EXCLUSIVO 24

EL "SISTEMA PERFECTO", AL LÍMITE

Progres, no leer: Longobardi denunció una "demolición del sistema judicial y la división de poderes"

El periodista Marcelo Longobardi dedicó su editorial de este jueves 22 de abril para desarrollar y aclarar una frase que circuló en redes sobre el autoritarismo.

Más allá de la frase que el progresismo local utiliza por estas horas para correr el eje, muy interesante el debate que logró instalar el periodista Marcelo Longobardi sobre autocracia/populismo vs. democracia que se está dando a nivel global.

"Hubo una suerte de malentendido alrededor de un comentario que hice el martes durante el pase con el señor Lanata aquí, en Radio Mitre.

Lo que quiso ser una denuncia apareció como una defensa. Un error. Un malentendido, sin dudas, abonado por mi modo inapropiado de referirme al asunto", comenzó.

"La deriva que va adoptando la Argentina, y no sólo la Argentina, es un asunto sobre el cual hay ejemplos cotidianos y elocuentes. Uno de ellos acaba de ocurrir hace muy pocos minutos cuando, otra vez, Jorge Rachid, asesor del gobernador Axel Kicillof en materia de salud, escribió:

No hay nada más dramático y, en todo caso, ridículo que intentar sofocar un golpe imaginario", agregó.

Luego, continuó en uno de sus mejores editoriales en mucho tiempo, invitando a los oyentes a reflexionar qué país queremos ser tras el punto de inflexión que está marcando la pandemia en la historia de la Humanidad: 

"Pero lo hemos visto muchas veces en el mundo. En Venezuela, por ejemplo, se sofocan todo el tiempo golpes inexistentes, Rusia, China en Hong Kong... Hay muchos ejemplos de líderes políticos que imaginan golpes completamente inexistentes.

Mi comentario del martes fue parte de una secuencia de comentarios que vengo formulando sobre este tema desde hace por lo menos 2 meses, inspirados en una serie de acontecimientos globales y locales, que comenzó con los impulsos antidemocráticos del expresidente Trump que afectaron al mundo y cómo el presidente Biden postuló un cambio radical, un nuevo orden:

Trump, de algún modo, postulaba una suerte de alianza de populismos y Biden postula una alianza de democracias. Es más, el presidente Biden ha dicho hace algunos días que la democracia en el mundo está en peligro y ha ofrecido una alianza democrática para enfrentar a lo que él llamó los regímenes autocráticos".

"Está bastante claro que gran parte del mundo ha experimentado un retroceso en el papel que juegan las instituciones democráticas, la división de los poderes, el respeto a las libertades especialmente la de expresión e, incluso, hasta los procesos electorales: Trump ha puesto en duda un proceso electoral y eso ocurre en muchas partes del mundo.

China y Rusia han jugado un papel muy destacado en este deterioro, como lo ha jugado Trump. Y como lo han jugado los Kirchner en la Argentina.

América latina no es una región ajena a este lamentable fenómeno. Venezuela es un ejemplo muy extremo pero en parte de Centroamérica ocurre lo mismo; el extraviado Brasil de Bolsonaro va camino a volverse un régimen más autocrático; Perú enfrenta una elección dramática el próximo 6 de junio entre un candidato extremadamente radicalizado y una candidata corrupta y golpista; y en Chile puede ocurrir lo propio en las elecciones a celebrarse a fin de año con candidatos dramáticamente antisistemas y alineados con el chavismo; en Europa hay países que se han vuelto directamente autocráticos, como Hungría, Polonia y Turquía; detrás de democracias estables como el caso de Francia, por ejemplo, está la amenaza siempre de los ultras; España, por ejemplo, tiene su sistema político volado en pedazos.

Ni hablar de lo ocurrido en Estados Unidos con Trump. Jamás habíamos visto semejante criatura antisistema al frente de la democracia más importante de Occidente promoviendo tanto en su país como en el resto del mundo sus exasperantes discursos racistas, homofóbicos, nacionalistas y, muy especialmente, antimultilaterales", enumeró.

"En cualquier caso, esto es materia de análisis de académicos, politólogos, periodistas y políticos, especialmente expresidentes de la región bastante más sensatos que sus sucesores. Esta discusión ocurre en todo el mundo.

Steven Levitsky escribió en Harvard una especie de tratado llamado 'Así mueren las democracias'. Hoy. No está hablando de los '70. Hoy. De a poco y desde adentro es un poco el resumen", insistió. Muchos progres podrían dejar Twitter y googlearlo.

"Lamentablemente, la Argentina no está ajena a esta degradación institucional. Se me ocurrieron algunos ejemplos:

1. Nuestra política exterior nos ofrece un primer ejemplo elocuente respecto del tema: Rusia, China y Venezuela son los países más cercanos a la Argentina, y tenemos tensiones visibles con países más normales como el Uruguay.

2. Hay en marcha en el país un proceso de demolición del sistema judicial, de su independencia y de la división de poderes, detrás del cual hay otro proceso, que es el de la búsqueda de la impunidad. Muchos colegas han escrito en los diarios que esto es un ataque al sistema republicano. La señora de Kirchner dijo públicamente que el sistema republicano es anacrónico y comparó a Montesquieu con un dentista del año 1750.

3. Tenemos hoy periodista procesados por realizar su trabajo, como el caso de Daniel Santoro. Y hay casos de periodistas espiados, como fue el caso de Hugo Alconada Mon durante el gobierno de Mauricio Macri.

4. Estamos formulando experimentos raros con las fechas de las elecciones por razones de carácter sanitario. Ningún país las suspendió. Ni Bolivia.

5. Desde hace años, Argentina se volvió una máquina de generar desigualdad y pobreza. Estamos en el 43% y vamos al 50% a fin de año.

A ver, si la pobreza estuviera repartida de manera democrática en todo el territorio nacional, sería más difícil para un grupo político que explote ese formato. Pero los conurbanos nos ofrecen ese espectáculo de que está toda junta. Es más, si miramos el mapa que explica el triunfo de Fernández sobre Macri, vemos claramente un país fragmentado demográfica y geográficamente en el plano electoral. En este caso, el sistema prescinde por completo del sector privado y la inversión. El sistema vive del sector público. Es un mecanismo perfecto.

6. A este cuadro lamentable le estamos agregando la falta de la educación, que agrava este cuadro de pobreza estructural.

7. Este país requiere con urgencia construcción de consensos y el presidente Alberto Fernández ha optado por el conflicto para organizar el formato político de la Argentina. Lo último que le faltaba al presidente Fernández era aparecer desdibujado, cuya palabra ha perdido valor, al punto que ya no tenemos muy claro qué significa Alberto Fernández hoy en la Argentina.

8. Por lo pronto, Mariotto tuvo razón: la época de la moderación se terminó. ¿Se acuerdan cuando dijo eso?

No me quiero extender mucho más pero hay que estar un poco desorientado para manejar un país impulsando conflictos de modo exasperante en medio de una pandemia. Aquí radica mi preocupación: el populismo ya no alcanza para administrar este problema y este cuadro tan terminal que vive la República Argentina", lanzó.

“El populismo se terminó porque se acabó la plata para financiarlo. Por lo tanto intentar continuar con procesos de carácter populista implica un proceso de cambio hacia formatos autocráticos como denunciar golpes imaginarios”, añadió.

“Presumo que Biden ve a la autocracia como un formato superador del populismo. Me da la impresión de que la Argentina se está equivocando sobre el lado del mundo sobre el que debe colocarse. Argentina debe elegir cuál es su rumbo, el mundo que indica la democracia o el de la autocracia”.

“Por eso yo me preocupo por el formato autocrático que está ocurriendo en gran parte del mundo. Ya no hace falta un Chávez o un Videla, hace falta un idiota. Con un idiota basta. Tal es el caso de Maduro que está manejado por fuerzas que no puede controlar”, continuó el periodista.

“Como dijo Carlos Pagni una vez, ‘la tristísima historia de Venezuela en mucha dimensiones está hablando de nosotros’”, concluyó Longobardi.

Luego, en el pase con Jorge Lanata, disparó: “Si alguien pretende presentarme como el protagonista de un golpe, va a quedar un poco ridículo”.

 

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