CÓRDOBA. La precandidatura a presidente de Juan Schiaretti no está sustentada, por el momento, en números que alienten al gobernador de Córdoba a lanzarse en una carrera empujada por encuestas. El ‘Gringo’ tiene muy bajos niveles de conocimiento en buena parte del territorio nacional y su tarea para llegar a la Casa Rosada y superar otros contendiente en las encuestas parece muy difícil de lograr por la vía tradicional.
ELECCIONES
Juan Schiaretti, ¿precandidato a presidente del campo?
Juan Schiaretti pasó por la Sociedad Rural de Palermo y dejó en claro que es más fuerte que cualquiera en materia agropecuaria.
Sin embargo, el tres veces gobernador de Córdoba es más que consciente de ello. Si bien su anhelo de alcanzar la presidencia está, su sentido de la realidad le marca que es tiempo de apuntar a alcanzar una cuota de poder mayor en el Congreso y, por qué no, pasar a tener una buena relación con un eventual gobierno de turno.
Para ello, Juan Schiaretti considera que, mínimamente, debe superar las PASO. Algo que no será tarea fácil.
El camino para lograr ese primer paso es dominar el famoso “círculo rojo”, aquel que todos plantean como filtro político compuesto por empresarios, prensa e incluso operadores externos. En eso se basa la campaña de Juan Schiaretti.
Un ejemplo de ello se dio ayer, con el paso del cordobés por la Sociedad Rural de Palermo. Allí, Schiaretti se codeó con otros precandidatos presidenciales como Horacio Rodríguez Larreta, Javier Milei, Patricia Bullrich, Miguel Ángel Pichetto, el propio ex presidente Mauricio Macri, y demostró que tiene bastante metido en el bolsillo a un sector no muy voluminoso pero sin dudas crucial: el campo.
El discurso que Juan Schiaretti vertió a los oídos del sector agropecuario es el mismo que sostuvo en sus tres etapas como gobernador de Córdoba. Eso, en consonancia con sus políticas públicas, transmitió una seguridad muy valiosa ya que, a diferencia de otros precandidatos, todo lo que dice puede comprobarse con gestión.
“El Tesoro Nacional se llevó el año pasado U$S 3.780 millones en concepto de retenciones. En los últimos 15 años les quitaron a los productores cordobeses U$S 23.000 millones. Planteamos que se eliminen gradualmente las retenciones y que exista una parte a cuenta del impuesto a las ganancias”, insistió en un tono que realmente le agrada al campo. A diferencia de sus potenciales competidores, Schiaretti viene repitiendo en su discurso medidas concretas para descomprimir la sofocante presión fiscal sobre el sector agropecuario.
“Ni Bolivia, ni Uruguay, ni Brasil, ni Paraguay ni Chile tienen retenciones. Solamente Argentina mantiene este impuesto que penaliza la producción. Yo estoy seguro de que, si le sacamos al campo el pie de encima y lo dejamos producir más y crear más riqueza, Argentina va a conseguir mayor progreso y divisas genuinas”, aseguró.
De esa forma, el cordobés intentará convertirse en un faro para la política agropecuaria futura, tal vez ganando representación en una eventual repartija del poder ante la salida de un Gobierno nacional que sin dudas maltrató a los productores agropecuarios. Aunque, claro, no le bastará con eso.
A poco más de dos meses para el cierre de las precandidaturas oficiales que exige las PASO, Juan Schiaretti tiene planeado otro salto para intentar construir competitividad: ganarse parte de la CGT. Esa tarea no será fácil ya que, en su afincada gestión en Córdoba, la conexión con la central obrera nunca fue fluida.
No obstante, Schiaretti viene gestionando hace meses una reunión con la Confederación no K, sector que también podría darle el visto bueno al cordobés para que sea candidato. Eso no implica que la CGT se sume al espacio del gobernador, pero sí podría ser el nacimiento de una relación reversionada empoderándolo.