CÓRDOBA. El nuevo avión Tango 01 que la Presidencia Argentina dispuso comprar en el día de ayer trajo consigo mucha polémica. La discusión, por el gasto de más de US$22 millones, se centró no solo en la pertinencia política de la compra, sino también en la parte técnica.
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Tango 01: ¿En qué cambia el nuevo avión?
El Tango 01 será reemplazado por un avión de menor edad y modernizado. Ahora bien, ¿era necesario cambiarlo?
02 de diciembre de 2022 - 13:17
El nuevo Tango 01.
Cabe recordar que el Tango 01 actual es un Boeing 757-200 comprado en 1992 por el entonces presidente Carlos Saúl Menem. En su momento, la compra le valió al Estado unos US$66 millones por la aeronave que siempre estuvo en el ojo de la tormenta debido a su espectacular lujo interior.
La misma fue dada de baja en 2016 y le costó varios millones de dólares a los sucesivos Gobiernos mantenerla en pie. El aparato en cuestión fue dejado de fabricar por Boeing en 2005, cuando cerró su serie 757.
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Este avión tuvo especial éxito en Estados Unidos, donde hasta hace poco tiempo operaba rutas internacionales medianas. El mismo fue muy utilizado para conectar Londres con Nueva York.
Esto, claro, marcaría la necesidad de la compra de un nuevo avión. Pero, ¿fue el cambio justo?
La compra del nuevo Tango 01 no implicaría un cambio drástico de la unidad. La adquisición dispuesta por el presidente Alberto Fernández, donde el actual Tango 01 entrará en parte de pago (US$3 millones), significó un salto de modelo.
El nuevo Tango 01 es un Boeing 757-256 fabricado en el año 2000, que habría sido operado por Iberia en el pasado. Según los analistas de la compra, el mayor salto se dará, principalmente, en la aviónica de la nave que está actualizada al máximo.
Por su parte, la autonomía del nuevo avión está mejorada, pero no supera ampliamente el alcance regional que ya tenía el viejo 757. Precisamente, el alcance de ese avión era uno de los conflictos principales para mantenerlo funcionando.
Con la necesidad de cubrir rutas largas, el 757-200 no podía llegar de Argentina a China o Medio Oriente sin realizar dos paradas técnicas. Esto encarecía ampliamente su operatoria.
En cuanto al lujo, hay una leve mejora de cara a la opinión pública ya que el nuevo modelo no tendrá el ostento que presentaba su antecesor. Pero si tiene una disposición ejecutiva que reduce la capacidad de sus pasajeros a 39.
Cuenta con dos cuartos privados y dos de invitados. Los mismos están equipados con duchas y baños privados.
Además, cuenta con dos oficinas, un lounge y todos los asientos de pasajeros pueden transformarse en cama. Todo ello fue instalado en 2010.
En la parte mecánica, fue actualizado en 2003, 2006, 2007 y 2010. Cuenta con dos motores Rolls Royce RB211, 12.293 horas de vuelo y 8.338 ciclos de despegue y aterrizaje.
Esto le permitirá al equipo de mantenimiento seguir operando sobre una mecánica que conoce hace 25 años. Por lo que no implicaría la incorporación de nuevos expertos.
Con eso, el Gobierno nacional habría decidido no salirse de la familia 757, en una compra que tiene varios años de utilidad por delante pero que, más temprano que tarde, quedará obsoleta respecto a otros aviones presidenciales. Un ejemplo de compra es la realizada por México, que recientemente cambió su avión presidencial por un moderno Boeing 787 Dreamliner, actualmente en fabricación y con ventajas considerables respecto a los 757.
En Casa Rosada defendieron la compra y señalaron que se trata de una muy buena adquisición. “El Boeing 757 es una aeronave que sigue siendo utilizada en Líneas Aéreas del mundo como United Airlines, Delta Airlines, Fedex, UPS y sin dejar de nombrar que el avión que utiliza la vicepresidencia de los Estados Unidos de Norteamérica (Air Force 2) es una versión de este mismo modelo”, apuntaron.
Según el politólogo y experto en aviación, Franco Rinaldi, el Estado “adquirió un avión de las mismas características que ya tiene”. “Cuando un fabricante decide dejar de fabricar un avión, es porque lleva años de baja demanda. No te lo compra nadie”, apuntó en diálogo con Cadena 3.
De esta manera, la nueva compra de Alberto Fernández deja, nuevamente, al Tano 01 en el ojo de la crítica. Un avión que sin dudas tuvo más atención política que horas de vuelo.
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