Luego de que estallara el conflicto entre Rusia y Ucrania, varias cuentas de Twitter (denominadas como OSINT o información de fuentes abiertas) se propusieron dar a conocer el minuto a minuto del ataque. Sin embargo, la compañía bloqueo algunas de estas cuentas. Pese a que más tarde fueron restauradas, este accionar de la red social del pajarito generó una gran polémica.
Este fue el caso de perfiles tales como Mundo en Conflicto y Descifrando la Guerra, ambos de habla hispana (aunque otros de origen francés y anglosajón corrieron la misma suerte). Desde el inicio, estas cuentas procuraron compartir videos y fotografías de los misiles que atacan Ucrania, además de información sobre las zonas que están siendo atacadas en ese momento. Su bloqueo levantó sospechas, puesto que el objetivo detrás de esto sería beneficiar los intereses rusos, mientras se camufla lo que está ocurriendo en el país de Europa Oriental.
Este tipo de cuentas, tal como se mencionó anteriormente, son catalogadas como OSINT (por sus siglas en inglés "open-source intelligence"). Se encargan de recopilar información y contenido de fuentes públicas como foros de internet, redes sociales, medios de comunicación o páginas gubernamentales. La encuentran, seleccionan y analizan para después publicarla en las plataformas en las que operan.
La respuesta de Twitter ante los reclamos no se hizo esperar. Una portavoz de la empresa, Elizabeth Busby, afirmó que los bloqueos fueron realizados por error y negó que se trate de una respuesta coordinada (como lo sería una campaña de desinformación orquestada por Rusia) y apuntó a un fallo en la gestión de Twitter a la hora de restringir cuentas que manipulan información.
Los perfiles no pueden compartir información que haya sido "alterada, manipulada o fabricada de manera significativa y engañosa", "compartida de manera engañosa o con un contexto falso" o que "resulte en una confusión generalizada en asuntos públicos, afectar la seguridad pública o causar daños graves".
En efecto, tal como Twitter describe, varios de los videos e imágenes que se compartieron sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania son falsos. Está claro que la desinformación, en una situación tan crítica, es más que peligrosa.
Sin embargo, lo que resulta curioso es que varios de los perfiles que fueron restringidos son de habla inglesa, lengua que los algoritmos reconocen y están familiarizados, por lo que las cuentas no suelen sufrir bloqueos de este tipo por error. Sin embargo, los responsables detrás de las mismas han asegurado que si la información se pierde en Twitter, se compartirá en otra parte como Telegram, Facebook u otras plataformas.