Entre las escenas más duras de la era COVID-19 se encuentran las de pacientes que mueren en aislamiento, sin poder estar con sus seres queridos. Pero incluso antes de la pandemia, las imágenes de muertes desgarradoras eran comunes en la mayor parte del mundo, según un ranking global de calidad de vida en los momentos previos a la muerte.
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Ranking de países en los que se muere "mejor": ¿Y Argentina?
El ranking evalúo la comodidad, el trato profesional, la limpieza y el acceso a tratamientos que mejoran calidad de vida en lugar de simplemente prolongarla.
El estudio clasificó a 81 países sobre qué tan bien sus sistemas de salud brindan bienestar físico y mental a los pacientes al final de sus vidas. Solo seis países obtuvieron las calificaciones más altas.
“La sociedad también debe ser juzgada por qué tan bien mueren las personas”, dijo el profesor Eric Finkelstein, el experto en cuidados paliativos que dirigió el estudio.
Para elaborar las clasificaciones, el profesor Finkelstein y sus colegas encuestaron a más de 1200 cuidadores de varios países para identificar qué es lo más importante para los pacientes antes de la muerte.
Luego pidieron a 181 expertos en cuidados paliativos de todo el mundo que calificaran los sistemas de salud de sus países, incluyendo:
- el manejo adecuado del dolor
- la comodidad
- el espacio limpio y seguro
- el trato amable
- los tratamientos que mejoran calidad de vida en lugar de simplemente prolongarla.
El Reino Unido obtuvo la clasificación más alta en el estudio, seguido de Irlanda, Taiwán, Australia, Corea del Sur y Costa Rica.
¿Y Argentina? El país se posicionó en el puesto 71, entre los 11 peores según el ranking.
Es abrumadora la necesidad de cuidados paliativos en los países de ingresos bajos y medianos, donde existe menos de un tercio de los servicios necesarios para una "buena" muerte, dijeron los autores.
Además, el doctor Finkelstein explicó que el dinero no siempre garantiza la buena calidad vida en los últimos días.
En Estados Unidos, por ejemplo, los recursos a menudo se invierten en prolongar la vida, en lugar de medidas para garantizar la comodidad al momento de la muerte. El país ocupa el puesto 43.
El ranking fue financiado por Lien Foundation, una organización sin fines de lucro con sede en Singapur que se enfoca en mejorar la calidad de vida.
Los autores creen que la pandemia ha traído la oportunidad de continuar esta discusión y, no solo darle una mejor atención a los pacientes con COVID-19, sino para que todos puedan tener una mejor experiencia al final de la vida.
*Fuente: Comunicado de Duke NUS Medical School