Hidrovía Paraná- Paraguay: el gobierno de Javier Milei propone control federal, nueva licitación internacional para el sector privado y cobro de peajes. Firme en su afán privatista, el ejecutivo nacional busca atraer capitales estadounidenses en pos de privatizar los ríos Paraná y Paraguay.
EN BUSCA DEL TÍO SAM
Javier Milei y la privatización de los ríos Paraná y Paraguay
La Hidrovía Paraná - Paraguay en el vórtice de la disputa de poder entre nación y provincia: Javier Milei promueve un antagonismo que aviva la grieta
La empresa de los Estados Unidos que interesó en su momento a Javier Milei, es Great Lakes Dredge & Dock, pero el primer mandatario se anotició de que ésta, factura un tercio de lo que vende la más pequeña de las” big four”, Van Oord.
La Hidrovía Paraná- Paraguay constituye en Argentina la infraestructura más importante para el desarrollo de los agronegocios, en especial el tramo Santa Fe-Océano. Hoy en día, a través de esta vía navegable, la Argentina canaliza alrededor del 80 por ciento de las exportaciones y el 95 por ciento de las importaciones, siendo la provincia de Santa Fe el área más afectada.
Hidrovía Paraná-Paraguay vale cuanto abarca
Constituye un corredor natural de transporte fluvial de más de 3.400 kms. de largo, que se extiende a través de los ríos Paraná y Paraguay, y permite la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia Paraguay y Uruguay. La hidrovía forma parte de un inmenso sistema hídrico denominado “Cuenca del Plata”, que comprende a una vasta región de algo más de tres millones de kilómetros cuadrados de superficie, cuyas aguas superficiales descargan en el Río de la Plata. La cuenca se abre en forma de abanico a partir de la desembocadura del mencionado río, desplegándose dentro de la jurisdicción de cinco países. Abarcan gran parte del sur, del sudoeste y del centro-oeste de Brasil, el sudoeste de Bolivia; gran parte de Uruguay; todo el Paraguay y casi todo el norte, la Mesopotamia y la pampa húmeda de la Argentina.
Reservorio de agua para el mundo
Constituye una de las reservas hídricas más importantes del globo, no sólo por el caudal de los ríos que desaguan en él, sino por la diversidad biológica del área y por la riqueza de los territorios que aquellos bañan. Por su extensión, es la segunda después de la amazónica en esta parte del continente, y constituye el área donde se concentra una importante actividad económica y la mayor densidad de población.
La navegación constituye uno de los más importantes usos de los grandes ríos de la región. Y a tal fin, la “Hidrovía Paraguay-Paraná” es el corredor de mayor desarrollo y trascendencia económica para toda la cuenca, y uno de los más extensos del planeta.
Una hija del Mercosur
La Hidrovía fue puesta en marcha durante la década de 1990 en el marco del Acuerdo Mercosur, y cobró mayor desarrollo durante los 2000, funcionando como un eje de la conocida Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (Iirsa —iniciativa nacida en 2000 y que incluyó a 12 países—).
De proyectos inconclusos
El proyecto original abarca 3442 kilómetros, recorre los ríos Paraguay y Paraná desde Puerto Cáceres (Brasil) hasta Puerto Nueva Palmira (Uruguay). Hasta el momento, no todos los tramos fueron desarrollados de manera completa ni todos los proyectos asociados a la misma han sido concretados.
Hidrovía: negocio y conflicto
Desde 1995 el emplazamiento de la Hidrovía en Argentina significó, de hecho, la privatización del río Paraná. En ese año se concesionaron las obras de acondicionamiento del río a cambio del cobro de peajes al consorcio Hidrovías S.A. conformado por la empresa belga Jan De Nul y la argentina Emepa. Inicialmente la concesión se otorgó por diez años y en 2010, luego de un proceso de negociaciones entre usuarios de la Hidrovía y el Estado, se extendió hasta abril del 2021.
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