El flamante mandatario de Brasil Lula Inácio da Silva exhibe que en democracia vale más conciliar con bloques partidarios que terminar como un gobierno ideológicamente sectario y sin mayoría legislativa. Así, para evitar “palos en la rueda” en su gobernanza, el líder brasileño está forjando alianzas con los del Centrao, agrupaciones políticamente centristas que controlan el Parlamento, a tal punto que designó a un ex bolsonarista como ministro de Turismo y ofrece cargos en su gabinete a políticos conservadores.
El diputado Celso Sabino del partido Unión Brasil ingresó el pasado 13 de julio al gobierno de Lula (PT), pese a ser partidario de la reelección de Jair Bolsonaro (PL) y criticar en el mandato de Dilma Rousseff a Lula como jefe de Gabinete -quien duró una hora-. Además de Turismo, Unión Brasil tiene su cuota de representatividad en los ministerios de Integración Nacional y Comunicaciones.
La decisión del mandamás del Partido de los Trabajadores Lula Da Silva de “transar” con los conservadores se basa en insuficientes escaños de su partido en el Congreso, lo que podría desencadenar en una operación para acusarlo o destituirlo mediante un “impeachment” como pasó con Dilma Rousseff por el caso Petrobras/Lava Jato.
Recordemos que la ex presidenta fue salpicada junto con otros dirigentes del PT como Lula, por una trama de corrupción y lavado de dinero a través de desvíos y sobornos —y también por mal manejo de cuentas fiscales-presupuesto—, lo que algunos señalan como una operación de descredito o ‘lawfare’ que catapultó a Bolsonaro al sillón presidencial, tal como informó Urgente 24.
Ahora bien, Lula declaró que él mismo decidirá que posiciones negociará con el bloque de Derecha: “No quiero hablar con el centrão como organización, quiero hablar con el PP, quiero hablar con los republicanos, con PSD, União Brasil. Así hablamos".
Y agregó en el vivo a través de su red social: “Y es normal que, si estos partidos nos quieren apoyar, quieren participar en el gobierno, uno trata de buscar un lugar donde ponerlo para darle tranquilidad al gobierno en los votos que necesitamos para mejorar mejor el funcionamiento de Brasil”.
El jefe del Ejecutivo aclaró entonces que le corresponde a él elegir qué carteras y ministerios incluirá en las negociaciones para atraer nuevos partidos como coalición con el gobierno:
El presidente además reconoció que negocia con el Partido Progresistas (PP) y con el Republicano (PRB), que apoyaron la campaña de reelección de Bolsonaro y con dirigentes que son pastores evangélicos en el caso del PRB. También está negociando con el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), Unión Brasil (UB) y Partido Social Democrático (PSD) que cuentan con dirigentes opositores como el ex juez y senador Sergio Moro que se corrió de la grieta entre lulistas y bolsonaristas.
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