La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más de 55 millones de personas viven con demencia, pero el número está creciendo. Se calcula que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050.
La demencia está causada por una serie de enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, como la enfermedad de Alzheimer o la apoplejía. Afecta a la memoria y a otras funciones cognitivas, así como a la capacidad de realizar tareas cotidianas.
La discapacidad asociada al conjunto de trastornos incluidos en la demencia es un factor clave de los costos relacionados. En 2019, el costo mundial de la demencia se estimó en US$ 1,3 billones. Se prevé que aumente a US$ 1,7 billones para 2030.
Sin embargo, solo una cuarta parte de los países del mundo cuenta con una política, estrategia o plan de apoyo a las personas con demencia y sus familias, según el informe sobre la situación mundial de la demencia de la OMS publicado hoy.
La mitad de estos países se encuentran en Europa. Según el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS:
Cuidados
La OMS destaca la urgente necesidad de reforzar el apoyo tanto a las personas con demencia como a sus cuidadores formales e informales.
La atención que necesitan las personas con demencia incluye atención primaria de la salud, atención especializada, servicios comunitarios, rehabilitación, cuidados de larga duración y cuidados paliativos.
Los cuidados informales son proporcionados principalmente por familiares y representan aproximadamente la mitad del costo mundial que genera la enfermedad, mientras que los costos formales suponen más de un tercio.
En los países de ingresos bajos y medios, la mayor parte de los costos de la atención de la demencia son atribuibles a los cuidados informales (65%). En los países más ricos, los costos de los cuidados informales y la asistencia social representan cada uno aproximadamente el 40%.
En 2019, los cuidadores pasaron un promedio de cinco horas al día proporcionando apoyo a la persona con demencia que cuidaban.
El 70% de esos cuidados fueron proporcionados por mujeres.
Sin tratamiento para la demencia
Una serie de ensayos clínicos infructuosos sobre tratamientos para la demencia, junto con los elevados costos de la investigación y el desarrollo, hicieron que disminuyera el interés por los nuevos esfuerzos.
Sin embargo, recientemente se ha producido un aumento de la financiación de la investigación sobre la demencia, principalmente en países de ingresos altos como el Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos de América.
"Para tener más posibilidades de éxito, los esfuerzos de investigación sobre la demencia deben tener una dirección clara y estar mejor coordinados", dijo la doctora Tarun Dua, Jefa de la Unidad de Salud Cerebral de la OMS.