Parece que en el espacio hay tornados furiosos, pero la ciencia viene a decirnos: "Paren todo, no es lo que creen". Un torbellino de gas de una estrella bebé terminó siendo una ilusión, y en el centro de la galaxia hay remolinos que giran como locos en direcciones insólitas. El universo sigue jugándonos bromas cósmicas.
NASA AL RESCATE
Astrónomos vieron tornados en el espacio, pero la verdad es mucho más sorprendente
Descubrieron tornados cósmicos que desafían todo lo que creíamos saber. Son veloces, caóticos y esconden un secreto que cambia nuestra visión del universo.
El tornado espacial que no era un tornado
Si alguna vez viste un tornado en la televisión y te pareció impresionante, esperá a conocer al Herbig-Haro 49/50 (HH 49/50). Este supuesto "tornado cósmico" es una bestialidad de gas y polvo disparado por una estrella bebé en formación, que viaja a unos 300 km por segundo (sí, por segundo). Está en la constelación de Chamaeleon, a 625 años luz de la Tierra, y fue apodado "el tornado espacial" porque en las primeras imágenes parecía tener forma de embudo.
Pero, como en toda buena historia, hay una vuelta de tuerca: los astrónomos se dieron cuenta de que algo en la imagen no cerraba. Resulta que lo que parecía ser la parte superior del tornado en realidad no tiene nada que ver. Es más, no está ni cerca. Gracias al telescopio James Webb de la NASA, descubrieron que esa manchita borrosa no era parte del fenómeno, sino una galaxia completamente diferente, que está muchísimo más lejos.
Este tipo de estructuras, conocidas como objetos Herbig-Haro, se forman cuando una estrella en gestación expulsa chorros de gas, chocando contra el material interestelar y creando ondas de choque que brillan con luz visible e infrarroja. HH 49/50 no es la excepción, pero lo interesante es que su entorno puede darnos pistas sobre cómo se forman estrellas parecidas al Sol. Eso sí, lo del tornado era puro marketing.
Torbellinos rebeldes en el centro de la galaxia
Por si esto no fuera suficiente, el equipo de ALMA en Chile miró más allá y se encontró con otra locura: el centro de nuestra propia galaxia está lleno de filamentos de gas ultra delgados, girando en direcciones insólitas, como si fueran remolinos que van en contra del viento. Y no es que se mueven despacito, no: se desplazan a velocidades tremendas y, por alguna razón, parecen repartir moléculas orgánicas por todos lados.
Lo más raro es que estos torbellinos cósmicos no se comportan como el resto de la materia en esa zona. Mientras todo el gas y el polvo cerca del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea gira de forma relativamente predecible, estos filamentos van a su propio ritmo y en direcciones opuestas. Son como esos autos en una rotonda que van en contra del tráfico y nadie entiende cómo no chocan.
Encima, parece que estos torbellinos espaciales juegan un papel clave en la evolución galáctica. Al mover material de un lado a otro, podrían estar ayudando a formar nuevas estrellas o incluso sembrando los ingredientes básicos para la vida en distintos rincones del universo.
En conclusión, los tornados cósmicos existen, pero no son lo que creíamos. Algunos, como HH 49/50, resultan ser explosiones de gas descontroladas, y otros, como los filamentos rebeldes del centro galáctico, parecen tener vida propia. Lo cierto es que el espacio sigue lleno de misterios, y cuando creemos que entendemos algo, el universo nos baja de un hondazo y nos demuestra que todavía nos falta muchísimo por aprender.
-------------------------------------------------------------------
Más contenido en Urgente24
La miniserie de Prime Video que te va a volar la cabeza con 8 episodios
Aerolínea lanzó pasajes a precio ganga desde $12.000
Tiene 10 capítulos y es la miniserie que tenés que ver cuanto antes en Netflix
Paro y apagón informático de Aduana y ARCA este martes y miércoles: cómo afectará
Una ciudad oculta bajo las pirámides de Egipto: Impresionante hallazgo arqueológico