principio, Martín Gill, intendente de Villa María. El ex secretario de Obras Públicas de la Nación y ex candidato a diputado por el Frente de Todos bajó fuertemente su perfil y está intentando regresar a las filas schiarettistas, luego de su aventura en Nación.
Así, Juan Schiaretti intentará tener todo el territorio del peronismo cordobés bajo control. De esta forma, tendrá la seguridad de poder hablar de Córdoba como una unidad completa a la hora de proponer trasladar su modelo a nivel nacional.