El jueves 21/07, Domingo Cavallo cumple 76 años. Economista y político, aunque más reconocido como economista, advirtió el 02/03 acerca de una "peligrosa aceleración inflacionaria" en la economía argentina.
PRESENTE Y FUTURO
Alberto, Massa y una definición de Domingo Cavallo
Muy interesante la opinión de Domingo Cavallo sobre la coyuntura. No menos impactante es lo que sucede en la política.
En ese momento, Cavallo afirmó algo que ayuda a entender la frase de Alberto Fernández, tan de moda:
También reflexionó: "No sólo quedará obsoleta la hipótesis de inflación con la que han venido trabajando los negociadores del acuerdo con el FMI, sino también la estimación de las consultoras del mercado que en enero esperaban tasas del 54% al 57% anual para los próximos 12 meses."
En un video que subió a su blog, Cavallo recordó la reacción de Carlos Menem en ocasión de la 1ra. Invasión a Irak, y las recompensas que luego obtuvo de USA. En concreto es posible imaginar que él cree que más que un técnico hoy la Argentina precisa un político que tenga una cualidad indispensable: vínculo estrecho con Washington DC. Para 'el Mingo', el escenario global tiene algunas semejanzas con el final de la 'Guerra Fría', cuando él habitó el Palacio de Hacienda.
Yendo un poco más allá en su perspectiva, las metas fiscales y monetarias comprometidas ante el FMI deben ser acompañadas por una gestión de las expectativas en un escenario global complejo, quizás volátil y con certeza agitado. Los agentes económicos deben creer en un timonel, y éste debe tener algún garante porque es un país de reservas disponibles escasas, inversión directa en cuentagotas y que no renueva infraestructura en tiempo y forma.
En concreto, la credibilidad cotiza como la onza troy. Aquí una pregunta hacia adentro de Urgente24: ¿qué posibilidades tiene Alberto Fernández de ganar la guerra de la inflación que él afirma haber iniciado? Una respuesta inicial: la guerra no la inició Alberto sino la inflación disparó primero, hace varios lustros, y el Estado aprendió a utilizarla como una herramienta de política económica para licuar déficit fiscal.
Así se llega a otra pregunta, en el laberinto argentino: ¿Acaso Alberto Fernández ha decidido prescindir de esa herramienta que, hasta ahora, destaca en el kit de su ministro Martín Guzmán? Por eso, ver para creer.
Entonces,
- ¿cuán real es el compromiso de Alberto Fernández contra la inflación cuando ya ha superado la mitad de su mandato presidencial sin alguna preocupación al respecto?
- ¿Será que la guerra prometida sólo se trata de evitar el descalabro o desborde?
Bueno, eso lo tendría garantizado en el marco del acuerdo con el FMI pero
- ¿ganar la guerra es que la inflación 2022 no supere el 50%?
- ¿Alberto Fernández puede declararse triunfador porque la inflación permanezca en 2 dígitos anuales?
Diferente es, por ejemplo, la preocupación de Sergio Massa acerca de la inflación, comentada a sus interlocutores en privado desde diciembre de 2019. Los economistas cercanos a Massa han expresado en público su opinión contraria al coqueteo oficial con los índices de precios. Aprovechando la declaración de Alberto Fernández, Massa acaba de explicitar su opinión al respecto: “Es el veneno más dañino que tiene nuestra economía”.
Luego levantó 2 pilares para lograrlo:
- “Tenemos que construir un nuevo acuerdo económico y social”.
- “Hace falta firmeza para enfrentarla”.
Diferencias
Aún cuando ambos integrantes del Frente de Todos coincidan en hablar de la inflación, hay diferencias notables en lo que enuncian Alberto Fernández y Sergio Massa.
El Presidente promete una guerra días después de haber anunciado su interés en una reelección 2023. Es evidente que él vincula sus oportunidades en las urnas con el cumplimiento de una meta no cuantificada.
En cambio Massa hoy día luce más preocupado por lograr la unidad del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos. Según su punto de vista, cicatrizar heridas es decisivo para la estabilidad del propio Fernández en la Casa Rosada, además de su gestión al frente de la Cámara Baja.
Muy diferente es la opinión del llamado 'Albertismo', verificable en algunos periodistas que militan con cierta pasión en esa corriente, que reclama la expulsión de los disidentes y que "les quiten 'las cajas' a los kirchneristas".
Es difícil que se concreten las amenazas pero... el propio presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, no creía que Vladímir Putin invadiría su territorio... (hay un momento en que los acontecimientos pueden independizarse de las personas y lograr una dinámica propia).
Algo más: en el discurso de Massa ante la CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), hay una frase a destacar: “Es clave que aumentemos nuestras exportaciones con valor agregado argentino. Porque los dólares se consiguen vendiendo talento y trabajo argentino al mundo. Para salir del pedir prestado todo el tiempo”.
Ahí hay reformas estructurales implícitas, además de mantener un tipo de cambio alto mientras no se compense con más productividad. Es un debate que ni Alberto Fernández ni Martín Guzmán parecen dispuestos a protagonizar.
El Presidente acaba de manifestar algo bien diferente: “No puede haber trabajadores de primera y de segunda, por eso tenemos que lograr que los que hoy trabajan en la economía popular sean parte de los empleos formales de la Argentina”.
¿Quiénes son los 'trabajadores de la economía popular'? Los que otros llaman 'piqueteros': desde el Movimiento Evita a Juan Grabois (su organización CTEP quiere decir Confederación de Trabajadores de la Economía Popular).
El Movimiento Evita es el pilar del 'Albertismo', dicen algunos cercanos al ministro Juan Zabaleta, tan cercano al Presidente, y quien gestiona los subsidios y planes sociales. Se habla de canjes para consolidar la ambición 2023 del Presidente.
4 proyectos
En cambio Massa tiene sobre su escritorio 4 proyectos que pretende trabajarlos, inclusive con la oposición, afirmando que son gatillos del crecimiento: agroindustria, construcción, automotriz y 'Agujero Azul'.
Agroindustria, construcción y automotriz vienen de arrastre, mucho se ha debatido y no se avanzó lo suficiente. Hay riesgo de decepción empresarial.
Lo del 'Agujero Azul' se refiere a los recursos marinos en general y la industria pesquera en particular, que es un producto de exportación. Es un área de alimentación de varias especies de gran importancia económica (merluza, vieira patagónica y calamar) y de muchas especies de aves y mamíferos. Urge obtener información fidedigna para promover el manejo sustentable de los caladeros y establecer acciones de protección de las especies para no permitir la depredación sino una producción sustentable.
Alberto Fernández parece no haberse enterado que 48 horas antes de la votación en la Cámara Baja, su proyecto de ley FMI estaba por sufrir un rechazo similar a su proyecto de ley de Presupuesto.
Massa afirma que pretende consolidar algunos acuerdos mínimos para trabajar en una nueva agenda.
Nadie desea nuevas grietas en una sociedad argentina ya con abundantes diferencias domésticas. Por lo tanto, sería importante unificar discursos y acciones. Pero es imposible lograrlo si prevalecen las ambiciones personales.
Objetivamente, la reelección surge del gobierno exitoso. Y esa debería ser la prioridad.