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ELECCIONES NICARAGUA

Argentina hace silencio porque a Fernández le saliva la boca

Tras las elecciones en Nicaragua, tachadas de fraudulentas, Argentina no emite opinión por un dato clave que mantiene a Alberto Fernández en vilo.

Varios países de Latinoamérica han condenado las elecciones fraudulentas que se llevaron a cabo en Nicaragua el día de ayer (7/11) y que, según el Consejo Supremo Electoral (CSE), le dan la reelección a Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional, por cuarta vez consecutiva. Quien, por el momento, se ha llamado a silencio fue el gobierno de Argentina pero detrás de esta decisión hay un curioso motivo.

Ortega lleva 14 años al poder. Se trata de un triunfo anunciado y acusado de tramposo por buena parte del mundo occidental: el presidente no tuvo real competencia en las elecciones, dado que los 7 aspirantes opositores que podían tener chances fueron encarcelados bajo la acusación de "traición a la patria" y solo compitió contra varios candidatos poco conocidos.

Tras conocerse los resultados, varios países de la región han catalogado a estas elecciones de ilegítimas, algunos no han hablado al respecto y unos pocos han apoyado a Ortega. Entre estos últimos se encuentran Bolivia, Venezuela y Cuba (¡Quién lo hubiese imaginado!).

¿Quiénes criticaron la reelección?

Colombia, Chile, Uruguay, Guatemala, El Salvador y Ecuador se encuentran entre los países que han salido a repudiar los resultados electorales en Nicaragua.

El presidente colombiano, Iván Duque, expresó que no reconocerá el resultado de dichos comicios "fraudulentos".

Lo digo sin ningún temor, Colombia no va a reconocer el resultado de estas elecciones fraudulentas. Esto no nos tiene que sorprender esto era crónica de un fraude anunciado Lo digo sin ningún temor, Colombia no va a reconocer el resultado de estas elecciones fraudulentas. Esto no nos tiene que sorprender esto era crónica de un fraude anunciado

El mandatario agregó también que: "Nosotros hemos hecho varios cuestionamientos, los hemos hecho públicamente, sobre la situación que se viene presentando en Nicaragua, con los resultados que se han visto, con la forma en la que se ha procedido contra miembros de la oposición y frente a expediciones del sector privado y de la prensa".

Duque señaló que lo que viene pasando en Nicaragua genera muchos cuestionamientos e inquietudes sobre la solidez de la democracia en dicho país.

Por su parte, el gobierno chileno, en una nota de prensa compartida por el canciller de ese país, Andrés Allamand, afirmó que "rechaza y no reconoce la legitimidad de las elecciones" en Nicaragua ya que "apuntan a eternizar a Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder consolidando un régimen dictatorial".

"Ayer tuvo lugar un acto electoral en Nicaragua, el que careció de todas las condiciones para ser estimado válido y transparente", sostiene el comunicado de la Cancillería de ese país, y describe que la jornada se realizó en el contexto de graves violaciones a los derechos humanos, encarcelamiento de líderes y candidatos opositores, represión de los partidos independientes, persecución sistemática a los líderes y organizaciones de la sociedad civil.

https://twitter.com/allamand/status/1457698946671915011

El Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo emitió un comunicado en el que aseguró que las elecciones "carecen de legitimidad". La cartera indicó que esto es así ya que los comicios no se enmarcaron en estándares internacionalmente reconocidos "sujetos a órganos de contralor independientes e imparciales".

Tampoco contaron con "las debidas garantías para la participación de todos los actores políticos" y las autoridades nicaragüenses no aseguraron "la plena vigencia de la libertad de expresión, participación y reunión".

Por este motivo, Uruguay reiteró su llamado al gobierno de Nicaragua para que "libere de inmediato a los presos políticos, asegurando el respeto a su libertad, integridad personal y derecho a su participación política".

El gobierno de Guatemala, encabezado por el presidente Alejandro Giammattei, afirmó que lamentan las condiciones en las que se realizaron las elecciones ya que consideran que no se cumplieron las condiciones para unas elecciones libres y justas basadas en el sufragio universal.

Guatemala lamenta que no se haya cumplido con las condiciones para unas elecciones libres, justas, basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo, el régimen plural de partidos y organizaciones políticas, y la separación e independencia de los poderes públicos Guatemala lamenta que no se haya cumplido con las condiciones para unas elecciones libres, justas, basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo, el régimen plural de partidos y organizaciones políticas, y la separación e independencia de los poderes públicos

Lo anterior se puede considerar como un giro inesperado respecto a la última postura del Gobierno, que se abstuvo de aprobar una resolución apoyada por varios países desde el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para insistir a Nicaragua por la liberación de candidatos presidenciales, presos políticos, la petición de elecciones libres, entre otros temas.

No obstante, el comunicado compartido por la Cancillería guatemalteca, no aborda si el Gobierno del presidente Giammattei desconocerá al virtual ganador de la contienda electoral en Nicaragua.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, reaccionó en las últimas horas, a través de sus redes sociales sobre el saludo del Parlamento Centroamericano (Parlacen) a las elecciones en Nicaragua.

El mandatario salvadoreño señaló que el organismo que le ha solicitado "que lleve el desafuero" de Norman Quijano, expresidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador y diputado en el Parlacen, es el mismo que ayer saludó las elecciones en Nicaragua por "reiterar su vocación por la paz y la reconciliación". Bukele catalogó la determinación del Parlacen como una farsa.

https://twitter.com/nayibbukele/status/1457734951873482753

En Ecuador, quien criticó los resultados fue el expresidente Lenín Moreno, mientras que Guillermo Lasso aún no se ha pronunciado al respecto.

"Elecciones con los principales contendores presos o exiliados y con la prensa censurada y perseguida, no es democracia, es dictadura y con ella no se negocia, se la derrota", escribió Moreno en su cuenta de Twitter.

La vecina Costa Rica anunció, tras el cierre de los colegios electorales, que no reconoce el proceso electoral de Nicaragua por la "ausencia de condiciones y garantías" requeridas en una democracia para acreditar las elecciones como transparentes, creíbles, independientes, libres, justas e inclusivas.

¿Quiénes apoyaron a Ortega?

Del otro lado de la vereda, el mandatario venezolano Nicolás Maduro celebró la votación y reiteró su apoyo a su aliado Ortega para defender a ese país.

https://twitter.com/NicolasMaduro/status/1457524986172911623

"El imperialismo apuntando a Nicaragua, y sus aliados rastreros en Europa apuntando a Nicaragua, pero Nicaragua tiene quien la quiera, quien la defienda y aquí estamos nosotros los patriotas de América Latina de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América con el pueblo de Nicaragua", agregó Maduro.

Por su parte, el Gobierno de Bolivia saludó la "vocación democrática" de Nicaragua en las elecciones generales.

"El Ministerio de Relaciones Exteriores saluda al hermano pueblo nicaragüense por la participación y vocación democrática en el proceso electoral que se realizó este domingo, 7 de noviembre de 2021", dijo la Cancillería en un comunicado.

"Estamos seguros que con la participación mayoritaria y el respeto del voto popular se fortalece la democracia, como ejercicio pleno de la soberanía del pueblo", añadió el comunicado.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, también felicitó a Ortega.

https://twitter.com/DiazCanelB/status/1457681761211764737

¿Y Argentina?

Hasta el momento, el gobierno argentino hizo silencio sobre los resultados electorales nicaragüenses pero hay un curioso motivo detrás de esto y por el que a Alberto Fernández le comienza a salivar la boca. Recordemos algunos datos claves.

En junio, el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se reunió de manera urgente para tratar la situación política de Nicaragua y emitir un pronunciamiento, que fue apoyado por 26 de los 34 países miembro y rechazado por 3 de ellos, con 5 abstenciones; entre ellas, la de Argentina.

En ese momento, Nicaragua, Bolivia y San Vicente y las Granadinas son los 3 países que votaron en contra de la resolución de la OEA contra Nicaragua, y se abstuvieron de pronunciarse México, Argentina, Belice, República Dominicana y Honduras.

Ese mismo día, la Argentina y México explicaron su postura en un comunicado conjunto, argumentando que con la resolución de la OEA se dejaba "de lado el principio de no intervención en asuntos internos".

Sin embargo, 6 días después de la reunión del Consejo Permanente de la OEA, la Argentina y México dispusieron el traslado de sus embajadores en Managua a Buenos Aires y la Ciudad de México, respectivamente, "con el objetivo de realizar consultas sobre las preocupantes acciones políticas-legales realizadas por el gobierno nicaragüense en los últimos días que han puesto en riesgo la integridad y libertad de diversas figuras de la oposición (incluidos precandidatos presidenciales), activistas y empresarios nicaragüenses".

Luego de esto, en septiembre, Argentina requirió la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Actualmente, la presidencia está en manos del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

La CELAC es un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política que incluye a los 33 países de América Latina y el Caribe y tiene el compromiso de avanzar en la integración de la región. Fue creada en 2010 como continuidad del Grupo de Río durante la ola progresista que experimentó la región. En ese entonces, con el impulso de Hugo Chávez, el nuevo bloque adquirió una clara impronta anti-norteamericana y se resaltaba que estábamos frente al único organismo regional sin la presencia de USA y Canadá.

De los 33 países miembros que integran el organismo internacional, Nicaragua es uno de ellos. Y debido al traslado de embajadores por parte de Argentina, el país caribeño decidió no respaldar dicha candidatura.

"Nicaragua expresa en este foro que debe ineludiblemente representar la soberanía de los pueblos y Estados latinoamericanos y caribeños, nuestra firme posición de no respaldo, no voto, a la República Argentina, para la presidencia pro-tempore de la Celac", señaló el Ministerio nicaragüense de Relaciones Exteriores en un comunicado.

La Cancillería de Managua argumentó que "el Gobierno de Argentina, no su pueblo al que respetamos, ha contrariado, negado, las bases de la Celac, con pronunciamientos públicos de su presidente y su canciller, informando con gran ruido mediático que trabajan con Estados Unidos para resolver la situación de Nicaragua".

"Como bien se puede observar, el Gobierno de Argentina se convirtió en un instrumento del imperialismo norteamericano, subordinándose a sus intereses hegemónicos", continuó.

A pesar de esto, Argentina contaba con la mayoría de los apoyos y el 18 de septiembre estaba lista para asumirla pero hubo cambios en el gabinete nacional, Felipe Solá fue despedido justo antes de llegar a la VI reunión del organismo. El canciller mexicano Marcelo Ebrard, anfitrión del encuentro, anunció que no estaba en el orden del día "el consenso" para elegir al próximo presidente pro témpore de la CELAC y agregó que la decisión se iba a tomar dentro de "varios meses".

Tras lo ocurrido, Argentina, con Santiago Cafiero como nuevo canciller, tiene que reconstruir todos los vínculos con los países que integran la organización.

Y acá es cuando vuelven los silencios de Argentina. A mediados de octubre cuando el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución para insistirle a Nicaragua que libere a candidatos presidenciales y presos políticos, así como para urgirle a que inicie reformas electorales y expresar su alarma por el deterioro de la situación de los derechos políticos del país y mantuvieron su petición de elecciones libres, nuestro país se abstuvo.

La resolución fue aprobada por 26 países, mientras otros 7, entre ellos México, Guatemala y Argentina, se abstuvieron. Nicaragua no votó.

Alberto Fernández está deseoso de tener la presidencia pro témpore de la CELAC y necesita el apoyo del bloque de Nicaragua y sus aliados. Es por esto que hoy las opciones con respecto a las elecciones de ayer (7/11) son dos: silencio o seguir la voluntad popular.

Pero, ¿para qué quiere la presidencia pro témpore de este organismo? Bueno, el deseo de liderar algo al menos (con su propio país ya sabemos que mucho no puede). Por un lado, quiere utilizar la CELAC para pararse por encima de los conflictos existentes en América Latina y erigirse como mediador en situaciones tensas que se viven en Venezuela, Cuba o la misma Nicaragua.

El otro punto que desvela a Fernández es el comercial. Argentina viene tejiendo relaciones con los países de Centroamérica. El Gobierno quiere trasladar eso al ámbito de la CELAC y potenciar el bloque como actor de comercio con China y la Unión Europea. Esto tiene 2 misiones: reconfigurar la integración entre los países y profundizar el camino del aumento de las exportaciones que anhela la Casa Rosada.

La tercera pata está vinculada con la pandemia. Argentina apuesta a acelerar el proceso de vacunación y diseñar una diplomacia sanitaria que sea capaz de asistir a los países que están más rezagados.

La estrategia se encuentra con un problema no menor: el vacío de Brasil. Desde que Jair Bolsonaro llegó a la presidencia, decidió retirar al país de la CELAC para alinearse de manera directa con el gobierno de Donald Trump en USA.

Esto es un problema porque la pretensión de liderar la región sin el apoyo de Brasil termina siendo una cáscara vacía en términos de poder real.

El mandato de México termina el 31 de diciembre. Tal vez Papa Noel le traiga de regalo de Navidad a Fernández su anhelado deseo de liderazgo.

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