EXCLUSIVO 24

EL REGRESO DE LA GRIETA

¿Por qué está enojado el Presidente?

En estas horas de intenso cruce entre quienes 'cacerolean' reclamando que los políticos se bajen los salarios vs. quienes afirman que quienes 'cacerolean' no hicieron nada al respecto durante los 4 años que fueron gobierno, es muy recomendable la lectura de una columna difundida por el periodista 'Beto' Valdez en su página personal, que también plantea un posible Déjà Vu del Instituto Patria:

Algunos gobernadores, intendentes y sindicalistas consideran, en absoluto 'off the récord', que en el más reciente discurso de Alberto Fernández se vio 'el largo brazo' del Instituto Patria

Dicen que dejó el “perfil profesional” y equilibrado para confrontar contra Paolo Rocca y de paso contra los empresarios. Como en el slogan de una gaseosa, Cristina venía expresando a sus allegados “cortemos con tanta dulzura”, molesta por la inédita concordia que reinaba en el escenario político de la pandemia. Tal como lo adelantamos la vicepresidenta no aceptaba ese segundo plano forzado, a pesar de que tampoco tiene pensado reaparecer públicamente.

Sin embargo, algunas sospechas que deslizan en el peronismo profundo apuntan al propio Presidente, a quien ven menos moderado. “Con estas acritudes podemos perder lo acumulado hasta ahora en la opinión pública”, dicen, preocupada por la magnitud del cacerolazo del lunes a la noche.

Pero comentan que Alberto se muestra irreductible y le transmitía a sus colaboradores cercanos: “Un general gana 110 mil pesos, ¿a ellos quieren que les recortemos el salario? Si vamos a hacer eso también pidámosle un esfuerzo patriótico a los que blanquearon y que donen el 10% de esa plata”.

El enojo del Presidente se remonta al sábado a la noche cuando trascendió por los medios que Techint había despedido 1.450 trabajadores. “Que no se pase de vivo, yo no soy (Mauricio) Macri”, llegó a decir en privado el jefe de Estado en referencia a Rocca.

El disgusto fue grande en los sectores que no fueron alcanzados por ninguna de las medidas anunciadas por la Casa Rosada: la clase media.

Desde anoche en la Casa Rosada, lejos de reducir el costo, comenzaron a buscar una conspiración. Dicen que “alguien con muchos recursos” generó conversación en redes sociales para instalar el cacerolazo y lesionar la confianza en la imagen presidencial.

Incluso sostienen que varios teléfonos recibieron por WhatsApp mensajes con características del exterior con imágenes muy agresivas contra la figura de Fernández y de flyers sin firma convocando al cacerolazo.

Siguiendo con la visión paranoica dicen que esa movida requiere de “fierros” y dinero. “No hay muchos esquemas en Argentina que reúnan ambas condiciones. Uno de ellos es el de la Ciudad de Buenos Aires pero Rodríguez Larreta está en el mismo barco con nosotros”, dicen los albertistas. Por eso algunos caen en la tentación simplista de responsabilizar a Marcos Peña y sus famosos trolls.

Por todas estas razones, y previendo que seguirán los cacerolazos, en la Casa Rosada consideran que volvió la grieta por culpa del macrismo duro.

Es por esto que en el Instituto Patria preveían que Sergio Massa le iba a ganar de mano a Cristina y anunciaría un recorte del gasto en la Cámara de Diputados para congraciarse con esos sectores medios irritados.

También generó mucha preocupación en el círculo rojo la nota del periodista K Alfredo Zaiat en Página/12, propiedad del encargado Víctor Santa María, explicando la necesidad de estatizar el Grupo Techint. Si al jefe del SUTERH, tan cercano a Fernández, no le tembló el pulso para echar a Horacio Verbitsky, resulta inquietante que haya permitido la publicación de una columna que solo contribuye a más grieta.

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