CÓRDOBA. El cierre del mes de abril para Martín Llaryora será uno para el olvido tanto en materia personal como en lo que respecta a lo político. El gobernador de Córdoba cerró su cuarto mes de gestión con dos grandes fracturas que evidencian su lucha para poder destrabar recursos y así poder dar arranque definitivo a su administración.
SEPARACIÓN
Abril complicado: Martín Llaryora sufre doble divorcio
Martín Llaryora cerró el mes anunciando que se separa de su esposa. Además, se profundiza la crisis electoral en Río Cuarto.
En el plano privado, se produjo el divorcio confirmado que comenzó con su pareja, Marcela Beccaría. La separación se dio luego de meses de rumores de crisis entre ambos, algo que habría surgido por el tiempo que demandan las funciones del gobernador y ex intendente de Córdoba capital.
El trámite fue presentado por ambos, según hicieron saber desde el círculo cercano del mandatario cordobés. Eso evidencia el común acuerdo para terminar con el matrimonio que siempre mantuvo un perfil bajo, incluso cuando Llaryora se iniciaba en el camino de liderazgo del PJ en Córdoba.
Por otro lado, y en materia política, Llaryora también sufrió una fractura. Se trata de la interna del PJ en Río Cuarto, que se separó en dos listas para enfrentar las elecciones locales previstas para el 23 de junio, aún siendo oficialismo y con pedido de unidad vigente.
Martín Llaryora puede sufrir en Río Cuarto
La primera fue encabezada por Guillermo de Rivas, quien contó con el apoyo explícito de Llaryora y el actual intendente, Juan Manuel Llamosas. Además, se encolumnaron detrás de su candidatura la diputada Natalia de la Sota y el diputado Carlos Gutiérrez, dos dirigentes influyentes de la zona.
Por otra parte, la lista “blue” del peronismo cordobés fue empujada por Adriana Nazario. La ex pareja de José Manuel de la Sota no cedió ante los pedidos del gobernador y competirá el 23 de junio, posiblemente dividiendo la potencia oficialista.
En el medio, se abrió una oportunidad única para la oposición provincial que buscará arrebatar a Río Cuarto de las manos del “partido cordobés”. Para ello, se presentó el radical Gonzalo Parodi, quien parece haber logrado un apoyo “orgánico” de lo que todavía queda en pie de Juntos por el Cambio.
Al respecto, hace pocas horas Parodi concretó el apoyo de su contrincante interno, Gabriel Abrile. De esa manera, el radicalismo pudo generar una propuesta unificada, a contramano de lo sucedido en el oficialismo municipal.
A eso podría sumarse el apoyo de Rodrigo de Loredo y Luis Juez, los dos referentes de la oposición provincial.