Luiz Inácio Lula da Silva y Sergio Moro sólo tienen en común que son dirigentes políticos de Brasil. Sergio Moro utilizó herramientas aparentemente ilegales para llevar a Lula da Silva a prisión, cometiendo la torpeza de victimizarlo y así le garantizó el regreso al poder; luego fue ministro importante de Jair Bolsonaro hasta que se distanciaron. Hoy día intenta emerger como un nuevo líder opositor a Lula da Silva, aprovechando la inhabilitación político-electoral de Bolsonaro. Hasta ahora, la actividad política de Moro luce intrascendente, aún cuando Moro siempre creyó que utilizando su actuación en el Poder Judicial como un trampolín llegaría muy lejos en la política.
VENEZUELA 2023
María Corina Machado, no es Sergio Moro, es Lula da Silva
María Corina Machado tenía una oportunidad que ella dilapida con Sergio Moro. Así no podrá aprovechar el error de Nicolas Maduro. Y es una lástima.
Sergio Moro, hoy día senador federal, promueve la visita a Brasil de la dirigente opositora de Venezuela, María Corina Machado, inhabilitada por el gobierno de Nicolás Maduro pero decidida, de todos modos, a participar de la elección primaria entre líderes opositores para elegir al candidato presidencial que competirá con Maduro en 2024. Y con una popularidad interesante.
En verdad, las gestiones de Moro por Machado tienen fecha de mayo, y son anteriores a los acontecimientos recientes que se remontan a las visitas de Maduro a sus colegas sudamericanos. Sin embargo, hoy día tienen un significado más trascendente que en el pasado.
El enojo
Hay una pregunta decisiva en toda esta cuestión: ¿cuál es la estrategia que los opositores a Maduro imaginan posible para alcanzar el poder? Porque la política se trata del poder para modificar lo incorrecto o inapropiado de la realidad. Por cierto que es una frustración dedicarse a la política pero el poder lo obtengan otros. También es cierto que el poder a cualquier precio es peligroso. Pero ¿cuál es su plan?
Casi todos ellos coinciden en su deseo para con Maduro: "Derrocarlo". Unos con prisión, otros con exilio. Y así se les va la vida. Sin embargo, ¿quién, cuándo y cómo derrocaría a Maduro? Carecen de respuesta.
Algunos, vagamente, se refieren al Gobierno estadounidense. Es una esperanza que ya fracasó con insistencia. Ellos lo saben pero es que no tienen otra propuesta posible. Urgente24 siempre les aconsejó que alguna visitaran Beijing y Moscú pero decidieron no hacerlo.
Otros, insisten en que hay que asfixiar a Maduro, estrechar el corset diplomático, comercial y financiero; aislarlo más y más. Esta estrategia también fracasó en forma reiterada. Entusiasmar a algunos venezolanos con semejante hipótesis es mentirles con descaro. Es un acto tan irresponsable de opositores venezolanos como lo fue enviar a la muerte a decenas de jóvenes en manifestaciones urbanas que ellos sabían que no modificarían la arquitectura del poder vigente.
Estos personajes -pésimos políticos- afirman que es un grave error de parte de Luiz Inácio Lula da Silva haberle facilitado a Maduro regresar a las reuniones con otros presidentes regionales, y cuestionan al Presidente brasilero porque entienden que Maduro debía permanecer aislado.
Es una lógica similar a las de los republicanos estadounidenses cuando explican por qué mantienen el embargo comercial a la isla de Cuba, "para matarla por inanición". Es una perversidad porque a quienes destruyen es a inocentes residentes civiles locales que son los que sufren las penurias. Por lo demás, Cuba sigue comunista desde 1959. Enorme fracaso de Radio Martí, los cubanos de Miami, la CIA y el Pentágono. Es cierto que Washington DC no acepta haber perdido la guerra en Vietnam. Tampoco en Afganistán. Mucho menos en Irak. E insiste en que le está ganando a Vladimir Putin en Ucrania. Pero su enfoque sobre Cuba es lastimoso, semejante al de esos venezolanos enojados con Lula da Silva.
María Corina Machado
La presidenciable venezolana Machado logró la no prevista concesión de parte de Maduro: lograr el rol de víctima, aprovechando un error ridículo del clan Maduro, cuya soberbia es 'madre de fracasos'. ¿Qué espera realizar Machado con su triunfo? La respuesta demostrará si ella puede o no ser la futura líder opositora venezolana.
Sin embargo, todo indica que Machado tuvo un 'golpe de suerte' con el error de Maduro pero carece de capacidad para capitalizar esa ventaja.
Luego de convertirse en víctima, Machado tendría que haber solicitado una entrevista a Lula da Silva y exponerle al Presidente brasilero la situación y solicitarle una mediación, no acudir a Brasil de la mano de Sergio Moro, una torpe e inútil incursión en la política doméstica del país más grande de Sudamérica.
Más tarde, Machado tendría que haber viajado a México, a exponerle a Andrés Manuel López Obrador su situación y quizás un plan de acción mínimo.
En el paso siguiente, Machado debería abordar un avión y visitar en Bogotá a Gustavo Petro, antes de ir a Chile y Uruguay. Una estrategia semejante podría alcanzar algún rédito para ella y su futuro político-electoral. Apelar a Washington DC no le suma nada. E inmolarse abrazada a la centroderecha latinoamericana sería peor.
Lula da Silva
El presidente brasilero Lula da Silva no tiene una simpatía especial por Maduro pero comprende que, para destrabar la situación dramática de Venezuela, hay que dialogar con los venezolanos, comenzando por Maduro.
Todos saben que Maduro fracasó. Él no pudo revertir todo lo malo de Hugo Chávez pero, además, lo empeoró. Esa no es la cuestión. El foco es cómo descongelar el témpano.
Luego, Lula da Silva también considera que Brasil tiene una posibilidad de reasumir su liderazgo regional en un tema en el que USA ha fracasado una y otra vez.
Por cierto que este Lula da Silva no es 'aquel' Lula da Silva de los 'años dorados'. Sin embargo, puede colaborar en el proyecto. Los venezolanos opositores legitimados por Maduro -el caso de Machado, a quien su proscripción fortaleció- deberían resultar inteligentes, audaces, flexibles y astutos para aprovechar la situación.
No habrá caída abrupta del Partido Socialista Unido de Venezuela. Sólo puede modificarse la situación en un proceso de transición, quizás no tan veloz como preferirían algunos. Pero será el que sea posible. El eje del cambio no puede ser quitar a Maduro del poder sino democratizar la sociedad venezolana, y aceptar las consecuencias del desafío.
Los 'opinadores' a menudo discrepan de estas cuestiones porque carecen del entendimiento suficiente de cómo se articula el poder. No es necesario escucharlos.
El error
Pero Machado reaccionó tal como esperaban Maduro y sus colaboradores, quienes llegaron a temer por las consecuencias de su error bolivariano. Fue un alivio para ellos la torpeza de Machado.
Ella embistió contra Luiz Inácio Lula da Silva a través del politólogo Pedro Urruchurtu Noselli, coordinador de Asuntos Internacionales del partido Vente Venezuela, y vicepresidente de la Red Liberal de América Latina (RELIAL), un conjunto de personajes que dificilmente alcancen alguna vez el poder político en sus países.
Tampoco entendió algo el socialdemócrata Andrés Caleca, cuando habló con el diario paulista Folha. Es un Juan Guaidó pero sin Leopoldo López.
Mucho más inteligente resultó el liberal Antonio Ecarri: “Cuanto más cerca esté Lula de Venezuela, mejor. Más Lula, menos Miguel Díaz-Canel [líder de Cuba] y Daniel Ortega [dictador de Nicaragua]. Lula tiene un papel importante en la defensa de las elecciones más limpias y transparentes posibles. La estrategia de aislar a Venezuela es un error y las sanciones no han llevado a nada”. Una lástima que Machado no se lo haya explicado a Urruchurtu Noselli.
------------------------------
Más contenido de Urgente24
Encuesta: Paridad en un balotaje (excepto en un caso)
Patricia Bullrich y un spot con 'dardos' a Rodríguez Larreta
Condenaron a un funcionario nacional por asociación ilícita
Candidatura de Jorge Macri: Para el Procurador, la Corte no debe intervenir