CÓRDOBA. Finalmente, y tras el escándalo del escrutinio provisorio, Martín Llaryora puede nombrarse a sí mismo gobernador de Córdoba. El candidato del oficialismo fue confirmado como el vencedor de las elecciones por la Justicia Electoral de la Provincia, habiéndo cosechado exactamente 3,3% más de los votos que su contrincante inmediato, Luis Juez.
CONFIRMADO
Ahora sí: Martín Llaryora gobernador y festeja JxC (Juez KO)
La Justicia confirmó la victoria de Martín Llaryora, que será el nuevo gobernador. Cómo quedó el mapa de Córdoba tras el conteo oficial.
Con el 45,19% de los votos, el intendente de Córdoba cosechó un total de 870.935 sufragios en su favor, lo que lo posicionó a poco más de 64 mil votos de Juez (806.541 votos). Números muy parecidos a los que arrojó el primer conteo.
Días atrás, el candidato de Juntos por el Cambio había admitido la derrota aunque se esperaba con ansias saber por cuanto. Eso tampoco sufrió grandes modificaciones y, la cercanía entre ambos candidatos, abrió un nuevo panorama sin precedentes en la gestión del peronismo cordobés.
Como tercer gobernador de ese movimiento de manera consecutiva, Martín Llaryora será el primero que deberá gobernar con una actitud negociadora ya que los resultados emitidos por la Justicia Electoral designaron una Legislatura trabada en empate técnico y un Tribunal de Cuentas en el que Juntos por el Cambio domina 2 a 1.
Con ese panorama, el nuevo gobernador deberá mantener una relación dialoguista ante un Juntos por el Cambio que tuvo como único herido importante a Luis Juez. De hecho, puertas adentro, la derrota del candidato y ex intendente se festejó como una victoria tras confirmarse el nuevo mapa.
Con 33 bancas para el oficialismo y 33 bancas para la oposición de Juntos por el Cambio, el valor de las cuatro bancas restantes subirá considerablemente. Las mismas serán ocupadas por los ganadores de Encuentro Vecinal (1), La Libertad Avanza (1), Frente de Izquierda (1), Creo en Córdoba de Todos (1).
Además, el nuevo mapa plantea un valor inusitado a los comicios de Córdoba capital. Allí, se jugará el último bastión de control entre el oficialismo y la oposición.
En ese orden, Martín Llaryora considera clave un triunfo de su candidato Daniel Passerini, ya que podría sostener a la ciudad en su favor. Caso contrario, la ciudad quedaría en manos del radical Rodrigo De Loredo, en un escenario sumamente desfavorable para Llaryora a nivel provincial.
Así las cosas, Córdoba ya tiene un empate de poderes y la elección capitalina podría definir que tan tenso sea. Con el resultado oficial puesto, Córdoba podría ser considerada una buena ventana al 2024 argentino, que podría encontrar una distribución de poderes similar.
Por otra parte, el llaryorismo recién nacido estará empujado a dialogar más que sus antepasados del schiarettismo y delasotismo. Algo que parece capacitado para hacer.
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