La Fiscalía General y el Servicio de Seguridad de Ucrania acusaron al empresario ruso-israelí Mikhail Fridman de financiar la invasión que ejecutó Vladimir Putin. Fridman es conocido porque diversos negocios, que incluyen el fondo de inversión LetterOne, propietario de la red de tiendas de cercanía o supermercados DIA.
GUERRA EN EL ESTE
Mikhail Fridman (DIA) acusado de financiar a Vladimir Putin
El contraespionaje de Ucrania (SBU) acusó al empresario Mikhail Fridman de financiar la guerra contra Ucrania.
Por el momento, el empresario que nació en Lviv (Ucrania), reside en el Reino Unido.
Tras el inicio de la operación especial rusa, Friedman, quien también tiene ciudadanía israelí, declaró "un profundo afecto por los ucranianos y los rusos" y calificó los combates como "una tragedia para ambos pueblos" (esto coincide con la política de Israel).
En 1990, cofundó Alfa Bank, el banco privado más grande de Rusia. También presidió TNK-BP, empresa conjunta con la petrolera británica BP. En 2013, vendió su participación en la compañía y cofundó la compañía de inversión internacional LetterOne (L1), con sede en Luxemburgo. Fridman preside el consejo de Alfa Group, y es consejero de Alfa Bank y ABH Holdings, con sede en Luxemburgo. Pertenece también al consejo de administración de empresas como VimpelCom y X5 Retail Group y fue presidente de LetterOne (L1) y de RWE Dea.
Es probable que Volodymyr Zelensky se encuentre sumando otro problema a todos los que acumula: Fridman es uno de los fundadores del Congreso Judío ruso y cofinancia el trabajo del Fondo Judío Europeo. También ha donado al programa Nativ, que es un programa de las Fuerzas de Defensa de Israel para todos los soldados inmigrantes en Israel. También es cofundador del grupo de filantropía Génesis, para desarrollar la identidad judía en el mundo.
La acusación
La Fiscalía General afirma que el empresario "participó por parte de la dirección político-militar de la Federación de Rusia en la aplicación de la política interior y exterior", en particular, en la financiación del complejo militar-industrial ruso.
Según la investigación, en el período de 2014 a 2022, Fridman dio instrucciones a los jefes de sus filiales "para financiar acciones para cambiar las fronteras de Ucrania".
El SBU afirma que desde el comienzo de la operación militar, el empresario ha "invertido alrededor de 2.000 millones de rublos" (en dólares estadounidenses no es mucho dinero, US$ 20,5 millones) en la industria de defensa de la Federación Rusa, incluida la planta de cartuchos de Tula y la planta óptica y mecánica de los Urales de Yalamov, que producen equipos de alta tecnología para aviones y helicópteros de combate.
Para financiar estos proyectos, Fridman, según el SBU, utiliza los activos del Grupo Alfa. El servicio de inteligencia también afirma que el empresario ruso supuestamente utilizó sus propios recursos comerciales para la distribución masiva de raciones secas, ropa y otros productos bajo la marca "Ejército de Rusia", que se suministran a los militares en el frente.
Friedman también está acusado de organizar el acopio de material y asistencia técnica para las necesidades de las tropas rusas que luchan en Ucrania. Además, sus compañías de seguros se hicieron cargo del seguro del equipo militar, y del seguro de vida y de salud de los soldados rusos, según el informe.
El SBU informó a Fridman de sospechas de financiar acciones cometidas con el objetivo de cambiar y derrocar por la fuerza el orden constitucional o tomar el poder estatal (Parte 3 del artículo 110-2 del Código Penal de Ucrania). Según este artículo, el empresario se enfrenta a hasta 8 años de prisión.
A mediados de agosto, la Policía Nacional de Ucrania acusó a Fridman de transferir más de 700 millones de grivnas (casi US$ 19 millones) al extranjero. El empresario está acusado de legalización de producto del delito, falsificación de documentos y evasión fiscal.
En la primavera de 2022, fue incluido en las listas de sanciones de la Unión Europea, Canadá y Reino Unido, tras lo cual abandonó el consejo de administración de Alfa Bank, conservando el control del 33% de las acciones de la empresa.
En mayo de 2022, la Fiscalía General de Ucrania anunció la congelación de activos de Fridman por más de US$ 420 millones.
La apelación
En diciembre de 2022, los medios ucranianos informaron sobre los planes de Fridman y sus socios de transferir las acciones de Alfa-Bank Ucrania, rebautizado como Sens Bank, a las autoridades del país de forma gratuita.
En julio de 2023, el gobierno ucraniano aprobó la nacionalización de los activos de la entidad de crédito. En agosto se inició en Ucrania una causa penal contra Fridman por la retirada de los activos del banco con el pretexto de pagar regalías.
En agosto 2023, el empresario fue objeto de sanciones estadounidenses pero Alfa-Bank aseguró que las restricciones en su contra no afectarían el trabajo de la organización.
Él criticó las sanciones y afirmó que "quienes toman tales decisiones no entienden nada de cómo funciona Rusia".
También afirmó que, debido a las restricciones, tenía poco o ningún dinero y no sabía cómo pagar ni siquiera los gastos de limpieza en su vivienda. Pero The New York Times afirmó que en los primeros 9 meses de 2022, Friedman recibió casi US$ 400.000, así como una asignación mensual de casi US$ 9.000 “para necesidades básicas”.
El empresario tratando de impugnar las sanciones impuestas, y presentó una demanda ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en Luxemburgo.
Bloomberg, citando al abogado de Friedman, informó que el empresario niega las acusaciones de que sea "cómplice de las autoridades rusas", apoye las operaciones militares en Ucrania y se beneficie de lo que está sucediendo.
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