Para Axel Kicillof la apertura de las sesiones ordinarias de la legislatura bonaerense será un momento clave. El gobernador dará allí el discurso con el que pretende marcar un antes y después de su gestión, que hasta aquí -a más de 2 años de su inicio- ha sido dominada por la pandemia.
PRESENTE Y FUTURO
Axel Kicillof, entre el acoso interno y sus propios demonios
Axel Kicillof relanzará su gestión con miras a renovar mandato en 2023, a pesar de que habría otros planes en el kirchnerismo para él.
Kicillof buscará dar vuelta a la página sanitaria y dar mayor visibilidad a su megaplan de inversiones, con eje en la infraestructura, que anunció en diciembre pasado.
Se trata de un proyecto "a 6 años", lo que conlleva una mensaje implícito: a los 2 años restantes de mandato, Kicillof buscará sumarle -reelección mediante- un período más de gobierno.
Desde hace un tiempo que el entorno del exministro de Economía hace saber que lo que está en el horizonte es renovar el mandato bonaerense y no una aspiración presidencial, como habría sido el plan original.
Este cambio se acentuó después del distanciamiento que Kicillof tuvo con su jefa política, Cristina Kirchner. Tras la derrota en las PASO, la vicepresidente autorizó que su hijo, Máximo, interviniera el gobierno bonaerense y ubicara a Martín Insaurralde, el más cercano de los intendentes al líder de La Cámpora, como reemplazo de Carlos Bianco en la jefatura de gabinete. Bianco es el hombre de máxima confianza del gobernador.
En su discurso del 02/03 en La Plata, Kicillof dejaría en claro que buscará renovar el mandato, un mensaje más bien dirigido al interior del kirchnerismo: en los últimos días tomó vuelo la versión de que los Kirchner prescindirían del economista con el fin de preservar el estratégico distrito que consideran su bastión.
Kicillof parece decidido a dar la pelea menos pensada: contra quienes lo llevaron a la gobernación.
Gestión
Kicillof no sólo debe enfrentar las intrigas internas, sino que también tiene que revitalizar su gestión.
La última encuesta de Circuitos Consultora muestra que la administración bonaerense tiene una alta percepción negativa.
De acuerdo al estudio realizado sobre 1.284 casos efectivos en la provincia, más de la mitad de los consultados (51,4%) desaprueba la gestión en mayor o menor medida. La aprobación queda rezagada 20 puntos detrás.
Pablo Romá, director de la firma de opinión pública, recordó que la provincia tiene problemas estructurales que hacen complicada la gestión de cualquier gobernador. Pero remarcó que fenómenos "coyunturales" como el caso de la droga adulterada de la villa Puerta 8 también impactan en la valoración.
Asimismo, en diálogo con Urgente24, apuntó a las particularidades de Kicillof:
Romá coincide además con el planteo de que la gestión bonaerense quedó muy atada a la pandemia, centrada en el último tiempo en el plan de vacunación. Comenta:
En ese sentido, el director de Circuitos retoma las quejas sobre un desacople del interior bonaerense -visibilizadas por dirigentes del propio Frente de Todos, como Francisco 'Paco' Durañona- y señala que "hace falta un mayor contacto con esas zonas, más política" para revertir la lejanía que quedó en evidencia en las últimas elecciones legislativas, en las que el poder del oficialismo quedó reducido al conurbano.
Reelección
Más allá de estos problemas, Romá contrasta los resultados de la encuesta de febrero con la de la semana previa a las elecciones de noviembre para mostrar un avance en la valoración: hay una fuerte caída de 6 puntos en la percepción "muy mala", y una mejora, aunque no tan notable, en la "buena" y "muy buena".
"Aún falta mucho para las elecciones, pero me parece que estos números no descartan a Kicillof para una reelección", sostiene
Y concluye: