A primera vista, The Suicide Squad parece ser “sólo la 2da. parte de”, hasta que el nombre de James Gunn, mejor conocido como el Rey de las Historias de Superhéroes, aparece en la pantalla grande y todo se vuelve interesante: flores y pajaritos saliendo de armas como balas cuando Harley Quinn (Margot Robbie) tiene su gran momento, una mujer que controla a todas las ratas del mundo, la película se divide en capítulos y mucha sangre al estilo Quentin Tarantino, y una acertada banda sonora con “I Ain’t Got Nobody”, de Louis Armstrong, a la cabeza.
THE SUICIDE SQUAD
Sangriento, político y tierno delirio del Rey de Superhéroes
Volvio The Suicide Squad, equipo justiciero de DC Comics, con una historia definida por el ingenio de su director y guionista: James Gunn, Rey de Superhéroes.
Tal sorprendente e inverosímil es la combinación de tonos y construcciones visuales que nunca te terminas de acostumbrar al tipo de película que estás viendo. Por momentos no sabes exactamente si reirte o preocuparte.
DC Comics la tenía difícil al intentar reconstruir su universo cinematográfico, y no tuvieron mejor idea que convocar a James Gunn, quien se había consagrado en el mundo de los superhéroes dirigiendo a los Guardianes de la Galaxia, de Marvel, una de las películas más taquilleras de la franquicia hasta el momento.
Luego, él había sido desplazado de Disney por algunos tweets un tanto preocupantes.
Sin embargo, en esta película, Gunn da un paso más allá en la experimentación reuniendo a un conjunto de desplazados por el sistema en una misión casi imposible y cuestionable en nombre del gobierno estadounidense.
El Escuadrón
Desde el comienzo nos dicen que lo que vamos a ver en esta historia es
- caos,
- impunidad y
- la famosa moral en la cuerda floja.
Sin embargo, lo que no esperamos es que nuestro equipo esté formado por gente rara, parias y hazmerreir: un tiburón que habla, y el personaje más tierno de la cinta, Bloodspot, un francotirador profesional que jura solo tener maldad pero se une a la misión cuando Amanda Waller (la siempre perfecta Viola Davis) amenaza con encarcelar a su hija (encarnado a la perfección por Idris Elba), y Polka-Dot Man, un joven traumatizado por su madre que escupe lunares de colores y funciona como un arma química viviente.
Por supuesto la icónica Harley Quinn de Margot Robbie, quien sigue demostrando su versatilidad como actriz y que, sin duda, es el aire fresco que DC andaba necesitando hace tiempo. La alegría, inocencia y poder femenino del personaje es lo que nos hace sonreír cuando aparece en la pantalla y utiliza su sensualidad para salirse con la suya.
Sin embargo, dos de los personajes presentados en esta película que son tal vez uno de los elementos más interesantes de la historia, son
- el Peacemaker de John Cena, quien está comprometido a mantener la paz mundial aunque eso signifique dejar de lado la moral y estar dispuesto a sacrificar la vida de millones de inocentes, y
- Ratcatcher 2, la huérfana que heredó de su padre el amor por las ratas ya que si ellas tienen un propósito siendo las criaturas más rechazadas del mundo, todos lo tenemos.
Representación latina y el Gobierno estadounidense
Esta vez al Escuadrón Suicida le toca meterse en isla sudamericana de Corto Maltés, donde un gobierno militar tomó el control del poder y tiene en sus manos un experimento mortal cuyos orígenes se remontan a la Alemania nazi, y el cuál es capaz de apoderarse de la voluntad y la conciencia de sus víctimas. Ese gobierno considera disidentes políticos a quienes compartan la ideología norteamericana, en consecuencia Waller envía a sus héroes a detener ese arma mortal. Pero después nos enteramos que la misión obedece objetivos e intereses poco éticos.
Esta descripción sólo se traduce en muchos hombres latinoamericanos en pantalla y muchos diálogos simples en español. "Disparen" y "revolución", son las únicas palabras que escuchamos por parte de los latinos. Y por supuesto una gran revelación hacia el final de la película.
Al mismo tiempo es inevitable comparar esta situación con los múltiples escenarios de conflicto internacional donde Estados Unidos aparece supuestamente para defender la paz y la democracia, pero frente a una dicotomía, siempre prevalecen sus intereses.
Bizarro pero poético
Cuando te sientes en el cine a ver The Suicide Squad te vas a encontrar con algo que no viste pero que en realidad es una combinación de elementos que conoces, algunos con los que te sentís cómodo, otros con los que no tanto.
Si bien James Gunn tiene una forma agresiva y casi grotesca de contar esta historia, el ingenio subtextual cargado de sensibilidad y amor, puede acabar comprando y ganándole a la verosimilitud.